Tiempo actual
Algo extraño estaba ocurriendo, y la joven lo podía sentir fácilmente. Ese hombre que estaba frente a ella, no era un humano cualquiera. Sus ojos azul verdosos de vez en cuando cambiaban de color, le había curado sus heridas, y además era evidente que su velocidad no era común y corriente. Es por eso que, al llegar a esa conclusión, Elizabeth comprendió que no tenía ganas de quedarse para averiguar más de lo que ya se veía a simple vista. Ella no deseaba saber qué entidad poseía a ese hombre, o descubrir que era él realmente, es por eso que olvidó el plan original de robar algo en ese castillo, para irse lo más pronto posible. Sin embargo, mientras ella tiene esos pensamientos en mente, siente la presencia de alguien a su lado, es por eso que rápidamente la joven se voltea,
