Capitulo dieciocho. Nick.

1255 Words
Despertar en su habitación sin ella fue una sensación diferente a cualquier otra que he vivido. No compartí cama con ella, aunque su olor estuviera impregnado en su almohada y ahora en mí. es extraño, no dormí en una habitación lujosa ni nada por el estilo, pero dormí plácidamente. Cuando abro los ojos escucho el ruido de fondo de ella levantándose y seguramente debatiéndose en entrar, y no puedo evitar sonreír mientras recuerdo esas viejas épocas cuando mi madre me despertaba de forma tierna para luego llevarme al colegio cada mañana, se despedía de un beso cálido con su rostro siempre cubierto de maquillaje para tapar algún morado nuevo. La veo entrar de puntillas, quizás para no despertarme, toma su uniforme y mientras veo sus rostro terriblemente cansado y adormilado, al punto que se me ocurre la idea de darle el día libre, igual es sábado, nadie lo notaria y tengo por delante un fin de semana tranquilo, a veces es bueno quedarse en casa y disfrutarla. Como de costumbre el personal de servicio estará fuera el fin de semana, salvo Sofia que su deber es estar en casa atendiendo cualquiera de mi solicitud, así que si yo pido que descanse debe obedecerme. La tomo por sorpresa cuando en el momento que esta recogiendo alguna de sus cosas me acerco vistiendo solo ropa interior, me levando de la cama de un brinco y me acerco a darle un beso de buenos días en un lugar muy cerca a sus labios, mientras veo como su rostro va caminando de gesto apenado a impresionado, y luego su mirada iluminada, su sonrisa amplia, su cara de vergüenza, y sé que no soy indiferente para ella y ahora viéndola así, ella no es indiferente para mí, un cosquilleo extraño me recorre al punto que me apresuro en dar un paso atrás para no hacer ni una locura. Me mira como preguntando porque estoy sin ropa, no le respondo, pero es así como acostumbro a dormir, es la única forma en la que logro conciliar el sueño sin importar el clima en el que este, por lo que me quite la ropa apenas ella se fue a dormir, por lo que le empiezo a hablar para no darle ni una explicación y restarle importancia en este momento. Así que luego de convencerla que se tome un tiempo libre e informar a la casa que Sofia no llegara hoy ni yo tampoco, la tomo en mis brazos mientras le veo su cara de emoción, la dejo caer en la cama para luego irme a preparar el desayuno, no recuerdo la última vez que cocine, pero sé que lo hacía bien y lo disfrutaba, tal como esta vez. La nevera esta casi vacía, tal vez porque come de lo que se prepara en la casa principal o porque sencillamente no tiene el presupuesto suficiente, así que luego mandare por mercado para ella. Son apenas las ocho de la mañana mientras desayunamos mientras Gabriel aun duerme, la veo comer y reír mientras hablamos, se ve mucho más joven así en pijama y despeinada que con su uniforme y el cabello totalmente recogido, y cuando nos ponemos a ver una película se queda dormida en mis brazos, le doy un beso en su cabeza y le veo descansar. Realmente es una mujer muy bonita y me hace sentir muchas cosas especiales por ella. Yo aprovecho el tiempo para ver un partido en diferido de básquet, es el pasatiempo que compartía con mi padre, lo único que me une a él, bueno, y algunos rasgos de mi rostro. Mi mente siempre que ve ese deporte piensa en la vida de mis padres, ¿Qué será de ellos? Me pongo algo de ropa a tiempo, porque Gabriel entra emocionado a la habitación y antes que haga algún ruido que despierte a Sofia lo intercepto y me lo llevo a la cocina donde aprovecho para prepárale algo de comer y conversamos un rato, es un niño muy especial y cariñoso que pese a las adversidades es feliz y ama infinitamente a su madre, aunque me tenta preguntarle que tanto sabe de la realidad que le rodea. Opto por simplemente disfrutar de su compañía y pensar en que yo pude haber sido un niño igual de feliz al que le arrebataron esa chispa con golpes. Al final le propongo a Gabriel ir a jugar al jardín, no se que tanto tiempo duerma Sofia, pero es una pena perderse un dio tan bonito, así que mientras él se va a bañar yo camino hasta la habitación, en donde ella sigue durmiendo. La veo despertarse, y no puedo evitar sonreír, me gusta sentir el calor de su cuerpo. Y sin querer llego al fondo de su alma, entiendo la razón de sus tristezas y si pensé que era duro que mi madre, la mujer que más amaba en la vida me traiciono y creo que es el dolor más duro para enfrentar, que la mujer que te dio la vida te dé la espalda, pero contrario a eso, ella lo perdió todo, tiene a su familia y debe mantenerlos, trabajar y enviar todo cuanto gana a su casa. Verla encogerse frente a mí, contarme todo lo que le duele me hace sentir mal, quiero protegerla y evitarle ese dolor, así que antes de pensarlo bien le tomo su rostro con cuidado y la beso, sus labios son suaves y cálidos, y hace que todo dentro de mí se mueva. Al principio ella esta quieta, no reacciona a mi iniciativa e instintivamente me estoy preparando para pedir disculpas cuando entra Gabriel emocionado a la habitación y ella me mira para luego empezar a reír. Abrazar al niño y le dice algo en el oído, lo que hace que él salga de la habitación, y con un beso tímido me responde, siento sus labios responder a mi beso y mi mano viaja a su cintura mientras la suya a mi pecho aun desnudo. No pienso mucho antes de pasar mi mano por debajo de su ropa, siento la piel cálida de su cintura, su cercanía, su aroma, el sabor de sus labios, cuando un sonido brusco obliga a separarnos. —Sofia — grita una voz de mujer desde afuera— ¿estas bien? —Si — grita ella junto a mi poniéndose de pie. Su cara luce un poco sonrojada, y se ve ahora más hermosa que antes, me hace un gesto con los labios pidiendo silencio al tiempo que me sonríe, sale de la habitación cerrando la puerta tras de ella mientras yo me dejo caer en la cama, no lo puedo creer la bese y me gusto, e hizo que algo dentro de mí se moviera, creo que jamás había sentido esto. Ella sigue hablando con quien parece ser Sandra mientras que Gabriel se escucha que sale con Micaela, por lo que aprovecho para ir al baño ponerme mi ropa y esperar a que ella regrese, deduzco que seguramente le trajeron algo para comer, sin embargo, es hora que Sandra este fuera de casa, normalmente a esta hora ya no está aquí, y realmente me extraña mucho que este justo aquí, además que se supone que yo informe que no estaría en casa y que no me preparan desayuno. Estoy tendido en la cama sintiendo el olor de Sofia cuando me llega un mensaje de Joan, mi asistente: “Señor debo viajar de forma urgente, mi madre sufrió un accidente y no creo que alcance a estar el lunes.”
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD