Elizabeth vio la hora en su teléfono por sexta vez en el día y volvió a su trabajo, intentaba mantenerse consciente mientras trabajaba, la última vez se le había pasado la hora, algo que era normal cuando su mente se concentraba en una actividad, pero un lujo que no se podía dar cuando tenía que cuidar a alguien en la casa. Megan era una adolescente bastante independiente y pasaba la mayor parte del tiempo fuera de casa por las clases normales y extracurriculares, sin mencionar su práctica de baloncesto, pero Elizabeth se tomaba el tiempo por las noches para conversar de su día con ella, la cena era importante en su rutina. La última semana había sido una tortura, Eliot era experto en finanzas y estaban en un caso sobre malversación de fondos, Elizabeth había pasado metida en papeles sin