Me siento intimidada y prefiero dejar de lado el champán antes de cometer una tontería. La escandalosa risa de Neil me sobresalta, de inmediato lo busco con la mirada, encontrándolo con mi prometido y su grupo de amigos. Tiene la atención de los chicos puesta en él y hace aspavientos con las manos, mientras cuenta una anécdota que seguramente es divertida. Rick (de la mano con Elaine, quien no se le ha despegado a su novio para evitar malos tragos con sus “suegros”), está atento también, aunque Neil hace todo lo posible por ignorarlo. Resoplo en silencio: mi hermano rubio es la persona menos indiscreta del mundo y también la más infantil. ¿Acaso no pensaba disculpar a Rick todavía por ser él el padrino de anillos? Tras unos segundos de resignación me fijo en Alan, él metido en un traje