Evan ha leído mi texto, eso es seguro. Suelto el aire sintiendo un poco de alivio, ahora que le he avisado que Neil no dirá a nadie que lo encontró en nuestro departamento, al menos eso me prometió mi hermano rubio. Su boca se mantendrá sellada aún frente a Marion y sobre todo, Alan. No tengo motivos para no creerle, porque él es de las personas más leales que conozco, de hecho, se rige por sus propios principios que le han inspirado para lemas de vida como “nunca retroceder en sus palabras”. A lo largo de lo que va de su vida, lo ha cumplido al pie de la letra, así que me permitiré respirar sosegadamente, porque confío en mi hermano Neil plenamente. Además, todavía tendré el resto de la noche para hablarlo con Evan… Inhalo hondo, recargando la cabeza en los azulejos fríos de la cocina