Capítulo 23

3114 Words
El sudor baja por mi cuerpo, la sangre que desprende de mis nudillos está goteando en el suelo, mechones de cabello que se escapan de mi mono se pegan a mis mejillas con las gotas de sudor, casi puedo mantenerme en pie.  Un, dos..., Un, dos... Golpe, patada.  El calor es tan insoportable que siento que me quita la vitalidad del cuerpo, ¡Esta mierda parece un puto horno! suelto el aire, volviéndolo a tomar por la boca, lo retengo lo mas que puedo antes de sentir el próximo golpe que impacta en mi abdomen. Doy tres pasos atrás tosiendo con fuerza, y antes de que pueda volver a tomarlo me arrastran por el piso, mi cabeza impacta contra en concreto y siento que la vista se me esta volviendo borrosa, me siento aturdida, drogada, moribunda.  Mis atacantes se vienen contra mi arremetiendo golpes a puntos certeros que pueden matarme si así lo quisieran, trato de cubrirme con los brazos la mayor parte de la cara, tozo ahogándome con mi propia sangre, esto es demasiado, ¡ya no puedo! me cuenta tomar el control de la situación, pero si no hago algo en este momento lo más probable es que me maten.  Otro golpe directo en las costillas y siento como el hueso se fragmenta, me retuerzo en el piso privada del dolor, grito cuando siento que el dolor me esta quemando las entrañas, no se cuantas costillas tendré rotas, pero a este paso me van a perforar un pulmón.  "¡Muévete!" Volteo mi cara al escuchar a la persona que me habla, veo todo en cámara lenta, lo unico que puedo escuchar en tiempo real es el sonido de mis sollozos y mi respiración entrecortada.  "¡Emma Muévete!"  Sigo llorando sin entender, lo veo y solo puedo leer sus labios, el pitido de mis oídos me impide tener audición, me hace señas con las manos, y niego aun llorando, me vuelve a llamar y cuando siento que mis ojos se van a cerrar, mueve sus manos en señal de que mire hacia arriba, cuando lo hago, me quedo paralizada de miedo, unas cadenas de púas vienen en mi dirección, solo me quedo esperando en impacto que me va a matar después de cinco latigazos.  "Emma... se fuerte, pelea, no te rindas ahora" Es voz..., ¡esa voz! ruedo en el piso apenas siento que la pia va directo a mi ojo, me pongo una mano en las costillas lastimadas y me pongo de rodillas delante de mis contrincantes, clavo mi vista en ellos, ya no voy a llorar, ahora voy a pelear, ¡Necesito pelear! pongo el puño de una de mis manos en el piso y me impulsó, veo al mismo infierno cuando siento un crujido en mi costilla por el movimiento brusco, grito de dolor, una que otra lágrima se sale de mis ojos, pero aun asi no voy a volver a caer al pavimento, me sujetó con más fuerza las costillas, no pienso dejar que esto me venza, ¡soy fuerte! clavo mi vista en ellos y sus sonrisas ladeadas en burla a mi me enciende, mi cuerpo echa fuego.  ¡Juro que los matare, aunque muera en el intento! Vienen hacia mi con armas en mano, el sujeto más alto con una cadena de púas con sangre seca en las puntas, la que supongo es la cabecilla del grupo tiene un látigo, y el imbécil que estoy más que segura que es el perro faldero, tiene un palo con clavos. Me superan en tamaño y rapidez, pero no en inteligencia, jadeo cansada, el pavimento está manchado de mi sangre, chorros de ese líquido espeso cae de mi cuerpo al piso.  Me ven como la auténtica presa que soy, ya estamos en la hora cero, ya no tengo casi energías para defenderme, pero si no lo hago me enterraran hoy mismo, el grandote se acerca a mí con una sonrisa cínica, se la devuelvo, aprieto en mi mano lo que recogí del piso antes de levantarme sin que ellos se percatarán.  Cierro mis ojos sintiendo el compás de mi respiración apresurada, suelto el aire clavando mi mirada de nuevo en mi objetivo, se acerca a mí de manera calmada.  Cuando llevas mucho tiempo en este mundo te das cuenta de que antes tu enemigo no puedes mostrar ningún tipo de debilidad, es conocimiento básico, las emociones son un punto clave en este negocio, si eres débil emocionalmente no sirves, las personas que no controlan su ira tampoco sirven, pero cuando te atacan y te quiebran a tal punto que ya no puedes controlar tu nivel emocional, solo tienes dos opciones, uno; te dejas vencer o dos; utilizas tu debilidad como fortaleza ante tu opresor. Sin pensarlo mucho ya se cual de las dos tengo que tomar...  