2.Sueños

1157 Words
2.Sueños Franco Me apresuro a salir de la casa de Amelia. Lo estaba pasando bien durante nuestra charla, cuando la presencia de la pequeña Lily, de pronto me hizo sentir inquieto. La manera en la que intentó tomar mi mano, me recordó los días en que Annette solía hacer lo mismo. Le gustaba que paseáramos por lugares al aire libre, mientras, abrazados o tomados de la mano, hacíamos mil planes mientras caminábamos. Fueron mis tiempos más felices, pero ya nunca volverán. Una lágrima cae de mis ojos al recordarla. Han pasado diez años desde su partida de este mundo, sin embargo, sigo recordándola como si hubiera sido ayer la última vez que estuvimos juntos. ¿Será que alguna vez podré olvidarla? Subo a mi coche y lo pongo en marcha. Me dirijo al único lugar donde encuentro paz. En el camino, me detengo en una florería y compro un gran ramo de lirios blancos. Eran sus flores favoritas y siempre trato de que su tumba esté llena de ellos. Al llegar, apago mi vehículo un momento. Hace un año terminé mi relación con Regina. Es una excelente mujer, pero no éramos el uno para el otro. Nuestra profesión no nos permitía estar juntos mucho tiempo, y sentí que solo la estaba atrasando en encontrar al hombre que merecía. Así que le dejé libre. Al principio no estuvo de acuerdo, pero ahora lo ha comprendido y para su buena suerte, al poco tiempo conoció a un hombre que la llena en todos los aspectos. Le dedica su atención, ella es su prioridad y la hace sentir especial. Yo solo era un lastre en su vida. Estoy seguro que no tardará mucho en llegar al altar. Doy un gran suspiro y bajo del auto. Camino lentamente por el pasillo que me lleva al mausoleo. El lugar está muy tranquilo como siempre. La paz que se siente aquí, no la he encontrado en ninguna parte. Me detengo al fondo. En una bonita tumba, la cual está muy bien cuidada, está la foto de la mujer de mi vida. Annette. Mi bella y dulce Annette. Las lágrimas comienzan a fluir de mis ojos en cascada. Un sollozo se escapa de mis labios. —Hola amor. Necesitaba hablar contigo. Me sentía muy solo y fui a visitar a mi amiga Amelia. La pelirroja, ¿la recuerdas? Con ella me siento en paz. No como lo hacía contigo, pero al menos no me hace sentir la turbulencia que me provoca la ansiedad de no tenerte. El problema fue que su pequeña hija. Intentó tomar mi mano como solo lo hacías tú, y de pronto, sentí una pequeña descarga eléctrica como la sentía contigo. Tuve mucho miedo y vine a contarte. Creo que a partir de hoy, me mantendré alejado de ellas. El sonido de las hojas de los árboles comienzan a mecerse de manera rítmica, creando un ligero susurro. Sé que donde está ella me escucha. ***** Esa noche no pude dormir. Mis sueños eran confusos. Podía escuchar la risa de alguien muy joven que me danzaba alrededor de mí, pero no podía ver su rostro. «—Vamos Franco, baila conmigo. Debes superar tu dolor. Ella se ha ido, por favor, vuelve a vivir. » La risa y sus palabras resonaban en mis oídos pero yo me negaba a escucharlos. De pronto, la dulce voz de Annete resuena de manera clara. Me veo de pie, frente al árbol de aquel bosque donde solíamos ir de día de campo. Ella se acerca a mí, vestida con la misma ropa con la que fue sepultada. Cuando quedamos frente a frente, ella estira su mano fría y toca mi rostro. «—Mi amado Franco. No sabes cuanto te he extrañado. Pero yo ya me fui. Ahora mi cuerpo descansa. Por favor, déjame ir. A dónde vaya te estaré esperando, pero sé que será durante mucho tiempo. Trata de ser feliz. Si lo eres, yo también lo seré a través de ti. Su mano roza mi mejilla por última vez y desaparece. » Salto en la cama. Mi corazón aún late desbocado. El sueño fue demasiado real. Me levanto y me pongo las pantuflas para ir a la cocina a beber agua. —Annette. Me pides que te deje ir. Puedo hacerlo. Pero ¿ser feliz? ¿Cómo? –tomo lentamente de mi vaso, y sin querer, sin desearlo, a mi mente viene la imagen de Lily. Ella es como un ángel. Me prohibo verla de otra manera. Nunca podría traicionar la confianza de Amelia. Ella me abrió las puertas de su casa. Niego repetidamente. Hasta no hace mucho tiempo, yo veía a mi amiga como una potencial pareja, gracias a la intervención de mi madrina, pero con el trato, nos dimos cuenta de que lo nuestro no funcionaría. Ella me sigue pareciendo una mujer sumamente hermosa, pero creo que estamos destinados a ser solo buenos amigos. Y ella no podrá avanzar hasta que no decida olvidar a su esposo, aunque es más probable que termine regresando con él. ***** Ya no puedo seguir durmiendo, así que voy a mi gimnasio. Sigo una rutina extenuante. Necesito sacar los demonios que comienzan a atormentarme. El recuerdo de Annette fue tan vívido, como si realmente hubiera venido a visitarme anoche. Después de una hora, decido que es suficiente, y bajo para ir a mi habitación a tomar una ducha. Cuando estoy bajo la lluvia artificial, a mi mente viene el otro recuerdo. El de la chica que no pude ver su rostro. Sus palabras llegan a mi como un rayo. Superar el dolor. Volver a vivir. ¿Acaso será posible? Niego, no, eso no es posible . No puedo volver a abrir mi corazón, porque siento que Annette se lo llevó cuando se marchó de este mundo. Aún siento el calor de sus manos la última vez que estuvimos juntos y posó sus ojos en mí, para luego cerrarlos para siempre. Decido terminar y salir de la ducha. Cuando estoy solo con mis pensamientos, los recuerdos suelen atacarme, por eso trato de mantener mi mente ocupada. Me pongo ropa cómoda y voy a la cocina a preparar café. Mientras desayuno, tomo una de las carpetas que me traje del despacho. Se trata de un caso fácil. Fraude. Sonrío de manera malévola. Ya encontré donde encausar mis energías extrañas. Al parecer un hombre está siendo acusado de malversar fondos en su compañía, pero él se declara inocente. Leo todo el caso rápidamente y decido ir directamente a la delegación de policía. Me entusiasma poder enfocarme en algo. Pero cuando estoy cerrando la puertas de mi penthouse, la dulce voz de la chica regresa a mis oídos. «Debes superar el dolor. Vuelve a vivir. Baila conmigo» Me quedo quieto un momento. No sé de que se trate esto, pero no me dejaré influenciar por sueños sin sentido. Soy un hombre maduro, práctico. Así que esta ridiculez se queda aquí.
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