Mi boca estaba seca y me tocaba las manos con nerviosismo. No solía ponerme nerviosa casi nunca, pero en esta ocasión tenía que sacar mi lado más sensual y femenino. Nunca había sido una chica femenina. Había vivido peleando entre hombres y eso me preocupaba en estos momentos. Creí que sería más fácil si Thomas estaba conmigo en esto. Pero llevaba llamándole toda la mañana sin ninguna respuesta por su parte. Y aún no estaba aquí. No debí decirle aquello… Annie y Jennifer me observaron. Annie me tocó el brazo y me sonrió. —Tranquila, aparecerá. Intenté esbozar una sonrisa, pero sentí que mis labios temblaban. Hasta ellas se habían dado cuenta de lo que estaba pensando. ¿De verdad seré capaz de hacer esto? —Sasha, no te preocupes más —esta vez habló Jennifer—. Has trabajado duro,