Días después.. Habían sido días muy dolorosos por el fallecimiento de mi padre. Ya de por si el dolor de perder a un ser amado es indescriptible, pues para mí fue doblemente doloroso. Tuve que soportar ver sufrir a mi madre mientras se preguntaba a cada momento el por qué Dios se había llevado a mi padre inesperadamente, cuando le quedaba mucho tiempo por vivir. Ellos tenían toda una vida juntos, y no sabía cómo iba a vivir a partir de ahora sin su presencia. Me atormentaba la idea de saber, que su muerte se pudo haber evitado de no haberse enterado de la verdad, eso no me dejaba vivir en paz. Por otra parte, estaba el problema de Abril, desde la muerte de papá, había cambiado considerablemente su comportamiento, me trataba de forma diferente a como antes lo hacía. Desde pequeñas, hab