Dániel
Estaba muy feliz por la recuperación de Max, pero algo había dejado un mal sabor de boca en mí, en el hospital preguntaron mucho por sus padres al momento de hacer el papeleo, pero por obvias razones no sería posible que aparecieran y aunque he cuidado de él estos años; no me había visto en la necesidad de hacer la documentación como tutor o responsable legalmente de Max.
Fue gracias a Robert que se hizo cargo de todo para que el hospital no volviese a hacer más preguntas y dejar todo p**o y firmado por medio de un abogado, que en este caso sería él, pero ahora que no estaba Helena para alguna emergencia debía apresurarme en caso de que ocurriera algo en una próxima ocasión.
Estaba con Janet comentándole la situación, pues si hay alguien en quien confíe plenamente es en ella, además de que en su momento debió hacer este mismo trámite con sus hermanos.
-Dani no creo que debas preocuparte por eso, en muchas familias pasa así y no quiere decir que el gobierno esté tocando la puerta de todas-
-Ya lo sé Janet, es solo que no puedo evitar pensar en eso, sé que sueno un loco, pero al menos creo que debería hacerlo, ese día en el hospital contamos con suerte gracias a Robert que se encargó de todo, pero quizás la próxima no sea así-
-Bueno, ¿y qué piensas hacer?-
-Voy a volverme el tutor legal de Max, aunque no te niego que me encantaría adoptarlo, pero eso es algo que deberé hablar con él en su momento-
-Eso sería muy lindo de tu parte, a fin de cuentas tú eres quien ha criado a ese pequeño y mira que hasta tiene tu encanto-
-Claro que lo tiene, eso es de familia-
-No lo dudo, considerando lo galante que es tu padre es lógico que él también lo sea-
Esa semana me dispuse a revisar toda la documentación e informarme con un abogado, había pensado pedirle el favor a Robert ya que era alguien reconocido en la ciudad, pero no me sentí muy seguro y aun cuando fuese un trabajo para él tampoco quería que Ragnar se enterara, así podría darle después la sorpresa a Max.
Cuando llegué a la oficina para que me explicaran todo el proceso y empezar el trámite, la joven que me atiende me dice que había un problema en la base de datos sobre Max; lo que se me hizo extraño, tengo entendido que mi hermana dejó todo en orden excepto que no había nombre del padre.
Tras un arduo trabajo, la joven pudo encontrar la información que necesitaba para empezar el trámite y así ser el tutor de Max, sé que es un gran paso y hasta ahora me pregunto por qué nunca le dije a mi hermana que hiciéramos esto, pero no importa, lo haría que era lo importante y si él me aceptaba entonces más adelante comenzaría el trámite de adopción.
-Perdón por la tardanza señor Ferrer, ya con toda la documentación lo único que necesitaría sería el consentimiento de su madre y lo demás lo haría según lo indicado-
-Lo siento pero eso no es posible, mi hermana falleció hace unos meses, en agosto, ¿qué puedo hacer en ese caso?-
-No señor Ferrer, la Señora D’Porti es la madre biológica, que asumo es su hermana, pero yo hablo de la persona que lo adoptó poco después del fallecimiento de ella-
-Espere ¿de qué está hablando? eso no es posible, nadie pudo haberlo adoptado sin que mi hermana y yo nos enteráramos, es más ¿cómo puedes adoptar un niño y ni siquiera ir por él?-
-No sabría responderle a eso señor Ferrer, pero es lo que aparece en su expediente-
-Y según eso ¿quién se supone que lo adoptó? ¿tiene algún teléfono para comunicarme con esta mujer?-
-No hay teléfono ni dirección, solo aparece el nombre de Ragnar Wintar Jhonson, si desea puedo investigar y ver qué consigo-
Quedé en shock al escuchar ese nombre, es imposible, esto no puede ser no entendía nada ¿en qué momento había ocurrido eso? ¿cuándo y por qué ella, justamente ella? Ignoré por un momento los hechos y procedimos igualmente con todo, estaba dispuesto a obtener la tutoría de Max, pero también debía aclarar muchas cosas.
Salí del lugar y llegué a casa para dejar todos los papeles, tomé una cerveza y me quedé pensando en lo que me enteré. ¿Acaso Ragnar conocía a mi hermana? ¿será que Helena le dio el poder para adoptar a Max? ¿pero de ser así, en qué momento lo hizo? Suspiraba profundo y restregaba mis manos en mis ojos y rostro intentando comprender toda esta situación.
Entonces vi una foto que tenía en la pared del día que estuvimos con mi padre reunidos, él debía saber algo lo sé, cuando me contó todo dijo que conocía a Ragnar y a su padre desde hace años siendo un buen amigo de este último. Intenté llamar a mi padre, pero no obtuve respuesta, cuando llamé a su casa me dijeron que se encontraba fuera de la ciudad por negocios y que no regresaría sino hasta dentro de una semana.
Me sentía frustrado, pero si no obtendría las respuestas de él, entonces tendría que sacarlas de la persona con la que menos quería hablar y cuyo nombre era el causante de tantos eventos en tan poco tiempo.
Estuve pensando con calma toda esa noche para saber bien cómo iba a proceder en este interrogatorio, además de enlazar las fichas poco a poco entre los hechos ocurridos con su aparición hasta la última vez que vi a mi hermana.
No sé si quiero estar equivocado o no, pero quizás ella sea la mujer de la cual mi hermana estaba enamorada, igual iba a conocerla, suponiendo que mis sospechas fuesen ciertas tendría sentido, lo que no lo tenía es que apareciera de esa forma en nuestras vidas.
