New York, la energía de esta ciudad es maravillosa, siempre tan veloz y cosmopolita que no deja de abrumarme y es la razón por la que no he sucumbido a la tentación de mudarme a ella. Al final siempre he preferido algo un poco mas calmado, mas soleado y con más espacio.
Aun recuerdo el día que me quede sin hogar, con algo de dinero ahorrado en mi bolsillo me debatí durante algunos minutos cual era el mejor camino a seguir, esta ciudad estaba en mis planes, pero al final opte por los Ángeles y no me arrepiento, en especial ahora que siento que estoy alcanzando la cúspide de mi vida.
Sofia a estado un poco tensa todo el tiempo y creo que lo mejor seria que empiece terapia con Elton, tal vez le ayude a ver la vida de otra forma y a sentirse mejor con ella misma, esta vida es vertiginosa, y no quiero que huya o se destruya.
Cuando bajamos del avión Gabriel esta dormido y yo lo alzo, no permito que nadie mas lo alce, al final será mi hijo y mi responsabilidad. Cuando llegamos al hotel mientras Sofia se toma un tiempo para arreglarse antes de salir me acerco donde la niñera.
—Luisa, no puedes decirle a nadie que yo comparto cama con Sofia…
—Señor, ese asunto no es de mi incumbencia, a mi me pagan por cuidar a los niños…
— Lo sé, y también se que hay contratos de por medio, pero también sé que hay información que se filtra y por nada del mundo deben saber que tenemos una relación sentimental.
—Si señor — dice apenas susurrando.
Saco de mi bolsillo una suma de dinero y se la doy a Luisa.
—Luisa, este es tu bonificación por acompañarnos a New York, además deberás hacerte cargo en algunos momentos del niño en donde Sofia y yo estaremos fuera trabajando o solos.
— Si señor… — dice recibiendo el dinero para luego darse cuenta de la suma de dinero que le di — señor, pero esto es mucho dinero…
— Es lo que vale este fin de semana, así como tu confidencialidad, y ahora si me disculpas voy a salir con Sofia y esta noche te recomiendo a Gabriel, no lo dejes solo.
—Si señor, no se preocupe — dice tomando con fuerza la suma de dinero.
—Y mañana si no nos hemos levantado.
Pasé una noche de ensueño, siempre quise recorrer la ciudad de noche con alguien a quien amo, conversar de diferentes cosas, reírnos, comer sin pensar en dietas, amo salir con una mujer que no se restringe, salir con una modelo o algunas actrices es verla comer solo un trozo de pescado y verduras, y sin postre, mientras que con ella podemos pedir la comida que queramos, a ella todo le gusta, y luego el postre, podemos comer chocolate y algunas cosas más, ahora entiendo porque dicen que cuando las personas están enamorados engordan juntos, es una delicia.
El lunes mientras me toman las fotos para varias campañas publicitarias, recuerdo el fin de semana que viví, la sonrisa de Gabriel cuando vio la Estatua de la libertad, la sonrisa tímida de Sofia cuando entramos a restaurantes costosos, la forma como me mira, como si yo fuese de las cosas mas preciadas de su vida, y sin dudar, perderme en ella es algo indescriptible, jamás me había entregado de esa forma a alguien, y sentirla a ella es único, y creo que cada una de mis pensamientos se convierten en las sonrisas que salen en las fotos.
Aunque mis fotos favoritas son las que me tome con Sofia, le doy algo de dinero al fotógrafo para que me las entregue una vez estén listas, las quiero para mí. Cuando terminamos la sesión nos vamos a preparar para esta noche, a las cinco debemos estar saliendo para el Met.
Y aunque no parezca nosotros también nos preparamos para esta hora, nos arreglan el cabello, la barba, piel, maquillaje y todo lo que se requiera, todo para los pocos minutos que dure cruzando la alfombra roja. Sofia no podía ir desarreglada, así que contrate estilista y maquillador para esta noche, tiene que verse hermosa, aunque sea mi asistente, veo a lo lejos su rostro incomodo, no está acostumbrada a este tipo de atención, sin embargo, no se niega. Cuando esta lista se mira en el espejo una y otra vez como incrédula a la imagen que le devuelve, lleva un vestido n***o tubo largo justo al cuerpo, tacones del mismo color, y el cabello en una cola alta, maquillaje de noche y accesorios plateados a juego, se ve sencillo, pero eso no le quita lo hermosa que se ve, es apenas para esta ocasión, lástima que deberá estar a un lado por si lo necesitamos, y no junto a mi como me gustaría.
Nos despedimos de Gabriel quien esta frente al televisor, quiere ver todo el evento, aunque sea a través de la pantalla, y salimos apenas rozando nuestras manos, me gustaría entrelazar los dedos con ella y darles un beso frente a todos. El viaje en auto es corto, pero la espera para bajar de él es larga, sin embargo, tenerla a mi lado hace que todo sea más fácil y liviano, le doy las ultimas indicaciones y cruzo los dedos para que todo salga bien, es la primera vez que ella va a acompañarme a un evento, algo que para Joan se había vuelto rutinario, además a ella le entreno Jack, ahora es mi trabajo, y caigo en cuenta que es urgente contratar un equipo de prensa para esta ocasión.
Cuando llegamos ella baja primero del auto, informa que estoy llegando para que a los minutos cuando dan la instrucción hago mi entrada triunfal. Mis fans gritan, piden fotos, sonrió ante la cámara y siento esa emoción atravesando mi cuerpo, se siente tan bien estar de pie en ese lugar frente a todos ante la mirada atenta de Sofia, quien pese a estar sorprendida por todo el despliegue que eso significa, esta concentrada en hacer bien su trabajo, y ocupar un lugar en la alfombra roja lejos de los reflectores.
Mientras estoy en el evento estamos constantemente cruzando las miradas, incluso me preocupa un momento en donde hace caras y gestos extraños, que cuando le pido explicación niega lentamente, pero la preocupación queda, quiero saber que pasa por su cabeza y me agota la sensación que muchas veces Sofia sea un enigma para mí.
Cuando la parte pomposa de la cena termina, empieza la fiesta, el ánimo sube, las luces bajan, la música sube a todo volumen, me acerco a Sofia y la arrastro a la mitad de la pista, amo la regla de no tener celulares, puedo desinhibirme, ser yo, bailar y besar frente a todos a la mujer que amo, y lo mejor de todo, a nadie le importa en este momento.
—Nick, ¿podemos estar aquí? — pregunta Sofia preocupada.
—Claro, yo pague para estar aquí… —respondo abrazándola con fuerza.
—No me refiero a eso, digo que si yo puedo estar aquí.
—Si, claro, también pague a mi asistente.
—Pero todos nos miran — dice incomoda —¿Qué van a decir?
—No se lo que van a decir, pero ahora quiero estar contigo, ya he saludados a todos, así que ahora quiero un rato contigo, luego, ya veremos…
Asiente mientras le hablo al oído, y me la imagino roja de la vergüenza y con ganas de hacerle el amor. Cuando la fiesta termina, como siempre hay un after party en donde ella podrá ingresar sin problemas, en ese lugar todos son bienvenidos todos los que paguen su ingreso. Así que apenas termina el evento la arrastro al hotel donde le tengo un regalo, un vestido Versace para esta noche.
—Sofí, ¿me acompañas al after party?
—Si quieres, no tengo problema, soy tu asistente.
No, quiero que entres como mi asistente, quiero que seas mi novia, aunque podemos decirles a todos que eres mi cita, o simplemente no decir nada, eres la mujer que me trae de cabeza