Los nervios de los cuatro alumnos se hicieron presentes, estaban de rodillas esposados, con cintas en sus bocas mirando la escena. Dos bandas mirándolos fijamente, mientras que detrás de ellos cada uno tenía un arma en la cabeza.
— ¿Qué cojones hacen estos imbéciles aquí? – dijo un tipo con una máscara negra.
>> Voy a morir y eso no me molesta, me molesta que le daré la razón a mis padres. Una Wayne no sirve para esto. > No quiero morir. > Quiero matarla, juro que voy a matarla. Lo que tiene de bonita lo tiene de estúpida. > Bueno, creo que sé a quién follar ahora. > Por algo las morenas son tan sexys. > No nena, no hagas eso conmigo, porque puedo ser tu puto jefe pero ahora soy un maldito criminal que te puede volar los sesos sin miedo. > Te enseñaré una lección, pero quiero que supliques porque te folle muy pronto Eyra Wayne. > Oh preciosa, esto te ganas por no hacer lo que te ordenan. > Y por esto quiero retirarme lo antes posible, son puros idiotas los que tengo. > Por algo estos idiotas son mis amigos. > Y vaya que lo necesitaba, no podría poner más excusas para no ver a Eyra en persona. > No entenderé porque le gusta está chica a Konstantin. > Ya entiendo porque le gusta y estoy seguro que le quiere dar su lugar para poder librarse de esto. <<
— Sí Wayne – se acercó – Tú y tus amiguitas se irán a levantar multas y lavar los patrullas, en su tiempo libre pueden limpiarme el culo. Yo me haré cargo de la amenaza de mierda.
Tobias salió dejando con la palabra en la boca a Eyra.
Será un largo tiempo…