Capitulo veintiséis. Nick

1617 Words
Duermo con el dulce olor a Sofia, pienso en como decirle que no quiero que siga trabajando en casa. No sé cómo pedirle que sea mi asistente permanente y pasar a Joan a otro cargo. Pensándolo bien, creo que es hora de armar mi equipo de trabajo, mi propia área de comunicaciones y publicidad personal, no quiero seguir dependiendo de Jack y quiero Sofia junto a mí, incluyendo duerma en mi cama cada noche como mi pareja. Mientras la veo dormida en mis brazos, pienso en las ocasiones que hemos estado juntos, la vez que llegue a su casa por primera vez, o cuando estuvo guardando el secreto que trabaja para mí, y ahora que lo pienso todo lo incomodo que fue verme con Jenny luego de pasar un sábado maravilloso en el zoológico, que tonto fui, aunque en mi defensa debo decir que hasta ese momento no sabía que trabaja aquí y si no hubiese sido por el cambio de horario que Joan jamás me hubiese enterado. Quizás he pasado tanto tiempo solo que ella se volvió un rayito de luz para mi vida, tal vez peco por egoísta y quererla solo para mí, aunque después de escuchar sus temores, creo que lo mejor sería ir un pasito a la vez con ella todo es tan nuevo que temo abrumarla, y por ahora la mejor forma de protegerla es mantener todo entre nosotros dos, sin público. Pienso en sus inseguridades y ansió mostrarle lo hermosa y maravillosa que es, no debe compararse con ninguna modelo o actriz, ella simplemente es única, y sé que, con la ropa adecuada, el maquillaje perfecto y los accesorios tendría todos los reflectores a sus pies. Se me ocurre comprar algunas cosas para adaptar la habitación de Gabriel y hacer cambios que le hagan sentir libre, aunque impliquen algunos cambios, no quiero tener personal de servicio todo el tiempo en casa. Veo la silueta de su cuerpo recostado en la cama y tiene una figura proporcionada, sus caderas en la anchura perfecta, su vientre plano, su pecho redondo que cabe perfectamente en mis manos, sus piernas largas, su cabello castaño desparramado por todos lados, su boca rosa que invita a ser besada y esos ojos cafés claros que cuando me miran es como si me perdiera en ellos. Y lo mejor de perderme en su cuerpo, es que ningún otro hombre antes lo ha recorrido, esa piel que parece como si siempre estuviera ligeramente bronceada que solo yo he besado y amado, y puede que suene anticuado o machista, pero me encanta. Y ahora que lo pienso no sería mala idea adoptar entre los dos a Gabriel, igual ni uno de los dos es su padre biológico. Es un niño maravilloso, tan feliz y tan talentoso que no dudo en apoyarle en su carrera, sin embargo, no quiero que firme el contrato tan niño, esta industria no es tan fácil como se parece, así que es mejor que yo lo guie en el proceso y cuando tenga más edad tome sus primeros roles en la pantalla, quiero que sea un niño feliz por mucho tiempo. Lo que me lleva a pensar que en definitiva estoy comenzando a considerar en dar el gran paso con Sofia. Luego de un domingo de ensueño donde pasamos los tres jugando, comprando, comiendo y descansando un poco, el lunes deberé ir a trabajar y Sofia se estrenará como mi asistente, con ese pensamiento logro por fin conciliar el sueño, en donde la veo riendo a mi lado. Cuando despierto buscando el peso del cuerpo de Sofia a mi lado me doy cuenta que estoy solo en la cama, camino hasta el baño y no esta, la busco en la habitación de Gabriel y también esta vacía, una sensación de vacío en mi pecho va creciendo mientras regreso a mi cama donde en la mesa de noche hay una nota, que básicamente me informa que se va para su casa, así que no me deja otra opción que ir a buscarla, me coloco un pijama y salgo descalzo hasta donde ella. El aire frio de la mañana me despierta, el pasto ligeramente mojado en mis pies me da una sensación agradable, pareciera una alfombra, y por un instante siento que voy camino a casa. La cara de sorpresa de Sofia es única, se ve hermosa, ya esta casi lista para salir y veo que esta usando algo que le compre lo que me hace emocionar. No puedo aguantarme las ganas de pedirle que pase más tiempo conmigo, que demos un paso más, que me deje entrar en su vida y la de Gabriel, por lo que escucharle decir que le gustaría pasar más tiempo conmigo me da una sensación cálida creciente en mi pecho, una mezcla entre alivio y emoción, en verdad si quiero que las cosas con ella funcionen, quiero que seamos una familia, como ahora que compartimos el desayuno en una pequeña barra acomodados los tres, para luego ir Gabriel a terminarse de vestir. Cuando terminamos de comer me pongo de pie recogiendo los platos ante la cara de indignación de ella. —Nicholas ¿Qué haces?