La misma noche Milán Julius Pienso que a nadie le gusta lidiar con situaciones incómodas, porque es molestoso, perturbador y nos saca de nuestra zona de confort, aunque en mi caso debería ser estar habituado a perder el control, no solo por mi carrera, sino porque vivo metiéndome en problemas. Sin embargo, nunca había estado en una confrontación con un rival, menos estar disputándome por una mujer. Por favor siempre las chicas estaban detrás de mí, volviéndome loco por una noche entre mis brazos, pero todo dio un vuelco extraño cuando en mi camino se cruzó Desirée, y por primera vez sentí que había perdido el control. Fui impulsivo para tocar su puerta gritándole en silencio “Elígeme, dame una oportunidad para ser parte de tu vida, porque vine por ti”. Tal vez fue un acto desesperado