Se detiene delante de mí listo para acabar conmigo, toma las cosas con calma porque piensa que en mi  estado actual soy débil, lo que no sabe es que mostrarse debil tambien es una estrategia para acabar con ellos.  Pone su mano en mi cuello haciendo presión, me dejo, que disfrute ver como me asficcia sera lo ultimo que podrá gozar en la vida, sus dientes amarillentos y su cara llena de cicatrices me repugnan, sentir sus ásperas manos en mi cuello me da asco, por su manera de hacer las cosas se puede decir que lleva bastante tiempo en este negocio como para acabar con un par de idiota, pero a mi me crearon para acabar con multitudes, no para dejarme vencer por parásitos, antes de que pueda prevenir mis movimientos le hundo el clavo que llevaba oculto en mi mano en la yugular. Suelta su agarre de mi cuello para dirigirlo a la zona donde se desangra, me empuja lejos de él cuando se empieza a ahogar con la misma.  Con mi cara inexpresiva dejo que caiga inerte en mis pies, y que su sangre termine de bañar mi cuerpo, levanto mi mirada y los presentes se quedan estáticos, me agacho sujetando la cadena, ahora no hay dolor, solo adrenalina, la mujer se viene en mi contra a toda velocidad, me lanza el látigo con intención de someterme, dejo que impacte en mi espalda, me encara y cuando esta lo suficientemente cerca le enrosco la cadena en el cuello haciendo presión, me trata de dar golpes en las costillas, pero aprieto mas limitando sus movimientos, siento como impactan un objeto sólido en mi espalda, trato de hacer caso omiso al dolor, pero después de tres golpes suelto el agarre de la mujer en mis brazos para alejarme del hombre que intenta facturar cada hueso de mi cuerpo.  Una patada en uno de mis costados me manda al piso, ruedo en el cuando intentan golpearme con el palo de clavos, me impulsó poniéndome de pie.  No huiré, acabare con ellos antes de que lo hagan conmigo.  Escupo la sangre que sale de mi labio partido, esquivo tres golpes hasta que me acorralan entre los dos, camino de espaldas hasta que chocó con el cuerpo del primer hombre que acabe, desvió mi mirada de ellos a el, visualizo el filoso clavo, me agacho y lo sujeto de manera firme en mi mano, cuando intentan arremeter contra mí de nuevo, decido clavarles el trozo de metal que tengo en la mano, el hombre me sujeta por el cuello y la mujer intenta golpearme, tengo la espalda pegada al cuerpo de aquel sujeto, me impulsó y la empujo con mis pies logrando que caiga al piso de culo, aprovechó la pequeña brecha de tiempo a mi favor y estirando el brazo en dirección a su cara empiezo a incrustar el clavo en el idiota que no me piensa soltar, después de escuchar su grito, afloja su agarre, lo muerdo y me termina de soltar, la mujer se viene contra mi y me hago a un lado dejando que impacte el palo con clavos en su acompañante, el hombre vuelve a gritar y cuando se voltea hundo de nuevo el clavo en su carne, apuntando a su cara, me sujetan del cabello impidiéndome mover con libertad, me desespero y decido seguir arremetiendo contra aquel hombre hasta dejar el objeto clavado en uno de sus ojos, al ver la sangre en mis manos y su tibieza sonrió, el sujeto cae al piso con gritos de agonía, me envuelven el cuello con el látigo limitándome el oxígeno, la mujer trata de hacer mas presión, pongo mis manos alrededor del látigo para tratar de respirar, toso y me resisto, la presión en alarmante para mi, siento que me quedan solo segundos de vida, me pego mas a su cuerpo guiando mis manos a su cabello, al ser de mi altura la puedo tomar con fuerza, siento que le arrancó las hebras de cabello, afloja un poco el agarre y desvía una de sus manos a las mías para que la suelte, le proporcionó una patada en la entrepierna y un golpe preciso en un seno, se aparta de mí dejando que el objeto caiga al suelo, aprovecho de quitármelo del cuello para pasarlo por el cuello de ella y hacer la suficiente presión, me golpea los costados pero en el intento arremeto en su cuerpo con mis rodillas hasta tumbarla, ya en el suelo me subo sobre ella, la sujeto del cabello e impacto su cabeza varias veces contra el suelo hasta que pierdo el control, no se cuanto tiempo pasa, pero cuando me doy cuenta su sangre baña parte de mi cuerpo y mi cara.  