El licenciado Barradas continuó leyendo la última voluntad de mi padre… “En pleno juicio de mis facultades y completamente seguro de mi decisión, designo que la otra mitad de mi fortuna sea entregada en su totalidad… al primer hijo que tenga mi hija Ana Paula cuando este cumpla la mayoría de edad. Esperando que se cumpla a cabalidad cada una de las cláusulas de este testamento; les deseo a todos una vida feliz” — Señores, hemos concluido con la última voluntad del señor Pedro Rincón. Solo me queda entregar a Ana Paula, esta carta que su padre me encomendó le diera en sus propias manos y que está escrita de su puño y letra. El contenido de la misma, solo debe ser del conocimiento de ella. — ¡No! ¡Eso no puede ser todo! No es justo que mi padre no me haya tomado en cuenta en su