Viernes 1º de agosto
Ragnar
—Te veré el lunes cielo, vendré a buscarte a las seis.
—De acuerdo, pórtate bien y no dejes que los chicos destrocen la nevera como la última vez.
—Ve tranquila, me encargaré de todo —nos despedimos y la veo marcharse en el autobús tirando un beso por la ventana.
Nuestro amor ha crecido de una forma increíble, aunque últimamente la he visto preocupada, tras llegar de sus viajes suele quedarse pensativa y a veces va al jardín a ver los girasoles que planté para ella ya que son sus favoritos, el estar en ese espacio parece relajarla un poco. No quiero presionarla con nada, sé que en su momento lo dirá y se lo he hecho saber de alguna forma, Ismael dice que quizás no sabe cómo decirme ese algo y solo debo darle tiempo.
Este fin de semana lo aprovecharé para hablar con algunas personas y definir la construcción de la casa que he diseñado, una donde empezaremos un hogar las dos, es una sorpresa que llevo preparando desde hace un tiempo y quiero dejarlo como su regalo de cumpleaños que será en una semana.
En ese momento recibo una llamada de Oz dejándome extrañada, pues tengo entendido que a esta hora se encuentra en cirugía.
—¿No deberías estar trabajando?
—Es la única manera que tengo para contactarme contigo porque no pudiste llevarte tu móvil, sino que en vez de eso llevaste otro siendo mi padre el único que tiene este número.
—¿Travis?
—No puedo creer que te vayas y no te atrevas a darme ni el muérete ¿Acaso estoy pintado en la pared o soy tan poca cosa para ti que no me pasaste este número?
—¿Qué haces con el móvil de Oz? ¿Pasó algo?
—¿¡Es lo único que sabes preguntar!? —grita exasperado. —Te recuerdo que también significas mucho en mi vida aun cuando te olvides de mí Ragnar —no pude evitar morder mi labio solo de imaginar la cara que tendrá.
—Travis yo…
—Ni se te ocurra hacerme uno de tus teatros porque estoy que mato y como del muerto y te aseguro que eres el objetivo y no en un sentido s****l —realmente está a punto de escupir fuego.
—¿Será que puedes dejar de gritar y escucharme un momento? —pregunto tranquilamente y él suelta un suspiro resignado.
—Bien, te escucho.
—Livi y Oz me han contado todo lo que ha pasado allá e incluso llamé en navidad para hablar con todos, pero tú no estuviste en casa.
—Lo sé, pero no es excusa Rag, siempre pregunto por ti, he querido verte, llevo dos años sin saber nada de ti; no sé si comes bien; si sigues teniendo todas tus extremidades; si decidiste entrar a un culto religioso…
—Te amor Trav —interrumpí su quejumbrosa lista.
Es un exagerado, viendo que el año pasado sí hablamos varias veces cuando estaba en casa de Marcus e incluso un par de veces al estar en casa de Oz, solo que no desde este número puesto que solo lo usaba para comunicarme con Oz e Isma en caso de emergencia. Él continuó diciendo otra tanda de cosas más hasta caer en cuenta de lo que dije y un silencio se hace presente, reviso la pantalla creyendo que quizás se cortó, pero todavía está en línea.
—¿Trav? ¿Estás bien?
—No… repite lo que dijiste —ladeé una sonrisa al escucharlo anonadado y a la vez conteniéndose de hacer un puchero de niño chiquito.
—Que te amo Travis Benjamin Oz y de estar contigo en este momento, me arrojaría a tus brazos robándote un magnifico beso que sé mueres por darme desde hace unos años, también quiero darte las gracias por todo el cariño que me has dado y por hacerme tan feliz, porque sí Trav, me has hecho muy feliz y he disfrutado cada una de las bromas que te he hecho.
—¿Qué haces con eso Travis? —escucho a Oz de fondo.
De pronto todo queda en silencio nuevamente hasta que él le pregunta a Trav qué le pasa y por qué está llorando, mi corazón se agita de felicidad al pensar lo que ese hombre me hará el día que nos veamos nuevamente.
—Ahora entiendo el motivo —esta vez Oz toma la llamada. —Pequeña hablaremos después, debo sacar a mi hijo del trance que le provocaste —río al imaginar su expresión.
—De acuerdo, dile que me debe un beso y lo cobraré pronto.
—Así será, hablaremos en la noche mi pequeña.
Cada vez se me hace más difícil permanecer en este lugar, sé que Helena es feliz aquí, pero no soporto estar más tiempo alejada de mi vida; mi familia; mis amigos y más ahora que tengo tantas cosas claras conmigo misma. Sé que no debería hacer planes concretos, pero una vez hable con Helena, y si ella acepta mi pasado y el presente que me ha estado esperando en Nueva York, entonces tengo pensado volver a la Orquídea y hacerle saber lo necesario de esto, especialmente lo relacionado a ciertas personas que están muy unidas a mí.
Lo bueno es que allá podemos tener la casa que quiero para ambas y también estaría cerca de su hermano para que no deba viajar más, podrá conseguir un trabajo en la ciudad de lo que quiera, abrir su propia empresa o laborar en alguna de las mías y por supuesto, haré lo posible por convencer a Isma para que también se quede en la ciudad con nosotros, no creo que deba estar más tiempo lejos de la familia y menos cuando sé que los extraña demasiado.
(…)
Helena
Mi relación con Ragnar es de ensueño, finalmente he cruzado ese túnel lleno de dolor y siento que puedo ser feliz, sobre todo, cuando pasamos nuestro segundo aniversario en las cataratas del Niágara, porque sí, en efecto cumplió el sueño de mi vida. El día que se lo dije solo era por hablar, pero cuando me armó ese teatro (del cuál la hice pagar después por haberme hecho preocupar) y llegamos a nuestro destino, quedé sin palabras, estaba impactada pues era más impresionante de lo que se ve en las fotos, estar bajo la cascada es una locura y el vivir esos días con ella fue mágico, pero también mi sueño hecho realidad porque ella realizó más de uno en ese viaje.
Sin embargo, no todo ha sido felicidad, desde diciembre que fui a casa de mi hermano he estado pensando mucho sobre nuestra relación y creo que ha llegado el momento, en nuestro aniversario ella eliminó todo rastro de duda o temor que pudiese quedar en mí, porque al vernos ahí, vi un futuro con ella, lo único que me carcome por dentro es que no sé cómo decirle ese secreto, no sé cómo lo tomará y más porque he dejado pasar tanto tiempo, ella definitivamente ha confiado demasiado en mí como para no presionarme por conocer a mi hermano y no hacerme preguntas del pasado.
Para colmo, mi hermano lleva intentando sacarme alguna palabra cada vez que lo visito ya que tampoco he querido hablarle de ella, así que esta encrucijada me está matando. Es por eso que en este viaje he decidido hablar primero con mi hermano, él ha sido mi apoyo toda la vida y quiero su opinión con respecto a Ragnar antes de presentarlos.
Pasamos el fin de semana felices, pero como siempre, siento que el tiempo pasa volando y ya es domingo por la noche así que es ahora o nunca, él se acerca a mí con un pocillo de chocolate y malvaviscos, sabe que si algo me relaja en momentos como este es el chocolate caliente, aun cuando estemos en pleno verano.
—Bueno Helena, ¿me vas a decir lo que ocurre o deberé persuadirte como siempre? —tomo una bocanada de aire para coger el impulso.
—Dani, llevo saliendo desde hace dos años con alguien, no quise decirte nada porque sé cómo te pones cuando eso pasa, de hecho, todo fue muy raro con esta persona, pero me ha demostrado con hechos todo lo que le importo, ha cuidado de mí en este tiempo y no es como mis anteriores relaciones, esta vez siento que soy en verdad feliz y que encontré a alguien bueno que me ama de verdad.
Solté todo un poco rápido por mis nervios, pero igual fui clara y sincera en cada palabra, aunque ahora veo la cara de mi hermano con temor, él analiza cada palabra que le menciono hasta que da un suspiro y me regala esa mirada de amor que me encanta de él.
—Eso lo sé tontita ¿Acaso creíste que no me daría cuenta? —pregunta con obviedad. —si ahora llegas feliz de ese pueblo; lo que no pasaba antes, incluso tu semblante ha cambiado Lena, te ves radiante y llena de vida, se nota que esa persona es buena y te trata con respeto y amor.