Me alejo de ella respirando con dificultad, y el bullicio a mi alrededor se revoluciona, miro a los lados de la jaula en la que estoy y todos aclaman mi nombre, caras desconocidas para mi me alaban por acabar con la vida de sus propios compañeros, el sonido de la puerta abriéndose me alerta, hasta que veo a una de las damas de la corte esperando por mi, camino hacia ella de manera apresurada, aplausos y gritos es lo único que se puede escuchar, pero cuando piso la salida de la jaula y bajo las escaleras todos inclinan su cabeza y se ponen de rodillas ante mi, el dolor punzante de mis costillas me hace inclinarme hacia delante, pongo una mano sobre ellas y camino de manera apresurada siguiendo a la mujer que me indica el camino.  Nadie habla, nadie me mira, nadie se atreve a atravesarse en mi camino, para ellos soy una diosa que vino a gobernar en su mundo, el temor se refleja en sus rostros.  Cuando por fin salgo de aquella fosa siento que puedo respirar, me dejan en mi habitación y caigo de rodillas al piso privada del llanto desolador, odio esto, odio tener que dejarme someter a este mundo, odio tener que volver a vivir lo mismo que viví en mi infancia, miro mi cuerpo bañado en sangre y siento asco de mi misma..., me apresuro al baño y me meto bajo la ducha con la ropa, me siento en el piso dejando que la lluvia artificial se lleve todo mi dolor.  Media hora después, con el pijama puesto, una doctora pasa a revisarme, me pendan el torso y me inyectan unos calmantes, me suturan las heridas y se va sin hablar, las damas de la corte salen detrás de ella y toman nota de los medicamentos que debo tomar, medicamentos que no sirven de una mierda ya que mañana me van a volver a encerrar en esa maldita jaula de nuevo.  Esto para ellos se considera entrenamiento, la portadora de la corona tiene que ser sometida al dolor antes de ser coronada, para evitar que cuando este en el torno los sentimientos no la afecten, son tres fases antes de la coronación; el dolor físico, en donde experimentas torturas, golpes y choques de electricidad, te encierran en una jaula y dejan que te superen en numero, todo el que quiera subir e ingresar a ella es bienvenido, son horas y horas interminables en las que debo pelear hasta que acabe con todos y cada uno de ello, luego están los canes, perros entrenados para matar, los lanzan a tu contra, si no acabo con ellos me toca un castigo, luego esta la silla eléctrica, son dos horas de choques eléctricos que te hacen desear no haber nacido, te dejan descansar 10 minutos entre cada media hora y luego te siguen dando choques que duran veinte segundos cada uno, dos minutos de descanso y luego otro choque y por último latigazos en todo tu cuerpo, cuando la fase uno termina, eres internada en la sala de enfermería, te curan las heridas y luego viene la segunda fase, la superación de las fobias, animales, incestos, sangre, agua, muertos..., todo lo que hayan estudiado de ti que sea tu talón de Aquiles lo utilizan en tu contra, culminada la segunda fase, te llevan a la tercera y última; la supervivencia, una reina no puede flaquear ante un pueblo, y menos dejarse morir en situaciones de guerra.  Te hunden en el agua encadenada, te someten a la cámara de gas, a la cámara de calor, donde la temperatura es tan alta que te quieres arrancar la piel, no te dan agua ni comida por días, interrogatorios interminables y fotos de las personas que mas amas muerta, juegan con tu mente, te vuelven loco, después de que ellos consideren que estas lista, te encierran en tu habitación hasta que estés completamente curada de las heridas físicas..., quedas tan traumado que ya no sientes nada, eres como un envase vacío, nada tiene sentido, eres solo un cuerpo que tiene que vivir para gobernar.  