***Atención: esta historia ha sido modificada en cuanto la extensión de los capítulos y la cantidad de los mismos, para tener mayor alcance hacia los demás lectores*** El tatuaje que tiene Evan en el omóplato izquierdo, son tres aspas alargadas que forman un círculo perfecto al encontrarse en sus extremos. La circunferencia es del tamaño de mi mano, adorna la piel bronceada de su ancha espalda como un recordatorio irónico: el de un exitoso neurocirujano con una faceta rebelde. Me he cuestionado cuándo se lo habrá hecho, pero no me he atrevido a preguntárselo a él; de hecho, hasta ahora nuestra “relación” se ha basado en pasionales encuentros que me volatilizan el cuerpo con espasmos de placer. Me acuerdo de todo lo que se llega a escapar sobre él, hasta ahora sólo algo sobre una cabaña