Labios prohibidos

Capitulo cuarenta y tres. Nick

Ella apenas sonríe y se deja llevar, así que apenas llegamos al hotel pasa a revisar a Gabriel quien duerme profundamente, luego la arrastro hasta la habitación y saco un vestido corto de color rosa claro de espalda descubierta y unos tacones a juego.

—Es hermoso —dice sorprendida.

—Es para ti, para esta noche, yo lo compre…

—¿quieres que me lo ponga?

— Si — respondo sin entender muy bien la pregunta —quiero que te lo pongas y disfrutes mucho la fiesta conmigo, nos van a tomar fotos, así que quiero que te sientas segura de ti y de lo hermosa que te ves…

Ella asiente mientras revisa como se pone el vestido y yo voy cambiándome, me pongo algo más cómodo para esta fiesta en donde los camarógrafos van a estar más atentos.

—¿Debo ponerme esto sin brasier? — pregunta confundida.

—Si, o bueno no, hay unas cosas especiales para esos vestidos que se pegan, me entregaron algunos — digo revolviendo en la maleta — aquí están…

—¿Y cómo se ponen? —pregunta confundida.

—¿quieres que llame a la estilista para que te ayude?

—No, no te preocupes — se afana en decir — ya soluciono.

La veo en silencio batallando los próximos minutos hasta que logra comprender que es un material en silicona que se adhiere a la piel, así que el resto es sencillo y veo como se mira en el espejo y ajusta su vestido. Cuando esta lista me mira sonriendo.

— Te ves lindo con esa ropa — dice sonriendo tímida — no se como me gustas mas, si elegante o casual…

—A mi tu me gustas desnuda — le digo al oído y siento como su cuerpo se calienta ligeramente.

—Tu a mi también — dice en un susurro.

— Y ahora nos vamos, que quiero disfrutar un poco la noche, amo estas noches en New York.

—A mi también me empiezan a gustar.

Le tiendo un abrigo a juego y cuando estamos listo salimos, se siente ligeramente el frio de la calle y la euforia del evento corriendo nuestro cuerpo, la gente nos toma fotos al salir, me tomo el tiempo para saludar y tomarme fotos a algunos fans, para luego subir al auto, que nos llevara a un club donde se dará la fiesta.

—Nicholas, ¿Qué es lo que mas quieres en tu vida a nivel profesional? —pregunta sosteniendo mi mano.

—Un Oscar, sueño con tener un premio Oscar…

—¿Qué se necesita para eso? — pregunta pensativa.

—Personajes en películas que puedan llegar a ser galardonadas.

—¿y como llegas a esas películas?

—Para eso requiero un manager que me consiga ese tipo de personajes.

—¿Y por eso quieres cambiar de manager?

— Si, por eso es hora de cambiar de manager, quiero algo que llegue a ese nivel y porque no me aguanto a Jack.

—¿Qué hace que te den un personaje u otro? — pregunta pensativa.

—Muchas cosas, como los contactos, la cantidad de fans que tienes y la capacidad de vender, así como tu propia vida para algunos casos, y lo mas importante, un manager que te ayude a llegar a ese nivel… ¿y por qué todas esas preguntas?

—Es que escuché a dos mujeres hablando, una de ellas le decía a la otra que no era bueno representarte…

— ¿Por qué lo dices? —pregunto con interés.

—Escuche una conversación de dos mujeres, una de ella se llama Megan, y decía que ella tenia confianza en ti, en representarte, pero la otra decía que tuviera cuidado por tu alcoholismo.

— ¿y como saben del alcoholismo? Se supone que debía mantenerse en secreto, el único que sabe es Jack.

—No lo sé, simplemente escuche eso…

—¿Eso fue cuando tenías la cara extraña?

— Si, fue en ese momento, luego te cuento detalles de la conversación, solo temo que por mi culpa pierdas todo lo que has ganado con tanto esfuerzo.

—No voy a perder nada por tu culpa, prometo luego contarte cosas que está sucediendo, pero este no es el momento ni el lugar.

—Si, lo sé — dice sonriendo suave — pero no se te olvide que quiero lo mejor para ti.

—Y yo lo mismo para ti, quiero verte brillar.

Cuando llegamos hay una fila de autos a espera de su turno para bajar y como lo esperaba, mucha gente esperando incluyendo fans y fotógrafos. Tomo con fuerza la mano de Sofia, no es famosa y fácilmente se puede quedar atrás o negarle la entrada, así que cuando me detengo a tomar fotos con alguien agarro ligeramente la mano de ella, no la suelto en ni un momento, hasta que estemos en un lugar seguro.

Entramos al club y la música hace vibrar mi cuerpo, Sofia se pone en modo rumba y mueve su cuerpo al ritmo de la música y me dejo llevar por ella.

—Sofia ¿Quieres algo para tomar?

— Lo mismo que tu — dice sonriendo.

—Tu sabes que no consumo alcohol…

—No me importa, lo mismo que tu tomes — dice sonriendo.

Pido dos cocktails sin alcohol y compartimos mesa con algunos compañeros, así que las risas y el buen momento no faltan, y realmente creo que es la primera vez que soy consciente en una fiesta, es la primera vez que la disfruto realmente, puedo bailar y disfrutar la noche, cuando las ganas de tener a Sofia en mis brazos me despido de todos y nos vamos para el hotel, nos despedimos ante la atenta mirada de todos quienes se preguntan quien es mi acompañante.

Cuando llegamos a la habitación le miro a los ojos, su color café claro parece casi dorados a la luz de la noche, beso sus labios, son suaves y cálidos, ella empieza por quitarme la camisa y me dejo llevar por ella, al tiempo que mi ropa cae en el suelo.

—¿Me ayudas con mi ropa?— dice en apenas un susurro.

—Como ordenes —digo sonriendo.

La giro de espalda mientras suelto su vestido, no me había dado cuenta que estaba casi desnuda con ese vestido, con razón todos la miraban tanto, pero lo siento por los demás, es mía. Solo somos los dos en este momento, y en este momento no existe nada mas para mi en el mundo que ella y yo.

Dos días después volvemos a casa, Gabriel esta feliz por haber estado en New York y Sofia sonríe tan ampliamente que parece que mucho mas joven de su edad, es como si le hubiesen quitado un gran peso sobre sus hombros y eso que aun no le he contado algo que quiero darle.

Sin embargo, no todo es fiesta, y hay algo que debo enfrentar me guste o no, a mi familia, así que no tengo más opción que organizar el viaje de regreso a casa, así que le pido a Sofia que me ayude con los pormenores del alquiler del avión, el hotel y otros detalles, al final decidimos viajar la próxima semana para pasar en casa unos días con Gabriel, ese viaje lo hare los dos solos, y rogando que todo resulte bien.

Lo único que no me gusta del regreso a casa es el ambiente tan hostil que hay contra Sofia y empiezo a pensar que es hora de cambiar el equipo de servicio, empezando por Mariela, no me gusta la vibra que se siente en el ambiente de esta casa y yo soy el jefe, así que debo tomar medidas de manera urgente, antes que todo se salga de control, pero lo primero es solucionar el tema de enfrentar a mis fantasmas del pasado.