Así que llamé al fin a Ragnar y le pedí que nos reuniéramos al día siguiente en mi casa, estaba dispuesto a obtener la verdad completa sin importar lo imposible que resultase de creer.
(...)
Me alisté rápidamente luego de despachar a Max, ya con la cabeza en orden y fría estaba listo para lo que viniera. Escucho el timbre, al abrir la veo allí con esa misma mirada inexpresiva y la hago pasar para que se siente en el sofá conmigo.
-¿A qué se debe esta invitación tan inesperada?-
-Ragnar, ¿de qué conoces a mi hermana, cuándo y cómo pasó eso?-
Ella me veía bastante sería, incluso se ve un poco tensa, pero ya no había marcha atrás, la moneda estaba en el aire y ahora debía ver el resultado. Luego de unos segundos de su silencio por fin escuché su voz.
-Quieres saber sobre la adopción de Max ¿no es así?-
-¿Entonces no lo vas a negar?-
-No tiene sentido hacerlo-
Esa mañana me contó cómo conoció a Helena, de la relación que habían tenido, la forma en que murió, también me dijo en qué momento llegó Antonio a ese lugar, la visita del abogado y cómo procedió para el trámite sin que nos enteráramos.
Era tanta información por digerir que por un momento me sorprendió haberme quedado en silencio durante su relato, pero necesitaba escuchar hasta la última palabra y ahora que lo había hecho era demasiado para mí, más al escuchar la muerte de mi hermana y todo lo ocurrido después de eso
¿En qué pensaba Helena para hacer esa locura? ¿por qué no decirme nada esa última noche que estuvimos juntos? Mil preguntas más abundaban en mi cabeza, mi ira se disparó a los cielos y nada ni nadie podía calmarme ahora.
-Mi intensión nunca fue adoptarlo Dániel no me interesaba hacerlo, solo no quería que pisara un orfanato, estaba pasando bastante con la muerte de su madre como para agregarle más peso y lo mejor era que estuviera en su casa contigo-
-¿¡Y después qué, te ibas a deshacer de la adopción como si nada y de paso de él!?-
Grito furioso al haberme enterado de la verdad, mi rabia no es solo con ella sino con todo el trasfondo que no solo ellos ocultaron, sino también mi propia hermana, ¿cómo es posible que no confiara en mí para dejarme a cargo de Max? Fue capaz de dejarlo en mis manos todos estos años, pero ahora que conoce a una mujer ¿va y se lo entrega como si nada?
-Solo tenía que esperar un año y me he encargado de ir agilizando ese proceso para reducir el tiempo y anular la adopción, por algo no permití que cambiaran sus apellidos-
-¿Y qué pensabas hacer después con él, lo abandonarías una vez no tuvieras la responsabilidad legal?-
-Él no es un objeto del que te puedes deshacer Dániel, si estoy en su vida es porque así lo quiso él yo no lo obligué a nada, ni siquiera pensaba entrar a su vida cuando vine-
Detesto que pueda tener esa tranquilidad al hablar cuando yo no puedo calmar mi rabia, pero eso no quiere decir que su tono no sea firme, como si se estuviera conteniendo.
-¿Entonces para qué te quedaste en Brooklyn? no entiendo Ragnar dices que no querías adoptarlo, pero igual lo haces, luego que no querías conocerlo y ahora estás metida hasta en sus sueños, te lo dije desde que supe de tu existencia que no quería que lo lastimaras, él es un buen chico y no se merece que jueguen con sus sentimientos-
-Sé perfectamente la clase de persona que es no necesitas decírmelo y tampoco pretendo jugar con él-
Las cosas ya estaban demasiado acaloradas entre ambos y no parecía haber un punto de inflexión.
-Solo quise verlo de lejos, no pretendía hablarle ni llegar a este punto Dániel, aquella tarde en el parque él fue quien me vio, yo no sabía que estaba allí hasta que me habló-
-Pero sí lo reconociste Ragnar, sabías quién era él y aun así seguiste con todo el tema de los mejores amigos-
Ella quedó en silencio no sabía ni que responder, a fin de cuentas lo que decía era verdad, ella lo reconoció y en ningún momento se detuvo con todo esto, pero explicar las razones del por qué lo había hecho era algo que no estaba dispuesta a hacer, era claro que no iba a exponerse ante otros de esa forma y eso solo me hizo darme cuenta de la verdad.
-Entonces sí tenía razón en ese momento, si pasaba algo más, quizás no lo que imaginé, pero tampoco estaba errado en el camino-
La miré de una forma tan oscura como no creo haber visto antes a nadie.
-Dime una cosa Ragnar ¿qué significa él para ti? ¿tan si quiera te importa realmente su vida o todo fue parte de un buen teatro?-
Solo silencio, ni una palabra o un gesto… nada.
-Eso me imaginé, nunca te importó Max jamás te importó realmente-
Debí hacer un esfuerzo demasiado grande para evitar abofetearla, por mucha ira que tuviese nunca me rebajaría a algo así, pero sin duda la rabia me estaba consumiendo y simplemente no pensé solo solté aquello que sentía en el momento.
-Eres una maldita mentirosa vil farsante, no te mereces el cariño de Max, ni siquiera sé qué vio mi hermana en ti, pero Helena estaba muy equivocada, siempre fue pésima para escoger hombres en su vida, pero contigo se sacó la lotería-
En ese momento escuchamos un ruido y ambos volteamos a la puerta viendo a Max con un semblante triste y a la vez oscuro, estaba tan enfocado en esto que no lo sentí llegar.