Labios prohibidos

Capitulo cincuenta y nueve. Nick

Paso la noche soñando con mi madre, mis hermanos y a quien hasta hace unas horas pensaba que era mi padre. Veía los días de golpes y castigo, las sensaciones invadían mi piel, para levarme a media noche sudando y con miedo. Busco algo que tomar, mi cuerpo pide a gritos algo que calme, camino por la habitación y abro el mini bar, tomo una pequeña botella de ginebra y pienso en cómo me calma esa sensación, la respiración de Sofia, verla en la cama apenas con algo de ropa, me hace meditar lo que estoy a punto de hacer, pienso en las nuevas posibilidades que tendría junto a ella, en una familia unida que se podría ir por el caño con solo un trago, no habría reversa.

Respiro profundo mientras me reincorporo, y pasan ráfagas de imágenes de mi infancia, de ojos que me miran con furia y desprecio, el olor de licor barato invadiendo el lugar, el olor a vomito al día siguiente cubierto con desinfectante, el ojo morado de mi madre, y pienso si en verdad quiero eso para mí, si en verdad me quiero convertir en ese señor que no es mi padre, ¿sería yo un padre así para Gabriel? ¿trataría así a mis propios hijos? Al final termino devolvieron la botella al minibar y abro una botella de agua para volver a la cama junto con mi novia.

Nos despertamos sobresaltados ante el sonido de mi celular, me llama el piloto para informarme que todo está listo para volver a casa, por lo que llamo a mi hermana para informarle que en una hora esté lista. Pedimos algo para desayunar y nos duchamos juntos, aprovecho cada segundo de paz que tengo junto a ella, se lo que se viene no va a ser fácil, debemos afrontar una nueva vida, tal vez después de este viaje mi vida como la conocía hasta ahora no vuelva a hacer la misma.

Cuando estamos listos salimos al pasillo donde Emma nos esta esperando, luce relajada, limpia y hermosa. Le abrazo mientras llevo los dedos entrelazados con Sofia, es el inicio de una nueva etapa en mi vida, creo que jamás he sido responsable de tantas vidas, y ahora estoy a cargo de mi hermana, de Sofia y pronto Gabriel será mi hijo.

El vuelo a casa fue tranquilo, hablamos de todo un poco, aunque por instantes Emma se aísla como si estuviera fuera de lugar, como si al reírse muy duro estuviera esperando después el regaño o el golpe, una parte de ella está a la defensiva y por eso necesito urgente que la atienda un terapeuta, no sé si esté lista para ir al colegio como cualquier niño de su edad, en especial si hace dos años que no piso un salón de clases.

Son las tres de la tarde cuando el avión toca tierra y una sensación de tranquilidad me invade, por fin en casa mientras que Emma abre los ojos, lo que duro el aterrizaje estaba pegada a su asiento asustada. Cuando baja del avión mira a todos lados antes de empezar a bajar por la escalerilla, está temblando mientras sube al auto tímida, nos acomodamos igual que el día anterior y el recorrido lo hace en total silencio viendo el paisaje, de lo que será su nuevo hogar.

Cuando llegamos a casa su cara es de total sorpresa y expectación, parece un cachorrito que es separado por primera vez de su madre, y pensándolo bien, eso acaba de pasar, salió de casa por primera vez para llegar a una lujosa mansión en Hollywood.

—Sofia, ¿puedes por favor llevarla a la habitación de visita? — y me doy cuenta que le hago la pregunta en forma de orden.

—Si Claro… — responde de forma seca.

Deja las palabras en el aire un poco apenada, tiro de su mano para darle un beso rápido y dejarle ir, mientras yo hago unas cuantas llamadas. Por hoy dejare a Emma tranquila, pero mañana empezaremos a trabajar en todo lo que tenemos previsto, no quiero que viva con el fantasma en su cabeza como yo todos estos años.

Me tomo un tiempo en mi estudio en organizar agenda de la semana, siento un poco de pena al molestarlos un domingo, pero no tengo opción, empiezo con el terapeuta quien me agenda toda la semana, sigo con mi abogado quien se compromete en enviarme un contrato de confidencialidad y luego a mi medico de confianza, así como reviso los detalles de la nueva casa para mudarnos y empezar los tramites de venta de esta propiedad.

Cuando Sofia regresa a mi lado está sola y con la mirada agotada por lo que aprovecho para pasar un rato con ella y Gabriel. Debo hablar con el niño de todo lo que ha ocurrido y quien seguramente tendrá preguntas por Emma, pero primero tomaremos un tiempo en familia, dejaremos a las niñera y Sandra descansar, así como tienen libre el día de mañana. Pasamos la tarde viendo una película, comer algo rico y descansar después de este fin de semana tan incomodo y lleno de preguntas sin responder.

El lunes escucho cuando los empleados empiezan a llegar a la casa, Gabriel se ha ido al colegio, a quien le pareció la cosa más casual del mundo la presencia de Emma, hasta le gusto que tuviera una hermana menor casi de su edad. Emma sigue durmiendo a las nueve de la mañana, por lo que le pido a Sofia que pase a revisarla, no me siento cómodo haciéndolo, pero tampoco quiero pedírselo a alguien del servicio, para luego solicitarle a Mariela como ama de llaves que reúna a todos los empleados de la casa en la sala de estar, tengo una información importante que compartir con ellos. No han pasado ni quince minutos cuando todos me miran expectante.

Sofia llega a mi lado varios minutos después mientras todos empiezan a reunirse entorno a nosotros.

—¿Cómo dejaste a Emma? — le pregunto en un susurro.

—Bien, la deje organizándose, espero que este tranquila —dice un tanto incomoda mirando por las escaleras.

Asiento para luego dirigirme a todos, creo que es la primera vez que lo voy a hacer, no acostumbro a ser yo quien habla con el personal, pero si quiero que las cosas cambien este es el primer paso.

—Hola, sé que no acostumbro a decir esto — empiezo a decir un poco apenado — pero hay varias cosas que quiero hablar con ustedes y quiero evitar malos entendidos o informaciones a media, la primera es que a partir de ahora mi hermana vivirá en mi casa, se llama Emma y solo les pido que me ayuden a que se sienta en casa, ha pasado unas cosas difíciles, por favor mucha comprensión y no hagan preguntas al respecto.

Se escucha un leve murmullo entre ellos que no sube de volumen ni expectación, así que continúo hablando.

—Segundo, es que quiero contarles y pedirles el favor que lo que voy a contar no salga de esta habitación al menos que yo mismo lo informe, Sofia es mi novia y quiero que la traten como tal, así mismo les recalco que nadie fuera de esta casa puede enterarse aún, así que para ello van a firmar un nuevo contrato de confidencialidad.

todos miran a Sofia extraño, pero no hacen comentarios, simplemente asiente en silencio, mientras Sofia se remueve incomoda a mi lado. Para luego hablar con cada uno de ellos en privado mientras les hago firmar el contenido del nuevo documento, y en este momento siento que estoy sellando mi futuro.