Capitulo 5

3305 Words
Morena. Estoy pensando como loca en como le voy a decir a mi papá que quiero su ayuda económica después de la pelea que tuvimos en el hospital, no dudo en que me la va a dar pero como siempre me va a pedir algo a cambio, si es que mis notas sean excelentes estoy frita porque cada vez le pongo menos entusiasmo a la carrera, cada día me gusta menos solo las practicas, hasta creo que debi estudiar enfermería porque me gusta el tratado hacia los pacientes pero no el papeleo y la lucha con los demás departamentos para que hagan algo o el simple hecho de que debo calcular la medicación me pone loca. —Buenas. —sonriendo miro a una chica que siempre viene y me charla de todo—. ¿Cómo estas?. —Muy gracias a Dios. —paso sus cosas rapidito—. ¿Cómo te fue en la evaluación?. —Muy bien... Tu explicación me sirvió un montón. —Cuando quieras vienes y me hago de un tiempo para explicarte, no tengo problema si es que veo los resultados de dichas explicaciones. —Te voy a traer mis notas así vez que si me ayudas un montón, y ahora necesito ayuda con ingles, ¿Puedes?. —Si, en media hora ya salgo, ven con las cosas y te explico. —Voy a mi casa a dejarle esto a mi mamá y traigo las cosas, te espero afuera. —le cobro y se va corriendo, no pasa de los quince años pero bien pituca. —Hola. —en eso lo veo pero pasa en otra caja no en la mía como siempre—. ¿Tarjeta o efectivo?. —Tarjeta. Miro las cosas que lleva y me dan ganas de decirle que no joda, lleva dos cosas y pasa tarjeta, pero son problemas de ellos a mi me molesta donde hay que firmar y salen un montón de tickets y después en el cierre de caja debo ser mas cuidadosa. No puedo dejar de mirarlo como le sonríe a mi compañera y le busca charla, tantos meses pasando por mi caja y solo me decía "efectivo", mierda que eso me enfurece porque entiendo que solo yo imaginaba cosas, que solo me invitó a comer en la guardia por cortesía y duele porque por un momento creí que de verdad le gustaba. Estoy casi una hora explicándole todo lo que no entiende a Yésica, entiende bastante rápido y le escribo unos ejercicios y problemas parecidos a los que su profesor le dio y le digo que mañana me los traiga al trabajo y se los corrijo. .......................... —Adelante. —suspiro y conteniendo el aliento entro a la oficina de mi papá—. ¿Que... More. —Hola. —deja los papeles en el escritorio y no sabe que cara poner—. Venia a pedirte un favor. —Tienes problemas con la plata. —levanto las cejas por eso, no tenia idea que sabia—. Eres mi hija, sé de tus problemas aunque eso te sorprenda. —Yo... —bajo la mirada avergonzada y furiosa por tener que hacer esto. —No tiene nada que ver lo que pasó, si necesitas mi ayuda te la voy a dar. —¿A cambio de qué?. —De que vayas a mi cumpleaños. —en el último cumpleaños terminamos todos peleados—. ¿Aceptas?. —Si, voy a ir. —abre el cajón y me da una tarjeta. —Esta es la que te había hecho y nunca aceptaste. —la agarro y él suspira—. Deja un poco el orgullo Morena... Eso no lleva a ningún lado. —¿Qué día y qué hora?. —En dos semanas... En la casa a las nueve. —Ahí voy a estar. —Morena. —sostengo la puerta abierta antes de salir—. Tus notas son excelentes... Te felicito. —Gracias. —salgo de ahí y guardo la tarjeta en la mochila, levanto la mirada y esta ahí, mirándome aun mas mal—. Hola. —Vas tarde. —Perdón, tenia cosas que hacer. —asiente mirando hacia otro lado. —Otra llegada tarde y te voy a suspender. —lo agarro del brazo cuando se da vuelta para irse—. ¿Me sueltas?. —Si... Pero quería saber si hice algo mal. —veo que aprieta los puños con fuerza—. O tal vez cree la confianza que no tenia que crear. —Ninguna de las dos... Pero mantente lejos de mi, odio a la mujeres de tu calaña. Se va y eso me deja casi paralizada, me odia y no sé que hice para que lo haga, si hasta hace un mes estábamos lo mas bien, bueno, solo una vez charlamos como dos personas normales y el resto fueron monosílabos pero no eran agresivos como ahora porque me ataca, no físicamente sino verbalmente