Capitulo treinta y nueve. Nikc

1232 Words
El primero que visito es Andrew Bruce, tiene un buen equipo de trabajo y contactos, sin embargo, hay algo en él que no descifro, es como si viera un rasgo de Jack en su mirada, así que lo descarto. Y luego visito diez más, cada uno de ellos tiene algo que no me va, algo que no los siento afín conmigo. Para el jueves entrevistarme con Megan, es una mujer británica de risa fácil, una combinación un tanto particular, pero me hace sentir seguro, eso sin contar que tiene muy buenos contactos, muchos de los mas grandes trabajan con ella, así que sin dudarlo la escojo. Estoy feliz, mañana terminan las grabaciones y viene un periodo de descanso, merecido descanso, también debo aprovechar el tiempo para empalmar toda mi información con la nueva manager, se avecinan cambios, además el abogado empezó a adelantar el proceso de Gabriel, así que es cuestión de tiempo para que todas las cosas encajen. En la pequeña e improvisada fiesta que hacen para conmemorar la terminación de las grabaciones, veo como todos los hombres se acercan a Sofia, le preguntan cosas, le hablan, se interesan por ella, en definitiva, la única que no ve lo hermosa que ve, es ella misma. Lo malo de terminar las grabaciones, es que pronto tendré que ir donde mis padres, tendré que enfrentar mis propios fantasmas. El fin de semana pasa tranquilo, sin mayores contratiempos disfrutando del placer de estar con Sofia, de disfrutar mi tiempo con ella, y es algo a lo que en definitiva no quiero renunciar, y empiezo a pensar que es hora que el servicio se entere que somos pareja, que mas da, no quiero estar ocultándome en mi propia casa, los hago firmar una clausula de confidencialidad y listo. El lunes empieza con calma, hasta que recibo una llamada del asistente de la casa Versace. —Señor Nick Bolton. —Si —digo dudoso, normalmente no me llaman a mi— ¿en que podría colaborarle? —Señor, soy Marie, asistente de la casa Versace, es que estamos llamando a su asistente y ella dice que no trabaja más con usted y no tenemos el dato de la nueva asistente. Me doy cuenta que nunca le pedí el teléfono de trabajo a Joan, ella manejaba con su celular algunas de mis cosas, hago nota de cancelar la línea de ella, y autorizar solo la de Sofia. —Si, luego se lo hago llegar… ¿en qué podría colaborarle? —insisto. —Es que no ha pasado por su traje, lo tenemos para que se lo pruebe hace unos días. — ¿Un traje? ¿para que evento? — pregunto confundido. —Señor, el Met Gala es el próximo lunes. Abro la agenda y se me había olvidado ese evento, obviamente Sofia no es consciente de lo importante que es, así que creo que esta pensando informar sobre el tiempo, eso pasa cuando una asistente no le hace entrega del cargo a la otra, así que ni modo, debo hacer cambio de planes, llamo a Sofia a la oficina para informarle los nuevos planes. Sofia, cambio de planes, ya no vamos para la casa de mis padres el próximo fin de semana, tenemos otro destino… Entonces… ¿para donde vamos? —pregunta confundida. —Vamos para New York y debo buscarte un vestido de forma urgente, quiero que me acompañes. —¿New York? —SI, es el Met Gala, no me acordaba que tenía invitación para el evento, así que me vas a acompañar. —Yo lo acompaño, pero como su asistente. Por un instante quiero insistirle que debe acompañarme como mi novia, para luego darme cuenta que la mejor idea es que sea esa noche mi asistente, que se acostumbre de a pocos a las luces y reflectores. —Si, igual necesitas un vestido bonito, las asistentes van bien vestida, así que vamos a salir de compras. —¿Ya? —Si, ya mismo, prepárate en una hora salimos— me acerco a ella y la beso con dulzura, en definitiva, no quiero seguir escondiéndome — sabes, tengo otras ideas en mente, mejor pido que te traigan opciones y escoges… Y antes que ella pueda reaccionar estamos haciendo el amor en el sofá de la oficina. Estamos en la mejor parte cuando alguien toca la puerta. —No estoy disponible ahora —digo a gritos. —Señor — escucho la voz de Mariela— es que llegan ruido afuera, quería saber si estaba bien. —Estoy bien Mariela, ahora por favor si me disculpas… —Si señor, ya me voy. Veo la cara de incomodidad de Sofia desde que Mariela empezó a hablar. —¿Estas bien Sofia? —Si, solo que no la estoy soportando. —¿la despido? Solo dímelo y lo hago. —No, aun no… — Esta bien, pero es cuestión que tu me digas y lo hago. —Démosle una oportunidad. Asiento sin decir mas y empiezo a besarla nuevamente y siento como se va relajando en mis brazos, para que no se me pase por alto la idea que Mariela se me empieza a volver una piedra en el zapato y lo mejor sería retirarla del cargo. Para el evento Sofia escoge un vestido sencillo n***o ajustado al cuerpo, es bonito, sin embargo, me hubiese gustado que llevara algo más brillante, algo más afín a ella, y que entrara de mi mano. —Voy como tu asistente Nicholas, no requiero algo mas elaborado, la idea es que no sea vista. —SI lo sé, pero quiero que entres de mi brazo, como mi novia y que todos nos vean. —¿Con quien vas a ir al evento? – pregunta mordiéndose las uñas. —Contigo, no necesito más compañía. —Pregunto como invitada, como compañera del evento. —Pues solo, por primera vez en mi vida voy a ir solo a un evento, quiero mostrar la imagen de un hombre soltero que esta llegando a la cúspide de su carrera, y esta listo para ir por más, quiero mejores papeles, quiero mejores opciones. —Me gusta eso – dice en un susurro – yo quiero verte triunfar. Le doy un beso mientras susurro a sus labios lo mucho que la amo. —¿Llevamos a Gabriel a New York? — pregunto indeciso. — No sé, me gustaría, pero no podría acompañarnos, además que son las ultimas semanas de escuela. —Llevémoslo y nos regresamos el martes temprano, nos vamos el viernes en la noche para tener el fin de semana en la capital del mundo. —Está bien — dice sonriendo — ¿le dices tu o le digo yo? —Déjame a mi — digo sonriendo — quiero ver su sonrisa. Así que tal como estaba previsto el viernes usamos el avión que había alquilado, pero ahora vamos todos, incluyendo a Gabriel y la niñera, rumbo a New York. Sofia esta un poco nerviosa, mientras que Gabriel grita de emoción, estamos los tres acomodados cerca, las personas de seguridad y la niñera, van acomodado en la hilera de atrás. Mientras el avión despega, me debato si hablar con algún empleado de confianza para que este pendiente de todo y guarde nuestro secreto o simplemente dejar así y continuar como estamos. Estoy indeciso con cada paso que debo dar y tal ese pueda ser mi debacle, mi propia inseguridad.
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