Labios prohibidos

Capitulo cincuenta y siete. Sofia.

Una leve sensación de calma llena, con cada caricia siento como su cuerpo va relajandose pese a las lagrimas corren por su rostro. No quiero presionarlo, pero necesito saber que esta ocurriendo. Poco se endereza y me regala un beso tierno que dice mucho en ese momento y me atrevo a hacer la pregunta que tengo atrapada en el pecho desde hace dos horas.

—¿y tu hermana? — pregunto en apenas un susurro.

—Bien, primero fuimos a comer, estaba hambrienta, al parecer en casa no hay mucha comida, después fuimos a una tienda cercana para comprar algo de ropa y un celular, para luego llevarla a su habitación, quedamos en vernos mañana y si necesita algo puede llamarme. Además, avise que en recepción que no la dejaran salir.

—Espero que descanse esta noche… ¿y tus otros hermanos? ¿Qué paso con ellos? ¿Qué paso en casa de tus padres?

—Muchas preguntas juntas—responde sonriendo triste — empecemos por la respuesta más importante, a quien considere por años que es mi padre no lo es, así que en ese orden de ideas muchas cosas cambian en mi vida, aparte que me odia a mí, a mi madre y a todos.

—¿Entonces que hace tu madre con él?

— Lo mismo me he preguntado las últimas horas, al parecer hay un secreto, pero no tengo ni idea de cual es.

Me quedo en silencio pensando en lo que me acaba de decir, es una información pesada y difícil de digerir, enterarte que a quien consideras tu padre no fue el que te engendro y aparte que te lleva odiando toda la vida no debe ser algo fácil y ahora entiendo todo lo que Nicholas vivió en casa.

—¿y tus hermanos? — pregunto curiosa.

—Yo tengo tres hermanos menores, bueno medios hermanos, porque de algo estoy seguro es que son hijos de mi madre, Cris y Paul, se fueron de casa apenas pudieron, no se sabe nada de ellos con un investigador estuvimos revisando el tema, Emma quiere ponerse en la tarea de buscarlos, por lo pronto ella vuela mañana con nosotros, y adelantamos el regreso a casa, mañana a primera hora viajamos.

—Pensé que mañana podríamos almorzar con Jhony y su familia

— Yo también, pero no quiero dejar a Emma aquí mucho tiempo, por mi viajaría esta noche, pero ella necesita descansar primero.

—Sabes, creo que lo más inteligente seria irnos ya — digo en tono calmado.

—¿Por qué lo dices?

— ¿Habrá posibilidad que tu madre te acuse de secuestro? Además, estas viajando con una menor con posible alerta de secuestro y tu novia indocumentada.

— Sabes, no había pensado en esa opción, pero se me ocurre una idea.

Se sienta con la misma mirada tensa que ha mantenido en todo el día, escribe algunas cosas en su celular, para luego hacer unas cuantas llamadas, me gustaría preguntar que está haciendo, pero siento que es un tema tan personal que no tengo derecho para preguntar nada. Varios minutos después vuelve a recostarse mi lado con una leve sonrisa en los labios y sus ojos claros brillando un poco.

—Ya está — dice tranquilo.

—¿Qué hiciste?

—Le envió con mi guardaespaldas una carta que él deberá imprimir, donde le informo que mi hermana está conmigo, que ella huyo y que si la buscan los denunciamos.

—¿crees que con eso sea suficiente?

—Si, sé que esconden algo, por lo que creo que para ellos es mejor quedarse quietos — se queda un minuto meditando algo —cambiando a temas igual de tensos pero que debemos enfrentar ¿has pensado en decirle al personal de servicio de la casa?

—Lo he pensado durante mucho tiempo, incluso antes de ser novios oficialmente, creo que es lo mejor que ellos estén al tanto de que somos parejas, en especial ahora que nos vamos a mudar de casa y todo va a salir a la luz, eso sin contar que tus guardaespaldas tienen demasiada información.

—Si, lo sé, la nueva mansión es más privada que la anterior, pero es bueno que sepan los cambios que se van a dar en casa, empezando que no te quiero ver limpiando ni atendiendo la casa nunca más y pronto dejaras de ser mi asistente, al menos que estemos los dos solos y queramos cocinar juntos.

—Está bien, no vuelvo a limpiar la casa y cuando estemos listos dejo de ser tu asistente —digo señalando mis dedos como niña pequeña —pero entonces ¿qué me pongo a hacer?

—No sé, ya veremos, por lo pronto puedes dedicarte a estudiar, sé que es algo que quieres hace mucho tiempo.

—Puede ser una opción, pero ahora no evadas lo que paso esta tarde, cuéntame lo que quieras, pero por favor no cargues ese peso solo.

El asiste un poco triste y pasamos las siguientes horas hablando sobre lo ocurrido, empezando que me pidió disculpas por el trato que recibí, honestamente, he vivido peores situaciones, pero eso es una muestra de lo que podría vivir cuando la relación sea pública y una sensación parecida al miedo me recorre.

Me cuenta cada detalle del gesto de su madre, de las teorías que ha generado del posible secreto que guarden, y del alivio que siente que ese hombre no sea su padre, pero a la vez la intriga de querer saber que ocurrió con su padre real, en donde estará y si sabrá de su existencia. Hablamos hasta quedarnos dormidos el uno junto al otro, abrazados y más unidos que nunca.

Nos despierta el sonido del celular de Nicholas para informarnos que el vuelo está listo para salir en dos horas o cuando lo dispongamos, así que con un poco de pesar nos levantamos de la cama para arreglarnos e ir a desayunar, y dar por concluido el fin de semana más extraño de mi vida. Luego de desayunar en la habitación nos encontramos con Emma en el pasillo que luce descansada, aunque su mirada aun este asustada.

—¿Lista para volar en avión? —le pregunta Nicholas sonriendo.

—Si, aunque nunca he subido a un aparato de esos.

—Siempre hay una primera vez y ahora hermanita empieza esta nueva etapa de tu vida.

El vuelo fue tranquilo, apenas conversamos, pero estoy segura que las cosas nunca jamás volverán a hacer las mismas, hace dos días subí un avión siendo la novia secreta de un famoso actor, que hacía a su vez las veces de asistente, y ahora regreso con la perpesctiva que todo sea publico lo mas pronto posible, casi me siento como cenicienta cuando el príncipe azul se dio cuenta que ella, su amada, era la dueña de la zapatilla.