Capitulo veintinueve. Sofia.

1906 Words
Nicholas llega a su oficina, siento su cuerpo rodearme para luego girarme y quedar frente a frente, su mirada se ilumina al verme, me besa de esa manera que me hace sentir especial, me siento como en una de sus películas donde la protagonista es rescatada por un príncipe azul. Cierra la puerta con seguro luego de mirar de forma nerviosa de un lado al otro, y podría jurar que Mariela esta espiando, es la rutina de la mañana recorrer el pasillo y ahora que lo pienso no hay quien se encargue de las habitaciones. Cuando Nicholas empieza a hablarme estoy nerviosa, apenas escucho las pocas palabras que me dice entre ellas que no llame señor ni Nicholas fuera de casa, así que deberé decirle Nick como le dicen todos, su nombre cuando estamos solos. Y como si un chip se activara salimos de la oficina en plan asistente y jefe, apenas nos hablamos hasta que subimos al auto y salimos de la propiedad, volvimos a ser nosotros una vez estamos solo, y en mi mente empieza a pasar cientos de pensamientos e inseguridades, no sé qué tipo de trabajo tengo que hacer, que decir, como ponerme, sé que él va a estar todo el día ocupado, ¿estaré con él o me dejara a un lado? cuando siento el toque de su mano en mi pierna que me tranquiliza y me hace comprender que solo debo estar a su lado y darle lo que me pida, nada diferente a lo que hago en casa constantemente, lo malo es que deberé mantener la distancia justo hoy en que lo nuestro empezó. El resto del viaje es tranquilo, conversamos de todo un poco hasta que llegamos el estudio, el nudo en la garganta que se había desecho se volvió a instalar en ese lugar y la sensación de sentirme pequeña e insignificante se apodero de mí. El estudio de grabación es gigante, lo acompaño mientras lo maquillan, cuando le colocan el vestuario, veo las pruebas de cámara y cuando graba. Estoy junto a él si quiere agua o comer algo entre escenas, repiten una y otra vez, veo que le dan indicaciones, escucho cuando alguien le repite las líneas, estoy en todo momento junto a él, aunque apenas podamos cruzar miradas, sin embargo, esos cortos instantes hace que todo valga la pena. A la hora del almuerzo aprovecho para hacer la tarea, hago la llamada a la escuela de artes para Gabriel, por consejo de Nicholas termino inscribiéndolo a música, baile y actuación, tendrá las actividades repartidas en diferentes días de la semana. Tendré clases de inglés y dicción, empezando mañana mismo, será en casa por lo que no tendré que ir a ningún lugar, así como los sábados en la mañana estaré con etiqueta y glamour, y Gabriel podrá estar en todas las clases. Y así como así, me volví novia de Nick Bolton y mi agenda se lleno de cosas. Mientras veo las anotaciones en la agenda Nicholas me mira nostálgico y una media sonrisa tierna. —¿Qué pasa Sofia? ¿Por qué miras así la agenda? —Es que esta totalmente llena, en que momento voy a atender a Gabriel. —Por Gabriel no te preocupes, él se alegrará mucho cuando te vea tomando clases de inglés, las de etiqueta, cuando me acompañes a algunos eventos, además que él mismo va a aprender todo. Si quieres yo hablo con Gabriel cuando lleguemos a casa. —Si, me parece bien — digo en voz tímida. —Además, es cuestión de tiempo, en un par de meses creo que estarás al nivel en todo, y ya no requerirás clases, al menos que quieras ir a la universidad. —No había pensando en esa opción —digo sonriendo. La tarde fue tranquila hasta que salimos del estudio a las cuatro de las tardes, no tiene más escenas que rodar en el día, así que podemos irnos a casa, y eso me gusta. Lo más curioso del día es que todos preguntan por mí, incluso un señor con cara gruñona quien me mira de forma despectiva, para después enterarme que es su manager y creo que no le guste ni un poquito. Cuando por fin avanzamos hacia los parqueaderos, entra una llamada a su celular personal, es Joan. —Hola, ¿con quién hablo? —pregunta Joan. —Con Sofia…. —respondo de forma tímida —Que bien Sofia, estas reemplazándome hoy, ¿El señor está ocupado? —No, acabo de terminar de hablar con su manager. —Por favor pásame a Nick. —Creo que está enojado —digo en un susurro. —Por favor pásamelo ya, necesito presentarle mi renuncia. Paso el celular sin preguntar más, la cara de Nicholas es tensa, es como si fuese un hombre muy diferente al que estoy acostumbrada a ver en casa, ahora tiene una postura rígida y está a la defensiva. Cuelga el celular y lo tiende sin mirarme, para luego girar, y volverme oficialmente su asistente, no el reemplazo por un día de Joan. Asiento sin emitir sonido, el corazón me palpita con fuerza, mi vida cambio en un minuto, pase de ser la empleada de servicio que nadie ve para ahora ser su asistente y su novia, aunque eso nadie lo sabe. Camino tras él hasta el auto, me apresuro a abrir la puerta de copiloto y subirme al auto, su mirada esta inquieta, como si algo estuviera pasando, se sube y cierra la puerta de un puertazo, para que el silencio sea el que reine en el lugar, enciende el auto y mientras vamos rumbo a casa solo dice una cosa en un