y eso es muy doloroso, y el silencio es mas feo muchas veces. Cuando ya cumplo las horas me voy al consultorio de mi mamá que me mandó a llamar, miro a todas las mujeres que están esperando a ser atendidas, algunas embarazadas, otras con hijos y otras solas, algún día espero estar así pero a este paso nadie me la va a mojar ya que a todos los espanto como moscas donde no quiero un matrimonio como el de mis papás y ningún hombre es el doctor Sergio Melillan que me tiene loca con su belleza y su porte enorme que me vuelve loca; miro la puerta asustada cuando la abren porque estaba muy perdida en mis pensamientos. —Nos vemos en un mes con los resultados. —Gracias doctora. —mira la hora y a todas. —Morena... Pasa. —me paro con la mirada de todas ya que recién llegué—. Sientate hija. —Se van a enojar si tardamos. —Va a ser rápido... Acá está lo del departamento. —lo guardo en la mochila sin contar ni mirar—. ¿Ya encontraste departamento?. —Vi uno y me gustó... Queda cerca del hospital. —¿Cuánto? Sales muy tarde de ahí y eso me pone nerviosa. —Justo en frente. —Bien... ¿Cuándo te mudas? Quiero que sea lo antes posible... Ya no te quiero en ese departamento. —Mañana voy y dejo la seña. —¿Tu papá te dio la plata?. —Si, recién vengo de ahí. ¿Le contaste?. —De que necesitas salir de esa pocilga si... ¿Por?. —No, por nada. —me paro y ella se para también. —¿Cuando te vas a comprar ropa para el cumpleaños de tu papá? Toma, aca tengo algo y mañana ven por mas. —Ya tengo... Papá me dio una tarjeta. —Si necesitas me avisas y te doy, y otra cosa Morena. ¿Deja ese trabajo y concéntrate en tus estudios y en vivir un poco si? Ya le pediste ayuda a tu papá, ya no necesitas trabajar. —Lo voy a pensar. —Esta bien... Te quiero. —Yo también. ......................... En la mudanza me vienen a ayudar mis papás y mis hermanos, les dije que no quería peleas ni malos comentarios con la sexualidad de mi hermana y todos aceptaron, solo espero que cumplan con lo que dijeron y no empiecen con los chistecitos haciéndose los graciosos que no tiene nada de gracia menos para mí hermana. Estoy feliz de que sea enfrente del hospital ya que como dijo mi mamá, salgo muy tarde y me aterra caminar hacia el otro departamento que me queda muy lejos, y la cereza de la torta es que por fuera del hospital pasan todos los colectivos por ende el que me lleva a la universidad también. —Ya llegó la pizza. —Me tengo que ir, tengo guardia. —todos miramos a mi papá donde sabemos que no es verdad pero nadie dice nada. —Yo también me voy chicos, mañana entro a las seis. —se van los dos y quedo con mis hermanos. —Como mejora el ambiente cuando no están. —No digan eso. —Shor habla porque su familia es normal. —Hablo lo que se me da la gana Shorshina. —mi otro hermano el que no es su esposo siempre discute con ella donde le molesta por lo machista que es. —Buena, ¿Qué te pasa que me hablas asi?. —Por lo metida lo digo. —Vamos cortándola por favor que veníamos bien. —Maira pone las pizzas en la mesa y Estela pone los platos en silencio, ella es todo silencio. —Pero es que es re metida, ¿no te molesta Maxi?. —¿Que hable y se exprese? No, no me molesta para nada. —Chicos ya, es mi primer día en esta casa y sola, no quiero peleas. —todos me miran y Mauro asiente. —Tienes razón More perdón. —¿Tia tienes juguito?. —Si, obvio que tengo si tengo tres sobrinos que son unos sapitos por el jugo. Maira corta las hamburguesas, Estela las pizzas, Short acomoda las empanadas, yo sirvo las bebidas menos las de mis hermanos que toman cerveza y miran un partido de fútbol, espero que la noche termine bien y que podamos seguir compartiendo mas momentos de este tipo, que ya nos podamos llevar bien, que dejemos las peleas aunque esta vez concuerdo con mis dos hermanos, con Maxi en que su mujer puede opinar lo que se le de la gana cosa que Estela no hace, y con Mauro en que si, mi cuñada es demasiado metida, llega a ser hartante a veces y hasta yo he discutido con ella porque no me deja en paz, el tema es que ella