Capítulo 17. Solo deme una caja pequeña para él, y también llevaré aquello de ahí. Sir Artur salió del campamento abandonado con una mezcla de frustración y determinación. Mientras caminaba entre los escombros y la basura, no podía dejar de pensar en la ropa de bebé que había encontrado. Algo dentro de él le decía que esa prenda pertenecía a su hijo, y que Adaia estaba embarazada cuando la vio fuera de aquel lugar de apuestas. El viento frío de la tarde le golpeaba el rostro, pero él no sentía aquel frío. Su mente estaba concentrada en una sola cosa, encontrar a esa escurridiza mujer. Sin embargo, las cosas no serían tan simples para sir Artur. Su prometida, Mary Grant, no era una mujer fácil de tratar. De hecho, la mayoría de las personas de la sociedad elite la consideraban como una mu