Abstracción de la luz

10. ERES MI SOL

Ragnar

—Creo que la respuesta siempre estuvo en mi boca —respondí en lo que él me ve desconcertado. —En mi desesperación por saber el significado concreto de algo que me es posible palpar, me confundí de más y eso hizo que complicara la interacción con las emociones positivas.

—¿Eso quiere decir que si no puedes tocarlo, no existe para ti?

—Algo así, el odio; la ira; el rencor; la venganza y el dolor, son cosas que identifico perfectamente en mí porque siempre estuvieron conmigo, porque en las múltiples experiencias las sentía hasta las entrañas, pero las positivas nunca me fueron explicadas adecuadamente ni me permitieron experimentarlas.

—¿Y ahora? ¿Por qué fue diferente con nosotros si de igual forma tuviste una familia que te dio tantas cosas buenas?

—Por la vida que escogí —respondí tajante. —Sé que muchos pensarán que fue culpa de Marcus al someterme a tantas peleas e involucrarme en la mafia, pero él nunca me forzó a nada, sino que era yo quien lo había decidido y aun cuando tuve la oportunidad de renunciar, no quise hacerlo porque era un punto neutro entre lo que conocí siempre y mi nueva vida.

—Rag… —hace una pausa meditando las siguientes palabras. —¿Te arrepientes de esa decisión y la vida que has tenido con la familia?

Se nota que estaba asustado de que quizás en medio de esto que le decía revelara que me alejaría de ellos, mi familia, Isma sabe perfectamente lo que significo para ellos y sé que también me hizo parte de su vida, de la misma forma en que él pertenece a la mía, pero sabía perfectamente la respuesta. Así, me acomodé a horcajadas sobre él quien sorpresivamente no me apartó, pero tampoco me veía excitado o como si tuviera una mujer sobre él, sino que era más como un bello tesoro en sus manos, el mismo que ha cuidado y visto Marcus por tantos años… mi vida.

—No me arrepiento de la vida que escogí, tampoco de venir acá y mucho menos de la familia que me acogió y acepté como mía, porque todos ustedes son mi familia Isma —crucé mis manos en su cuello atrayéndolo un poco más a mí y sus brazos se acomodaron en mi cintura. —Gracias por ser mi familia, por ser mi salvación y mi luz.

Una maravillosa sonrisa se dibujó en él haciéndome recordar a mis padres y nos envolvimos en un fuerte abrazo que rebozó mi alma igual que una copa con champagne.

Fueron los gestos de Helena, sus palabras, su guía, su forma de ser que me recordaba a Livi y al mismo tiempo el saber que no era mi madre, es lo que me hizo ver la otra cara de la moneda, también, Isma me ayudó a ver lo mismo en representación de los hombres en mi vida y fue entonces cuando lo comprendí.

En octubre que celebramos el cumpleaños de Isma, me quedé en la oficina viendo unos documentos mientras los demás hablaban en el gimnasio y organizaban todo, cuando guardé las carpetas en el estante encontré una caja fuerte que no fue difícil de abrir hallando una caja y otras carpetas más. En mi curiosidad, llevé todo al escritorio donde descubrí primero varios diseños a mano de artefactos que servirían para miles de cosas, tecnología; armamento; viviendas; entre otras, todas estaban con la firma de Isma y en un anexo tenía las especificaciones de cada parte y su uso. Esto me hizo comprender muchas cosas de él que se había reservado todo este tiempo que llevaba de conocerlo.

Dejé a un lado los planos y revisé la caja quedando atónita con su contenido, había muchas fotos de él, Marcus, Bonny, Livi y Oz, pero en otras estaban Samuel, Travis e incluso había una de Liam cuando era bebé. Todas estaban fechadas y algunas decían lo que celebraron el día que las tomaron, pero hubo una donde aparecían los cinco junto a Samuel, se nota que eran muy jóvenes pues Livi era una adolescente. Al darle la vuelta, tenía un mensaje escrito por Samuel Clyde.

“El día más feliz de mi vida al tener nuevamente una familia conmigo, con dos nietas maravillosas que son mi luz y tres hijos que en medio de tus torpezas; idioteces; locuras; rebeldía y sus distintivas personalidades, llenan mis monótonos días con su presencia. Ahora no importa lo que pase en mi vida, ellos con su existencia y sus acciones me dieron la oportunidad de ser feliz y es por ellos que seguiré viviendo”. S.C.

Leer esa nota, levantar la mirada viendo los rostros que ahora eran parte de mi diario vivir y los millones de recuerdos acumulados en estos ocho años, me hizo darme cuenta que yo me sentía de la misma forma que Samuel y también veía a esas mismas personas de esa manera, sumándose mis hermanos, mis amigos, y mis amores a la ecuación.

—Te quiero Isma y quiero a mi familia, ustedes son mi vida entera y mi razón de existir —murmuré a su oído.

Él me atrajo a su cuerpo con todas sus fuerzas dándome un abrazo en nombre de todos los que no estaban a mi lado ahora, pero sí en la mitad de mi vida, la misma en la que aprendí lo que significaba ser feliz, sonreír, disfrutar y sobre todo… amar.