está con mi hermano desde los catorce años mas o menos entonces es casi una vida y ha pasado de todo con nosotros. Mis sobrinos juegan y se divierten con las cositas que trajeron, en eso si mis hermanos son amorosos, según lo que sé tuvieron casi una infancia como la mía, no se las de ellos ya que cuando era una nena ellos ya eran adolescentes con otros gustos, pero no nos dejaban jugar con nada, nos querían tener día y noche estudiando cosa que hicimos pero cuando se las mandaban los hacían a lo grande, y a mi me mandaron a un internado de monjas en donde menos que menos me dejaban ser una nena. ***** Sergio. —¿Sergio podemos hablar?. —Si. ¿Qué sucede?. —Vamos a mi oficina. —lo sigo de mala gana donde lo que menos quiero hacer es hablar con él, pero en estos momentos soy una prostituta que se cambia por una buena referencia—. Toma asiento. —Gracias. —mira unos papeles como buscando algo—. ¿Qué sucede? ¿Algo de que preocuparse?. —Tranquilo no es nada malo, acá está, la encontré, quería invitarte a mi cumpleaños. —me da una tarjeta y la leo viendo donde se va a llevar a cabo—. Espero verte ahí. —Gracias, ahí voy a estar. —También quería darte las gracias por todo el buen desempeño que has logrado en todos acá, cuando quieras la carta de recomendación me avisas y listo, te la entrego. —Me alegra escuchar eso, gracias. —miro el reloj y me falta poco para salir—. Me retiro señor, ya es hora de mi salida. —Si, puedes ir. —cuando estoy por cerrar la puerta me vuelve hablar—. Quiero hacerte una pregunta personal, ¿Con Morena tienen algo?. —¿Cómo?. —Los vi. —recuerdo ese día y en como me sentí al verla salir de acá llorando y golpeada—. ¿Tienen algo si o no?. —No señor... Es solo una alumna. —Me alegra escuchar eso... Puedes retirarte. Llego al baño ciego y sordo, no veo nada mas que esa imagen de hace unos días, esa imagen que me enferma porque por mas que sea la amante me quedé callado ante un evidente caso de maltrato, golpeo la pared con todas mis fuerzas, carajo que su sonrisa al decirle que no tenia nada con ella me va a seguir toda la vida, mierdaaaaaaa... Respiro hondo y miro mis manos que están sangrando donde me las lastimé todas y no me duelen. Después de que Clara me curara sin meter bocado me voy a mi casa a intentar dormir un poco porque ya no puedo mas, esta piba me esta enfermando mal, mi cabeza no da mas, esta haciendo de mi un estropajo, no sé como me voy a levantar después. ................... —¿Llegamos en mal momento?. —mis sobrinas me aprietan las piernas dándome risa. —No seas tonta bebé, pasen pasen no se queden ahí. —Te extrañamos mucho tío. —Yo mas mis princesas. —veo a Mailen hecha toda una mujercita y me da como escalofríos, es mi primer sobrina mujer—. Mai. —Hola tío. —nos damos un abrazo y ella me aprieta con fuerza apoyando la cara en mi pecho. —Después hablamos. —¿Cómo sabes?. —Te conozco princesa. —le doy un beso en la frente sonriendo—. Y mi boca va a estar sellada siempre. —Lo sé. —las nenas ponen la tele y Martín, Brisa y Mailen se ponen a cocinar enseguida—. ¿Mami qué le pongo?. —Este que queda buenísimo. —le da un adobo que ni idea, ellas son las que saben donde les gusta la cocina. —¿Cómo fue el viaje?. —Martín levanta las manos haciendo caras. —Fueron dos horas y a todas estas mujeres se les ocurre ir al baño a cada rato. —Es verdad. —me giro asustado y es Efraín que viene llegando. —Mierda hombre. —nos damos un abrazo con fuerza—. Pensé que ya no venias. —Venia detrás pero pasamos a comprar unas cosas. —me señala a la chica que viene con él—. Ella es mi novia Lucrecia. —Un gusto señorita. —nos damos un beso en la mejilla—. Soy Sergio. —Un gusto igual. —le muevo las cejas a Efra que se pone rojo—. ¿Bri en qué ayudo?. —Ven. Nos ponemos a charlar de todo, me cuentan de la escuela y cuando sale el tema de los novios Martín cambia la cara y Brisa sonríe sin para mientras que Mailen parece que va a llorar y que a la vez va a arrasar con todo del enojo que le produce, un solo hombre y cuatro mujeres, creo que desde el comienzo ya sabia que esto iba a pasar y si que son hermosas mis sobrinas. Se van a quedar el fin de semana y no me molesta, siempre vienen al menos una vez a cada dos meses y se quedan por varios días invadiendo mis casa por completo porque tienen libertad de moverse y hacer lo que quieran, no tengo nada que ocultar por eso no me importa, después viajo yo hacia su casa ya que para mi es mas fácil viajar. Le hago seña a Mailen para que salgamos al balcón y así me pueda contar que es lo que está pasando porque delante de todos no va a poder expresarse bien. —Bien... Empieza cuando quieras. —Papá me revisó el celular y vio que me estaba escribiendo con un chico. —levanto las ceja y ella bufa—. Pucha tío ¿También te vas a poner asi?. —¿Cómo que yo también?. —Efra casi me mata y mi mamá les dijo a todos cuando los fuimos a ver que tenia novio... Ya tienen planeado como lo van a matar. —Mai... Eres muy chiquita nena... En unos meses vas a cumplir catorce ¿no crees que es muy pronto para hablar de novio?. —Él me gusta pero no es mi novio... Solo le pedí la tarea y mi papá dice cualquier cosa. —¿El celular te lo sacaron?. —Si... Y dice que no me lo va a dar hasta que le diga que tengo con ese chico pero le digo y le digo que nada y sigue sin creerme. —Bueno.—le doy un abrazo cuando comienza a llorar—. Lo único que te puedo decir Mai es que cuando te interese un chico se lo digas a tus papás ¿si? Sé que es feo y que piensas que soy un pesado o no tienes porque hacerlo. —No eres un pesado o no te lo contaría. —Bueno entonces escúchame, se lo decís y que lo conozcan, no te confíes en los hombres y te lo digo yo que soy hombre, deja que tus papás te aconsejen. —Esta bien... Gracias. —se va adentro y espero a que Martín salga de donde estaba. —Gracias Sergio... Cada vez que le dices algo lo hace. —No es nada hombre... Quiero verla bien. —Gracias, ya no nos escuchaba. —¿Y ustedes la escuchan?. —se apoya en la baranda a mi lado mirando a la nada—. Me dijo que no tenia nada con ese chico. —Ella no, pero si vieras lo que él le ponía... Mierda que lo quiero matar. —Fuiste joven una vez Martín. —me mira mal y me río—. Solo escúchala y aconséjala, es una mujercita muy hermosa y va a tener pretendientes pero no la hostigues... Déjala salir y dale un horario y si no estas seguro ve tras ella pero que no te vea. —Tienes razón... Lo voy a hacer, no confío en nadie, cada cosa pasa hoy en día que te juro no las dejaría salir a ningún lado. —Te entiendo... No tengo hijos pero mis sobrinos lo son y lo sufro también. —Eres un segundo padre para todos ellos y los aconsejas bien, siempre te lo vamos agradecer. Y ahí esta el problema, aconsejo a todo el mundo respecto a lo amoroso y yo estoy sufriendo por una chica que casi tiene la edad de Likan y me siento un puto pervertido, sé que debo alejarme pero tampoco tengo las fuerzas para hacerlo. ................. Hoy es el cumpleaños del director y tengo que ir para que me de mi puta referencia cuando la necesite, Rodrigo me pasa a buscar aunque voy a ir en mi auto, pero es para no perderme porque no sé como llegar donde no conozco esta ciudad, vivo hace años aca pero solo estuve estudiando y trabajando. Cuando llegamos lo primero que hago es buscarla para ver si tuvo la cara de venir y si, ahí esta, con una pollera de cuero cortita que parece que se le van a ver las nalgas, y una remera blanca que le queda exquisita, Rodrigo me golpea con el codo cuando la ve. —Esta hermosa. —Si. —¿Qué pasa?. —Nada. —me voy a buscar algo para tomar y sin que me dé cuenta nos chocamos. —Uuuh, disculpa no te... —no sabe que cara poner al verme, y levanto las cejas—. No sabia que estabas invitado. —Y yo no sabia mucha cosas. —me inclino sobre ella donde soy muy alto y le susurro—. ¿Acaso no tienes cara? ¿Venir al cumpleaños de tu amante con toda su familia presente? Eso es muy bajo. —¿Qué? ¿Mi amante? ¿De qué estás hablando?. —La cena ya esta lista.... Pasen a servirse. —Me voy. . .
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