—En verdad lo hace Dani, tú sabes todo lo que he sufrido antes, tú más que nadie, es por eso que tenía miedo de que las cosas fuesen a mal y tener que volver a escuchar tus reclamos.
—Lena, si eres feliz con esa persona por mí está bien, pero ya dos años es demasiado tiempo, así que... ¿Qué te parece si en el próximo viaje traes a esta persona para conocerlo? Veamos por fin quién fue el afortunado que robó tu corazón.
—Bueno... ahí está la otra parte de la historia —digo con nerviosismo y muerdo mi labio con preocupación un hábito que se me está pegando de ella.
—Helena D'Porti Ferrer, no me vas a salir con que es un viejo decrépito a punto de morir porque me vas a escuchar como nunca —me dice a modo de regaño.
—¡No! Claro que no, es que... amm... no es él... es ella, es una mujer.
Mi hermano abre sus ojos de la impresión y ya no sé qué me preocupa más en este momento, intenta recuperar la compostura y toma una bocanada grande de aire.
—Bueno, eso no lo vi venir. No entiendo, ¿cómo pasó si nunca te gustaron las mujeres? de hecho, apenas y tenías amigas.
—Ni yo misma lo sé Dani simplemente ocurrió, las cosas surgieron poco a poco y un día solo pasó, no estaba segura de cómo continuaría todo, pero ya vez, incluso ahora seguimos juntas y la amo con todo mi ser.
—Bueno hermanita, si traerás una cuñada para mí qué se le puede hacer, igual eso no cambia las cosas, vamos a conocer a tu chica y a ponerle los puntos sobre las íes —recibí un cálido abrazo de su parte que me quitó un peso de encima.
Con esa última frase sentí que me regresó el alma al cuerpo al saber que mi familia estaba dispuesta a conocerla. A la mañana siguiente salgo muy temprano ya que son seis horas de viaje y quiero hablar con Ragnar ahora que todo quedó arreglado con mi hermano, de alguna u otra forma me voy tranquila.
—Buena hermanita, cuídate mucho, no olvides llamarme y avísame cuando salgan para venir a buscarlas ese día.
—Sí, no te preocupes, antes te agradezco por todo Dani, no sé qué sería mi vida sin ti —le digo con un fuerte abrazo.
—Sería muy aburrida —nos separamos dejando nuestras manos enlazadas. —Helena, una pregunta antes de irte —ese tono no me gustó nada.
—Ya creo saber lo que me preguntarás y la respuesta es no, ella no sabe nada de mi pasado, solo sabe que tengo un hermano en la ciudad al cual vengo a ver cada cierto tiempo, pero nada más.
—¿Y nunca te ha preguntado nada? ¿Ni siquiera por los viajes? Es increíble considerando que son dos años, quizás los primeros meses lo entiendo, pero...
—No, ella también tiene un pasado, decidimos que en su momento hablaríamos de todo y creo que mi momento ha llegado, no puedo guardar ese secreto eternamente Dani, es por eso que me voy antes para hablar con ella y decirle la verdad.
—Bueno hermanita, si por alguna razón las cosas se ponen muy mal, solo llámame o toma un autobús directo acá que te estaré esperando con los brazos abiertos, recuerda que no mereces más dolor Lena; solo felicidad.
—Gracias Dani, no te niego que estoy nerviosa porque no sé cómo tome la noticia, pero de alguna forma este tiempo que llevamos juntas me hace pensar que todo va a estar bien y ella sabrá comprender.
—Eso espero, ahora ve, te deseo lo mejor y de igual forma las estaré esperando a las dos con los brazos abiertos, prepararé un fin de semana excelente para todos.
Me guiña un ojo acompañado de una coqueta sonrisa que enamora a más de una y le doy un último beso y abrazo antes de emprender mi viaje. Solo espero que todo salga bien cuando llegue… Por favor Ragnar escúchame y compréndeme cuando te diga este secreto, confiaré en que el amor que nos tenemos no se vea afectado por mi pasado ni mis acciones.