Leila: Llegue a la fiesta un poco tarde y las personas ya habían llegado. Matt me recibió con un cálido beso tomándome de la mano, tomó el regalo de Emma que yo tenía en mi mano y la colocó sobre la mesa. Era un piano de juguete del cual me había enamorado cuando lo vi, se me parecía mucho a ella y pues se lo compré al instante. Me fije que el sol ya se estaba ocultando y que era una noche bastante cálida para la fecha, el viento era frío, pero apenas se sentía. Y los árboles que cubrían los alrededores de la casa también era una gran ayuda en contra del frío. Salude a Kate como siempre, pero ella lloró sin ninguna pena, ya que con todo lo del secuestro solo había podido hablar con ella por teléfono para decirle que estaba bien y para pedirle las llaves de su casa. La había visto por 5