ELMIRA

765 Words
“Padre viola y mata a sus cinco hijas, además se suicida”. “Miembros de la Iglesia acusados de p*******a y tráfico de menores de edad”. “Pareja choca contra un autobús escolar dejando once muertos y cuatro heridos”. -Esto es inaudito- dijo Taína con frustración leyendo las noticias- No puedo creer que--- ¿Estás bien?- miró preocupada a Mikkael- Hey, ¿Estás ahí?- Él parecía completamente ausente, sus enrojecidos ojos tenían profundas marcas violetas debajo, estaba más delgado de lo que estaba la noche anterior y ella se consternó. Le dio un par de suaves bofetadas y esto hizo que él volviera en sí. -Per...Perdón, nena- dijo apenado. Taína le tendió un vaso con agua- Estoy exhausto. -¿No tienes ayuda allá abajo?- preguntó ella viéndolo terminarse el líquido de a poco, con cortos tragos. -Sí, pero no demasiada, estas muertes, estos desastres, Diabhal está haciendo de las suyas y con eso está arruinandome a mí. Esas palabras hicieron que Taína sintiera un retorcijón en el estómago. -¿Has intentado comunicarte con él? ¿No puedes hacerlo?- ella no entendía mucho de cómo iban esos lazos inmortales aún del todo y Mikkael negó suavemente con la cabeza antes de apretar los ojos al sentir una presión en su sien anunciando una fuerte jaqueca, de nuevo. -Está descontrolado y sólo Padre puede lidiar con él- dijo resignado. Ella se cruzó de brazos. -¿Quieres decir que nosotros, no tenemos poder contra él?- dijo asombrada- Soy una Elemental, eso debería darme ciertos privilegios sobre un demonio. -No es un demonio cualquiera, Taína- dijo él- Es el Primer Demonio. El líder de los demás. Ellos responden a su orden. -Y tú eres La Parca- le recordó ella alzando la barbilla- Eres hijo de dos guerreros, y me tienes a mí a tu lado, ¿No es eso suficiente como para hacer que ese hijo de puta se controle un poco? -Tiene que volver a ocupar su lugar en el Caisleán y dudo mucho que quiera, ya conoce los privilegios de la Tierra y en su sistema está entretenerse con el sufrimiento humano. -No puedo creer que todas estas cosas sean obras de el aburrimiento de alguien- dijo Taína pellizcando el puente de su nariz. Era hora de confesarse, lo sentía. -Siento que hay un trasfondo aquí- dijo Mikkael con la sabiduría que los años le habían entregado. -Yo… Olvidé decirte algo- dijo ella mirando a sus manos en su regazo. -¿Eh?- dijo él sin entender- ¿Qué pasa,Taína? -Yo… Me tropecé con dos demonios gatunos- dijo rascándose la cabeza. Él se puso de pie de un solo movimiento., -¿Cuándo fue esto? ¿Te hicieron algo? ¿Por qué no me lo dijiste, Taína? - ella tragó grueso. Hace una semana. Yo… No te vi por varios días, cariño, pero sé que apenas nos vimos debí decírtelo, lo lamento mucho- dijo con sinceridad y Mikkael se pasó las dos manos por la cabeza halando un poco su cabello con desesperación. -¿Te dijeron algo? -Dijeron que seguían a Diabhal, que no venían por nosotros los Inmortales sino por los humanos, que se exterminarían entre sí y que ellos “Les darían un empujón”- ella hizo las comillas en el aire, el ceño de Mikka se llenó de arrugas- Los asesiné con la pulsera que me diste, gracias, por cierto. Él suspiró. -Ven aquí- ella se acercó y La Parca envolvió sus manos sobre su cintura rodeando su trasero- No vuelvas a hacerme esto, Taína, sé que eres poderosa pero mantenme informado de todo lo que te pase, ¿Podrías hacerlo?- ella asintió sintiéndose un poco culpable por hacerlo sentir tan mal. -Sí, lo haré Mikka- dijo con seguridad. Él le dio un suave beso. Escucharon un carraspeó y se giraron. Delante de ellos había una mujer de cabellos dorados y largos y utilizando un vestido que llevaría una campesina, con la diferencia de que los tonos eran solamente blancos.  -Soy Elmira- dijo ella con una voz suave y en un lento murmullo. Mikka frunció el ceño sin entender a la criatura delante de él. -¿Qué te trae aquí?- preguntó Taína dando un paso delante de su hombre en señal de defensa. -Lasha me mandó- el aire de inmediato cambió a uno menos tenso- Dijo que tenía que hablar con la Diosa Elemental a solas. -Bien…- dijo Taína dandole una mirada corta a Mikkael y encogiéndose de hombros caminó hacia la entidad que emanaba una energía muy distinta y pura- Sígame.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD