Capítulo XXI —¿Norma Costante? ¡¿Tu druda34 se llama así?! ¡Ah, pero tú si' 'nu35 un traidor asesino! —Vittorio había explotado de rabia directamente en mi cara, a pocos centímetros. Algunas gotas de su amarga saliva me llegaron al mentón. ¿Cómo podía haber imaginado que la esposa que le había abandonado era Norma? ¿Solo porque Lines que había revelado que no había tenido dos, sino tres maridos? ¡Ni siquiera me había dicho que el primero fuera italiano! Y aunque era verdad que, como ella me había referido, las personas que de verdad cuentan en Nueva York se conocen todas y, por tanto, que también la esposa de Vittorio debía estar en ese entorno tras haberse casado en segundas nupcias con un neoyorquino muy rico y después con un artista famoso, siempre se trataba de centenares de personas