Entrecerré los ojos. ¿Por eso estaba tan nervioso? Reí interiormente. —¿Quieres entrenar? —pregunté dudosa. Él estaba en la RNC por sus conocimientos tecnológicos, no por su práctica de tiro ni de cuerpo a cuerpo. No era agente de campo. —Sí —asintió convencido—. Estoy cansado de que solo me vean como el cerebrito y de que se metan conmigo por no saber defenderme —me quedé pensativa. Era verdad que se metía con él a todas horas. Thomas me observó y me cogió de las manos para volver a hablar—. Quiero ser bueno y darle en la boca a Gabriel. Fruncí el ceño. Solo quería venganza. No estaba segura de que esa fuera una buena razón para entrenarlo, pero tampoco es que fuera la más adecuada para hablar. —¿Sasha? —Thomas me miraba preocupado al ver que no contestaba. Eso de sumirme en mi