—pregunta exaltada. —Voy a lavar los platos—respondo en tono tranquilo. —No, no vas a lavar los platos por que eres… —deja las palabras suspendidas en el aire. —Si Sofia, soy tu jefe, pero en este momento mientras estamos aquí soy tu pareja, el titulo que quieras poner, y si tus haces el desayuno lo mínimo es que yo lave los platos. Se queda en silencio como sopesando las palabras, para luego respirar profundo y sonreírme, por lo que aprovecho para preguntar. —¿Qué quieres que seamos Sofia? — pregunto con las manos enjabonadas. —No lo se Nicholas, tengo miedo de decirlo — dice mirándome a los ojos. —Entonces no lo digas Sofia, déjame a mi decirlo. —Sofia, no se si esto aun se haga, pero yo quiero hacerlo de este modo, siento que te lo debo — respiro profundo mientras seco un poco mis manos para luego abrazarla a ella —¿Sofia quieres ser mi novia? Ella no dice nada solo asiente intentando contener las lagrimas y la emoción, mientras yo aprovecho para besarla y abrazarla. Estamos abrazados cuando llega Gabriel sonriendo. —Mamá, no quiero interrumpirlos, pero ya falta poco para que la ruta pase. —Si, si, responde un poco desubicada, ¿Cuánto tiempo tenemos? —Como diez minutos. Sofia asiente confundida como buscando algo. —Sofia, no te preocupes, yo lo llevo hasta el punto de seguridad. — Pero esta descalzo —dice confundida. —No te preocupes por eso — le voy un beso rápido en los labios — nos vemos en cuarenta minutos en mi oficina, no creo que me lleve más de veinte minutos. Ella solo asiente y sin que el niño nos vea le doy un beso tierno en los labios con la promesa de vernos pronto y apenas nos separamos siento que ya la extraño. Cuando vamos caminando hacia la puerta exterior Gabriel aprovecha para preguntar. —Nick, ¿Qué tienes con mi mamá? —Le pedí que fuese mi novia — quedan las palabras suspendidas en el aire como esperando que alguno de los dos diga algo más, siendo él quien rompe el silencio y me sorprende con su madurez. —Mamá nunca ha tenido novio, no le hagas llorar por favor, ella solo se ha dedicado a cuidarme a mí. —Lo se, y si tu me lo permites los cuidare a los dos. Asiente en silencio para luego anotar. —Mamá necesita alguien que la cuide, ella siempre me ha cuidado… — y deja las palabras en el aire para luego salir corriendo a tomar el bus que acaba de llegar. Con todos eso pensamientos dando vueltas en mi cabeza entro a la casa por la puerta de la cocina, donde me encuentro con Mariela, quien vio cuando salí del apartamento de Sofia acompañando al niño a la ruta, ella estaba buscando a Sandra y Sofia que debían estar preparando el desayuno. —Señor —dice en voz seca — ¿Dónde está Sandra y Sofia? — Sandra tiene la mañana libre, a partir de ahora decidí que los lunes Sandra entra a media tarde para cocinar la cena. — ¿Y Sofia? —A partir de ahora es mi asistente, y voy a cambiar algunos cargos de la casa. —¿Y Joan? — pregunta ahora en forma curiosa. —Esa información no es de tu incumbencia, y ahora si me disculpas debo ir a trabajar. La veo de reojo las caras que hace mientras sigo andando y nunca lo había pensando pero en definitiva hay algo en ella que no me agrada, o tal vez porque siempre está buscando el chisme. Me afano en llegar a la habitación, tengo menos de veinte minutos para estar listo y en cualquier momento Sofia llegará a la oficina. Termino de bañarme en pocos minutos y me pongo algo de ropa cómoda, igual en el estudio me cambiaran de vestuario a la necesidad de la escena, y aprovecho los minutos que tengo para dejarle un mensaje a mi agente de bienes raíces, quiero cambiar de casa, eso ya está decidido. Luego del encuentro con Mariela creo que los cambios en el personal del servicio también es algo urgente, no quiero que vivan en mi propiedad siendo ahora Sofia mi novia, pero también sé que Sandra depende de la casa que les doy para vivir entre semana y poder llegar al trabajo a tiempo, más la niña que va al colegio, así que algo equitativo se me ocurrirá.
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