susurro como si no quisiera ser escuchado. —Necesito urgentemente un trago. —Nicholas, no deberías… — Lo se Sofia, por eso estas aquí junto a mí, para recordarme que no debo tomar —ahora su voz es más tranquila y la relajada – gracias por ser mi asistente hoy. Cuando llegamos a casa es como si fuese el Nicholas de siempre, está más tranquilo y relajado, y me pregunto ¿Qué hará que cambie así de estados de ánimo?, no es norma que una persona tenga tantas facetas en un solo cuerpo, sé que es actor, pero realmente es como si fuese una persona fuera y otra aquí, para luego comprender la razón de porque quiere que use su nombre, Nick es el personaje que creo, el actor famoso y cotidiano, fuera de cámaras es Nicholas, mi novio, espero que algún día las dos personalidades se una. Es temprano cuando llegamos a casa, por lo que debe haber trabajadores rodeando la propiedad, así que me arrastra a su oficina y apenas la puerta se cierra tras nosotros empieza a besarme y tocarme con urgencia, yo le respondo a la insistencia que me pide y dejo que me lleve hasta el sofá que tiene a un lado, donde hacemos el amor de forma descontrolada. —Quédate conmigo esta noche… — ¿Y Gabriel? —Yo pido que lo traigan, no te preocupes por eso. —Está bien, ahora por favor dime que paso hoy, ¿Qué paso con Joan? —Ella renuncio y me enoja mucho que mi manager quiera manejar mi vida, que no me permita tomar mis propias decisiones, que quiera controlarme admito que al principio requerí mucho de él, pero ahora soy capaz de manejar mi propia vida, aunque aún no es fácil para mi pasar mucho tiempo sobrio y perdón por hacerte el amor de esa manera. — ¿Por qué te disculpas? —Porque es una forma de escape cuando estoy muy tenso, entonces en vez de tomar ahora te busco a ti… —No te preocupe por eso —digo sonriendo —puedes buscarme cuando quieras. —Si, pero no es la forma, yo debo ser capaz de manejar todas esas emociones, además que me enojó mucho que Joan renunciara de esa manera, es como si estuviera pasando algo, que no logro comprender. — ¿Y si solo renuncio y ya? —Puede ser, pero su voz hay algo que no me gusta en todo esto… —Tranquilo, las cosas siempre toman el cauce que mejor conviene. —Si, quizás tienes razón, otra cosa si vas a seguir siendo mi asistente, por lo que también debo pedirte disculpas de antemano. — ¿Qué paso? — pregunto acomodándome entre sus brazos. —La antagonista de la película es la mujer con la que me viste aquella vez, y no quiero incomodarte, no debí pedirte que fueras mi asistente… — dice mirándome a los ojos. —Sabes que, no te preocupes, yo soy tu asistente ahora y deberé acostumbrarme a verte en brazo de otras mujeres mientras estés en escena, solo te voy a pedir una cosa, cuando estemos listos quiero ser tu novia al publico. —Así será, eres mi novia, haremos la presentación de a pocos una vez tengas tus documentos en regla, no quiero malos entendidos. —Me parece una buena idea, por cierto, si yo soy tu asistente vas a tener que buscar alguien mas para la casa, Mariela sola no podrá con todo. —Esa es otra cosa que quiero hablarte, voy a cambiar de casa y hacer algunos cambios para que puedas vivir conmigo, sin problemas, aunque eso incluya más personal… —Nicholas, ¿no crees que es muy acelerado? — pregunto de forma tímida — me gustaría vivir contigo, pero tengo miedo de ir muy rápido y que las cosas no salgan bien. —Yo temo lo mismo, pero démonos una oportunidad, quiero hacerlo funcionar y siento que este no es el lugar adecuado, además que quiero cambiar de casa. —¿Qué tiene de malo esta? —Pues que la compre con la idea de fiesta desenfrenada y tener muchos huéspedes, y ahora quiero un espacio más íntimo, más familiar, para ti, para mí y Gabriel. Sonrió tímida pensando en lo que me acaba de decir, está pensando en todos nosotros como una familia. —Sabes, me gusta mucho la idea, pero que va a pasar si mañana nos ven saliendo de aquí, de tu casa. —Nada, es mi casa y yo mando en ella, y si quiero que duermas en unas de las habitaciones eso harás y ahora vamos a buscar a Gabriel, y, por cierto, mañana debemos buscar la mejor niñera para él y Micaela. —¿Por qué para los dos? —No quiero que Gabriel este solo y a la niña le gustan todas esas actividades, así que es un dos por uno y no levanto sospechas, y mañana antes de salir informo que eres mi asistente. Bajamos los dos a cenar cuando trajeron a Gabriel al comedor, le contamos que va a empezar clases en las tardes y tendrá una niñera que lo llevará mientras yo estoy trabajando como asistente y tal como había dicho Nicholas, Gabriel se emociono por mi y no le molesto que una niñera empezará a ayudarme con él en las tardes mientras yo trabajaba. Al día siguiente llegaron tres chicas nuevas a trabajar, una de ellas es Luisa quien será la niñera de Gabriel y estará en las tardes cuando él llegue del colegio, y dos chicas mas para la limpieza de la casa, Mariela no dará abasto, y el conductor se encargará de llevar a los niños donde sea necesario, en definitiva mi vida cambio en un parpadeo.
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