Colocamos las cosas sobre su cama y él empieza a guardarlas en el área del closet que tiene llaves.
—Nicholas, ¿Qué haces? ¿Por qué lo guardas entre tus cosas? —pregunto ligeramente alarmada.
—Porque quiero que pases más tiempo aquí y esta es tu habitación.
—¿estás seguro?
—Porque no Sofia —deja lo que está haciendo para sentarse a mi lado —¿Qué te preocupa Sofia? puedes confiar en mi
—Me da miedo, mucho miedo, no sé qué va a pasar, no sé qué debo hacer para pasar la noche juntos, no quiero chismes entre mis compañeros, ni malos entendidos con Gabriel, ¿Qué pasaría si vieran mi ropa aquí? ya me imagino los chismes, yo misma alce una vez de esta habitación un reguero de condones y ropa, además porque no me tocas cuando estamos en la calle… —disparo en tono acelerado.
—Sofia… —respira profundo entrelazando nuestros dedos — lo que piensen tus compañeras me tiene sin cuidado, yo me encargo de los detalles de la casa para que nadie se dé cuenta que pasas la noche conmigo, en cuanto a Gabriel, no te preocupes, cuando estemos listos le informamos que estamos saliendo igual que a las otras personas, y no te toco en la calle para protegerte, ya me imagino los chismes que correrían si alguien ve nuestros dedos entrelazados, un paso a la vez en esto, pero por mi le diría a medio mundo, no tengo a nadie que impresionar.
—Si, a tus fans…
—Pues quizás se emocionen cuando lean nuestra historia de amor, ahora Sofia, no te preocupes, por ahora primero estemos seguros que lo nuestro puede funcionar realmente.
— Está bien, creo que tienes razón, es que nunca he salido con alguien antes y no sé qué hacer…
—No te preocupes por eso, porque yo tampoco he salido con alguien antes, he tenido amoríos de una noche o un fin de semana, pero nada serio, ahora, ¿Qué es eso que limpiaste mi habitación de condones? hace mucho no traigo una mujer a casa, creo que por lo menos unos cinco meses… al menos que te refieras a… —dice como hilando sus ideas.
—Tenía un mes trabajando aquí, fue después del fin de semana que fuimos al zoológico ¿recuerdas? Para esa época no sabias que yo estaba aquí, solo entre a la habitación, te vi dormido desnudo y luego Mariela me saco, volví varias horas después a limpiar…
—Lo siento Sofia, se supone que no deben verme desnudo… debí olvidar el seguro de la puerta —dice en voz apenada.
—También te vi teniendo sexo con ella en la piscina – digo en apenas un susurro.
—Sofia, lo siento… —su voz suena sincera y se acerca a besarme.
—No, no tienes que sentirlo, es tu casa, eres soltero y puedes hacerlo.
— Si, pero ahora, aunque soy soltero estoy contigo, y…
— Nicholas, no me prometas nada por favor, déjame vivir esto o lo que sea que tenemos, cuando se acabe, seguiremos nuestros caminos como un bonito recuerdo – digo con voz estrangulada, porque lo último que quiero es que se acabe.
—Sofia… —niega con la cabeza —esto parece que me estuvieras terminando.
—Nicholas, no, lo que tengo miedo es de ilusionarme y tú me dejes por una supermodelo o esas mujeres hermosas con las que sales a las premieres.
— Sofia, créeme que eres más hermosa que muchas de ellas, y quiero darme una oportunidad contigo, además muchas de esas fotos son pactadas para impulsar la carrera o vender muchas boletas de la película, es más, muchas chicas son lesbianas… Sofia, nada de eso es real.
Me quedo en silencio asintiendo con la mirada gacha, ¿verdaderamente hay una posibilidad real de tener una relación? cuando él me alza la cara haciendo que lo mire a los ojos.
—Sofia, no nos llenemos de futuros ni miedos, al igual que tú nunca he tenido una relación con alguien, y todo esto es nuevo, además que temo recaer en el alcohol, tengo miedo de ilusionarme y que esto no se dé, así que por favor tenme paciencia y confía también en mi tanto como yo en ti.
—¿en verdad te gusto tanto? — pregunto con voz tímida.
—Mucho Sofia, no te imaginas cuanto, eres la persona más real con la que he tratado en los últimos años, me traes a la realidad y espantas los miedos, así como las ínfulas del actor, contigo me siento una persona más, algo que había olvidado cuando todos me alaban por donde paso.
Nos quedamos en silencio un rato, para luego ponerme de pie y ser yo ahora la que continúa organizando las cosas recién compradas, separando las cosas que se quedaría aquí y las que me llevaría para el apartamento, no quiero dejar pieza suelta por un descuido, que de paso a chismes de pasillos.
—Devuélveme a trabajar en las habitaciones, por lo menos la tuya y la que va a empezar a usar Gabriel, mientras lo nuestro puede hacerse público o se termine.
—Sofia, por ahora eres mi asistente, organiza todo para que las cosas tuyas y de Gabriel aquí queden bajo llave, pero no te quiero paseando por la casa limpiándola.
—¿Quieres que me quede como tu asistente?
— Si — dice besándome los dedos —y ahora si vas a ir a guardar las cosas al apartamento vete ya, porque de lo contrario no te dejare salir de aquí hasta mañana, y no te demores…
Y tal como la noche anterior dormí entre sus brazos, me dejo llevar por sus besos, es una sensación de la que no me arrepiento sin importar el precio que tenga que pagar y temo que sea alto. Cuando suena el despertador más temprano de lo usual, falta poco las seis de la mañana, veo a Nicholas dormido a mi lado, me da pesar despertarlo para decir que me voy, así que rebusco entre mis cosas para dejarle una nota.