(…)

Dos semanas después

Tuvimos baja clientela estos días, pero con el tiempo libre que teníamos nos permitimos unirnos más entre todos los del gimnasio. Para navidad nos repartimos los regalos entre todos, comimos un gran banquete y los chicos bebieron al igual que Ismael, yo dejé de hacerlo puesto que a Helena le traía malos recuerdos, igual no es algo que me afectara y ella quedaba tranquila, aunque no negaré que de vez en cuanto fumaba un cigarrillo con él.

También conversé con toda la familia, Livi logró convencer a Robert y Liam de celebrar en casa, así que se hizo lo que se pudo por ese lado evitando tanto como fue posible la batalla entre ellos y Marcus, los llamé para saber cómo estaban y hablé uno a uno con ellos hasta que perdí el oído con todos sus gritos e historias. De vez en cuando me hace falta ver sus tonterías, pero sé que ellos entienden mi situación, por su puesto están al tanto de mi relación con Helena la cual les sorprendió en gran medida, pero lo aceptaron con la condición de que la presente y si no quiero ver un ejército en este pueblo lo mejor será hacerlo.

Y hablando de ella, hoy regresa luego de dos semanas de vacaciones en casa de su hermano, así que me encuentro en la parada viendo su autobús llegar, los pasajeros empiezan a descender y ella baja con esa hermosa sonrisa en un vestido azul claro que hace juego con sus ojos, viene corriendo a mí con esa gran energía que la caracteriza y me regala un cálido beso.

—Te extrañé un montón estos días, disculpa que no hablara mucho contigo, pero en estas fechas las líneas son terribles y más con el clima de allá —dice con el firmamento en sus ojos cargados de ilusión

—No te preocupes cielo, lo importante es que todo saliera bien, vamos, los chicos están ebrios a más no poder de todo lo que celebraron anoche, así que tenemos el lugar para estar tranquilas.

Tomo sus maletas, llegamos al auto donde la sorprendo dándole un beso que me sabe a gloria y mi cuerpo empieza a reaccionar a su calor, uno que me hizo falta todos estos días.

—Por cierto, te ves increíblemente sexy con el cabello corto, te luce bastante —su rostro parecía brillar todavía más y mi corazón latió ferviente por verla sonreír.

—Pensé que no te gustaría, es que quería hacer un cambio, ya sabes, año nuevo vida nueva.

—Te ves fantástica, pero quizás con menos ropa te verías más sexy.

Ella entrecierra sus ojos siendo la señal que necesitaba, me da un beso y luego la ayudo a ingresar al auto. Apresuro el paso mientras vamos jugueteando en el auto camino a casa y al llegar, la desvisto mostrándole cuánto extrañaba tenerla cerca.

—Ese fue un excelente regalo de navidad —comenta muy feliz después de la ola orgásmica que tuvo.

—Sí, pero el que me diste fue mejor porque regresaste, sin embargo, tengo algo más para ti —digo dejando un beso en su frente. —Cierra los ojos y nada de espiar.

—No seas así, dime qué es —ella cierra los ojos con mucha ansiedad.

—Espera un poco y no espíes que te estoy vigilando.

—Amor dime ya, quiero saber, sabes que no soporto esperar por una sorpresa.

Y es justo por eso que me encanta darle tantas, ella siempre cierra sus ojos reflejando en su rostro la ilusión de una niña, me encanta descubrir alguna reacción o un gesto nuevo cuando lo hace porque al final termino con el corazón tan acelerado, que solo me dan ganas de devorarla a besos.

—Muy bien, abre los ojos —le digo tras dejar una caja en sus piernas. —Espero que guste.

La veo sonreír con gran emoción, entonces abre la caja como si fuese un cofre del tesoro y su rostro se ilumina al ver el collar con forma de sol acompañado de un topacio en el centro de color amarillo.

—Es hermoso, debió costarte demasiado.

—Su costo no es importante, sino su valor y esto te representa Helena —tomo el collar, me posiciono detrás de ella y empiezo a colocarlo en su cuello. —Eres el sol que ilumina mis días y noches y en tus ojos encuentro el cielo que trae calma a mi vida… Te amo Helena —dejo un beso en su nuca y su hombro.

—Repítelo —pongo mi mano en su mentón y la hago girar hacia mí.

—Te amo Helena, no tengo dudas de ello, no me preguntes cómo lo sé, solo lo sé y lo siento, y con eso me basta.

—No creí que lo dirías —limpio una lágrima que escapa de sus ojos y sonrío suavemente.

—-Y yo no creí que llegaría a comprenderlo cuando ocurriera, pero tú lo has hecho posible, gracias por tu paciencia y tu cariño —ella me da un beso que me sabe a un amor muy puro y sincero.

Helena cambió otra parte de mi vida, me ayudó a comprender ese sentimiento de la manera más hermosa y le estaré agradecida eternamente por eso, ahora mi corazón late por ella y lo único que deseo es que esté a mi lado y poder hacerla feliz.