Miro el techo con lagrimas cayendo en cascadas, pongo la mano en mi boca callando mis sollozos, temo que las damas me escuchen, el techo con las pegatinas de estrellas me enferman, todo en esta cueva me enferma, creí ser fuerte, pero era una mentira, me estoy volviendo loca en este encierro, las paredes a mi alrededor son de roca de sólida, impenetrable, no hay ventanas, los ductos de ventilación están resguardados por una fuente de corriente que te puede matar al instante, intente huir mas de una vez de niña y termine internada por fuertes daños físicos, termine aceptando que este ere mi destino a las 7 años, me convencí de que este seria mi hogar en unos años, recuerdos invaden mi mente y no puedo evitar sonreír, la libertad tiene un precio y ese precio fue conocer personas a las que ame y odie, lamentablemente muchas de esas personas que se ganaron mi corazón serán casadas y masacradas para cumplir con la tercera fase.   -          Mi teniente – volteo a ver a un M sonriente – a que no adivina lo que encontré – me tiende sus manos mostrándome una fruta extraña, con cubierta marrón y rosada por dentro, la miro con asco -          ¿Qué diablos es eso? – la aparto de mi cara cuando viene con la intensión de que la coma -          Pruébela, le va a encantar, se la compre a unas personas que estaban de paso – niego caminando lejos de él, huyendo a que me obligue a seguir comiendo toma porquería que se encuentre por el camino, con la excusa de que tengo que alimentarme con lo que nos provea la naturaleza en esta misión -          ¡Aleja esa cosa de mí! – se ríe incitándome a que la coma   Amazonas, 5 de octubre del 2017.   El calor es infernal, las víboras se deslizan por los árboles y amenazan con atacar si te cruzas por su camino, monos y animales salvajes son una amenaza latente. Estamos persiguiendo a un narco, pagaron varios millones por su cabeza, el desgraciado sabe bien como ocultar su rastro. - Creo que pise algo asqueroso – A levanta el pie temiendo que lo que se encuentra bajo de el sea una araña   Miro atenta su pie esperando que la cosa que haya pisado no sea ningún aminal venenoso.   - ¡Que asco! Pise gusano – la baba y viscosidad se adhieren a su zapato causándole arcadas - Este sin duda es el peor trabajo que hemos hecho – me rio cubriéndome la boca con las manos evitando hacer mucho ruido - Eres la peor jefa del mundo – A se enoja pasando su pie sobre la superficie de un tronco caído limpiando su zapato     Año nuevo del 2018   Levanto mi copa brindando por el año anterior que nos trajo muchos frutos y riquezas, y por el nuevo que se nos traerá el doble de lo que nos trajo el otro.   Miro a mi alrededor a todos comiendo y brindando, no somos muy afectuoso, pero si sabemos celebrar la buena vida que estamos teniendo.  La nueva cede a la que nos mudamos cuenta con un enorme deposito donde podemos almacenar armas y artillería pesada, mi nuevo laboratorio es alucínate, equipos de primera mano, puedo crear todo lo que me plazca, mis proveedores de materia prima son unos árabes que me importan la mejor mercancía en el campo. Miro a los que considero mi familia de manera detallada, X tiene un torniquete en el brazo luego de que se lo fracturaran en una pelea contra un clan de narcos colombianos, M tiene a S sobre sus piernas, L se está atiborrando de comida luego de comer enlatados por una semana, A tiene su vista fija en mi mientras sonríe, pequeñas arrugas aparecen en sus ojos achinándolos, al igual que el, mi concentración se fija solo en la manera en la que sonríe y la felicidad que desprenden sus ojos, se me seca la boca de solo notar el color rojizo de sus labios y la humedad de esto. Se levanta y camina en mi dirección, me inquieta su cercanía, se detiene frente a mi posando una mano en mi cintura, acerca sus labios a la comisura de los míos y solo los roza.   - ¿Cuáles son tus planes para hoy? – pongo una mano en su pecho alejándolo de mi - Eso a ti no te incumbe – sonríe con sorna y afirma mas su agarre en mi cintura - No seré tu niñero esta noche, la hija del jeque me esta esperando en su hotel – le devuelvo la sonrisa asintiendo - Bien por ti, espero que ti noche sea provechosa – le doy un beso y en la mejilla y me aparto caminando en dirección a P No puedo evitar llorar ante todos los recuerdos que turban mi corazón y me mente, y solo puedo pedir una cosa con todo el dolor de mi alma, espero que me maten antes de verlo a el muerto. 
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