Minutos mas tarde después que Harald dejó a Elizabeth en la habitación, la joven se levantó de la cama para ir hacia el closet, y buscar algo que usar después que aseara su cuerpo, pensando que si tan solo robaba un objeto, cualquiera de esa habitación y saliera huyendo de ahí, sería mas que suficiente para regresar a su antiguo plan de pertenecer a la banda de Los Osos Pardos. Sin embargo, aunque la idea era tentadora, ella prefirió aceptar el trabajo de sirvienta en esa casa embrujada, porque se adecuaba mas a su estilo, vivir entre fantasmas mientras limpiaba un castillo abandonado, acompañada por un noble que sin duda alguna no era un humano común y corriente. «Definitivamente prefiero estar aquí, es mas interesante »piensa Elizabeth abriendo el closet, observando que dentro había rop