“Nicholas, nos vemos en un rato, voy a casa no quiero que nadie nos vea salir de aquí. Gracias por este fin de semana”
Voy con cuidado a la habitación que usa Gabriel, me aseguro de guardar bien sus cosas bajo llave, limpio lo que es necesario y salgo con el niño en brazos, ya pesa bastante, pero es lo mejor que puedo hacer en este momento, no quiero despertarlo, pero tampoco quiero ser vista en un rato llegara Sandra. El niño se despierta mientras subimos las escaleras con voz adormilada balbucea algo mientras le digo que tiene unos minutos para despertar e ir al colegio.
Aprovecho el tiempo para organizar la ropa que Nicholas me compro el día anterior y es inevitable no recordarlo con una sonrisa, enciendo mi celular el cual no había visto desde el viernes en la noche y encuentro un mensaje de Mariela.
—¿muy duro el trabajo hoy? ¿el señor salió?
—No, el señor no salió y estuve trabajando todo el fin de semana, dejo a Gabriel jugar en la piscina y correr por la casa y apenas ahora veo el celular…
No espero respuesta aun, pero para mi sorpresa veo un mensaje en respuesta de Mariela.
— Por lo menos Gabriel se divirtió, lástima que te toco trabajar, nos vemos en un rato…
Si ella supiera todo lo que paso este fin de semana no me lo creería, y ahora entiendo porque mejor no mostrarnos en público, se podrían dar muchos malos entendidos, mientras que así la relación es nuestra, y podemos disfrutarla más tranquilos.
Organizo la ropa que usare, muy parecida a la que acostumbra a usar Joan, un conjunto de pantalón, chaqueta y zapatos planos, no se maquillarme de esa manera pero algo básico si puedo hacer en mi rostro. Estoy preparando el desayuno cuando alguien está tocando con los nudillos la puerta al punto que el sonido me sobresalta, mi primer pensamiento es que Sandra que quiere saber de mi fin de semana, para mi sorpresa es Nicholas en pijama y ligeramente enojado
—Hola Sofia, ¿Por qué saliste así de casa? —pregunta una vez abro la puerta
—No quería que nos vieran, ya es hora que Sandra este llegando…
—Sandra no va a volver a llegar temprano los lunes, le di la instrucción que a partir de ahora llegue a preparar la cena y salga los viernes al mediodía, quiero más tiempo para nosotros… —dice entrando al apartamento.
—¿nosotros?—pregunto confundida —y no sabía lo de Sandra.
—Si Sofia, nosotros, quiero tiempo para nosotros los fines de semana y también para nosotros entre semana, por eso quiero que seas mi asistente.
—No me esperaba esto— digo casi tartamudeando — en verdad no sé qué pensar.
—Solo dime si te gusta pasar más tiempo conmigo.
—Si, la verdad si, pero me preocupa Gabriel, no voy a llegar temprano a casa…
Veo como se relaja, y su rostro antes enrojecido vuelve a la normalidad.
—Míralo por el lado bueno, no siempre estamos en producción, así que serán meses de trabajo duro y luego tendremos tiempo en casa, podremos manejarlo…
—Si, he manejado cosas más difíciles — respondo meditando —se que Gabriel va a estar bien.
—Si, estoy pensando pagarle un curso de música y actuación, él estuvo contándome algo de un casting.
—Si, el paso un casting y se supone que debía empezar clases y no sé qué cosas para prepararlo y hasta el momento nada…
— ¿Firmaron contrato?
— No, la verdad yo perdí la fe de ese tema, pero no sé cómo decirle a él, esta tan ilusionado.
—Pásame los datos y te ayudo con eso, igual si él quiere podría págale las clases que quiere, contrataría una niñera y el conductor que se encargue de recogerlo del colegio, llevarlo a clases y luego traerlo a casa…
—Me da vergüenza, él es mi obligación.
—Si, yo sé, pero no debes cargar todo ese peso tu sola, déjame estar en tu vida Sofia.
—Si, pero ¿Cómo lo harías?
— Yo le p**o clases de baile a la hija de Sandra, no sería nada diferente a lo que hago con ella…
—Está bien —digo arrastrando las palabras— acepto, pero me lo descuentas de mi sueldo.
—Nada de descuentos, acéptalo como un bono a tu sueldo, aunque honestamente me parece grosero pagarte un sueldo si quiero que seas mi pareja, pero creo que por ahora no tengo otra forma de darte dinero, y por Gabriel no te preocupes que quiero un hijo así, ese niño es tan despierto y tiene siempre una salida inteligente para todo…
—Si, lo sé, es un niño maravilloso.
—Y gracias a ti que lo has criado, por cierto, te ves hermosa vestida así…
—Y tu aun en pijama, creo que debes ir a vestirte.
—Luego de desayunar, claro, si me invitas.
— Obvio que esta invitado—digo volviendo a la cocina y viendo como se acomoda en la barra mientras me ve preparar algo y escucho a Gabriel salir de la ducha.
Nos damos un beso rápido aprovechando que Gabriel aun no ha llegado, para luego llamarlo a comer, realmente si este seria mis días podría acostumbrarme a esto, me gusta mucho como se siente.