C A P Í T U L O
Taylor.
No se cuando fue que todo comenzó, la vida cambia constantemente, día con día somos personas completamente diferentes al día anterior. Supongo que es aquello que nos cambia por completo la perspectiva.
—Esto es raro—. Mencionó Miranda enterrando su tenedor en la pasta—. Es decir, ya lo sabía, pero no le quita lo raro.
—Por Dios, no exageres Miranda—, mencionó Hades dándole un trago a su vino—. No es como si tuviéramos un tercer ojo.
—Podría tener razón. Pasaron la mitad de su vida peleando y compitiendo entre sí—. Señaló James, con burla—. Y de un día para otro, ¿Son uno mismo?
No dije nada. Quizá tenían razón, de igual modo, no creía que fuera algo malo, sinceramente si habríamos pasado demasiado tiempo peleando, quizá era aquello de enemies to lovers pero más tranquilo.
—¿Y ustedes? ¿Arreglaron algo ya?—. Preguntó Hades arqueando su ceja.
Ellos compartieron una mirada cómplice, fue raro el mirar como sus ojos conectaban entre sí, pero a la vez, nunca habrían estado tan alejados uno del otro.
—¿Arreglar qué?
No quería insistir yo en esto, no parecía tener caso, ni sentido, era un poco extraño hacerlo, había sido James hiriente, y Miranda…
De ella no lo sabía, compartía una mirada de complicidad con Hades—no de manera romántica—pero, había algo ahí. Un secreto.
—Estuvimos dándonos a la tarea, de investigar un poco—. Mencionó Miranda cambiando abruptamente de tema—. Y, aquella vez, en el juicio, él mencionó algo, ¿Lo recuerdan?
Flashback
La mano de Miranda sujetó la mía, ambas estábamos nerviosas ante esta situación, aquel hombre, el verle a los ojos justo en el momento de ahora, me generaba asco, miedo, el estómago se me revolvía de manera hilarante.
—Estoy nerviosa—, susurre, ella apretó un poco más mi mano.
No podía negar que el hablar de esto me hacía sentir extraña, en un mundo diferente o algo parecido. Había escuchado en la televisión, en los programas televisivos que pasaban en la noche sobre casos así, este tipo de asesinatos.
Los miraba tan lejanos, que me parecía un acto, que jamás podría sucederme a mí, pero sucede. Siempre sucede lo inesperado.
—¿El jurado a tomado un veredicto?—, preguntó el juez.
Mire de reojo en dirección de Miranda, quien miraba atenta hacia adelante, hacia el asesino de nuestros amigos.
Yo no podía mirarle a los ojos, sentía el miedo y la cobardía me subía por lo alto de la garganta. No estaba lista para verle a los ojos. Ni hoy, ni nunca.
—Encontramos al acusado…
¿Cuánto late un corazón? No lo sé, cuando estás en momentos de guerra contigo mismo, este puede latir de manera irracional, entre otras cosas.
La química del cerebro se altera y todo se termina por distorsionar. Así funciona la vida.
—Culpable.
Sentí mi corazón latir de manera ruidosa, y pensé, que habría perdido la cordura, un poco de paz me llegó al cuerpo al saber que estaría lejos de mi, lejos de todo. Detrás de una reja, a una distancia en donde no podría verlo.
Sin embargo, la guerra con el, y con todo mi entorno recién comenzaba.
—¡Eso no los hará libres! ¡El irá por ustedes a terminar lo que no hice yo!—, se jactó el, levantándose.
—Orden al acusado…
—¡Mike vendrá por ustedes y los asesinara! ¡Los matará a todos! ¡No podrán ser libres jamás!—, Gritó. Sentí como mis manos temblaban de manera escandalosa, nuevamente, estaba más y más lejana de recobrar la compostura, la realidad.
Hades me tomó del muslo, indicándome que estaba ahí.
Había una diferencia entre Hades y yo…
—¡Pagarán lo que hicieron! ¡Sabemos lo que hicieron! ¡Sabemos su secreto!
Fin del flashback
Había una diferencia entre el y yo, y es que, frente a mis ojos, Katina había muerto, Hades intentaba abrir aquel lugar, y mis ojos no se separaron de mí amiga. Un disparo en el corazón, justo, justo en el corazón y otro en el vientre.
—Y si la cosa es así… ¿No crees que podamos buscar un poco de similitud o relación con aquel nombre? Hacia el.
—¿Un hermano?—, le pregunté.
Antes de poder responder sentí una mano en mi hombro, me gire dándome cuenta que estaba Luke, una sonrisa salió de mis labios de manera veloz, para levantarme.
—Estas aquí—, dijo abrazándome con felicidad, le regresé el abrazo—. Lamentó lo de tu abuela.
Le di una sonrisa de lado, para mirar hacia sus ojos, siempre me trajo paz.
—Gracias—, mencione con una sonrisa de lado—, Iba a llamarte…
—No te preocupes… Que lindo, siguen siendo cercanos.
—Sí, muy cercanos—. Mencionó irónica Miranda.
Hades
—¿Estás celoso?—, preguntó burlón James—. Lo estás.
—Claro que no—, mencione con seriedad.
Me preguntaba qué hacía Luke aquí, es decir, Miranda, James y yo teníamos cómo pagar esto, Taylor igual, pero Luke era un poco… No tenía dinero, recordaba que lo asociaba mucho Katina con Paula, eran iguales, solo que Paula solía decir que estaba bien con ello, Luke buscaba posibilidades.
Taylor volvió, sentándose a un lado de mí, con tranquilidad, sabía que eran una especie de mejores amigos así que no me podía poner celoso.
La duda yacía en que no sabía qué hacía el aquí, tenía que pensar un poco más sobre lo que sería ello, todo. Dejar cabos sueltos nos habrían traído aquí.
Y el día en el que Taylor supiera que estaba dentro de este lío por un error, lo joderia, porque ella habría estado cerca de nosotros en muchas cosss que erramos ella habría estado cerca, más nunca lo notó.
Tome su mano, entrelazando nuestros dedos, ¿Cuando comenzó todo esto?