Capítulo 14. Los restos encontrados son de un varón neonato doctor. El amanecer trajo consigo un nuevo comienzo. Adaia, exhausta pero llena de alegría, sostenía a sus recién nacidos en brazos. Habían llegado al mundo dos varones y una pequeña niña. Los niños eran fuertes y robustos, con pulmones poderosos que anunciaban su presencia con vigorosos llantos. La niña, en cambio, era más pequeña y débil de los tres, pero sus ojos, abiertos de par en par, mostraban una tenacidad que conmovía a todos los presentes. El doctor milagro los observaba desde su lugar, él se mostraba orgulloso por haberlos traído al mundo, sus ojos brillaban con melancolía al recordar su pasado, Los trillizos eran un milagro en sí mismos, pero también un recordatorio doloroso de su propio pasado, un pasado que había i