Capitulo treinta y seis. Sofia.

1432 Words
Luego de conducir unos cuantos minutos pasamos en una zona de mansiones acomodadas en hileras entorno de una calle, cuando llegamos lo primero que se ve es una casa muy bonita, parece sacada de una revista. Hay un hombre bastante elegante esperando, se saluda con Nicholas quedándome un poco atrás, no se que tan conveniente sea dejarnos ver, sin embargo, ante la señal de Nicholas, Gabriel sale corriendo como loco. — Sofí, esta es la casa de visitas — dice Nicholas al acercarme. — Yo pensé que esa era la casa —digo en un susurro. — No, vamos, esta es la razón por la que me gusta esta casa. La casa de visitas es hermosa, en el primer piso tiene una sala acogedora, el comedor por separado y una cocina bastante acogedora. En el segundo piso tres habitaciones con su baño, la habitación principal tiene una terraza privada, realmente nosotros podríamos vivir aquí sin problemas. — ¿Qué te parece esta casa? — pregunta en un susurro. — Yo podría vivir aquí, es hermosa… — Pero esta es la de visitas, la de nosotros esta un poco mas adelante y esta es la razón por la que quiero esta propiedad. — No te entiendo. — Me entenderás, no te preocupes. Asiento de forma tímida para volver a subir al auto, varios metros adelante queda el parqueadero de la casa principal, el garaje es gigante, caben perfectamente seis autos, tal vez más. Me da risa cuando estucho al agente de bienes raíces decir que la casa es mucho mas pequeña que la mansión actual, es el doble del tamaño de la casa de visitas. En el primer piso tiene la sala de estar, una sala de juegos y fe televisión, una cocina abierta en donde se abre paso al comedor, es hermoso el diseño. El segundo piso son cuatro habitaciones con baño incluido, y la principal tiene terraza. En el patio hay una piscina y un jardín pequeño. — ¿Te gusta Sofia? — pregunta curioso. — Pensé que por las fotos era más pequeña… — Si, es un poco mas pequeña, es la mitad de la mansión. — No, porque lo que le falta a la mansión aquí esta en casa de visitas. — Si, puede ser… — ¿Y la casa de empleados? — Esta a la entrada — dice el agente quien ha estado atento escuchando. La casa de los empleados es muy parecida a la que tenemos actualmente, son varios apartamentos repartidos en dos pisos, para que puedan vivir con su familia, sin embargo, esta ubicación nos da mucha privacidad, no hay forma que ellos vean lo que ocurre en la casa principal. — Y ahora vamos a ver la otra —dice Nicholas volviendo a subir al auto. Luego de visitar varias casas, casi todas con la misma estructura y en el mismo barrio optamos por la primera, solo porque la casa de visitas y la de servicio están separadas de la casa principal, lo que nos daría la intimidad que tanto buscamos. — Sofia —dice Nicholas mientras conducimos de vuelta a casa —Voy a cambiar la estructura de la seguridad de la casa, creo que no requiero tanta gente cuidándome. — ¿Qué quieres hacer? — Quedarme solo con dos personas de mi confianza y si es del caso que vivan con sus familias en el lugar, y que se turnen los fines de semana… — ¿Y para la casa? Esta parece mas pequeña, pero hay que limpiar la casa de visitas. — Creo que me quedo con tres personas en casa incluyendo a Sandra, la de visitas no requiere estar limpia todos los días, no creo que reciba visitas, ni creo que haga fiestas. — No es tan fácil como tú crees — digo riendo. — Yo también he limpiado, así que se como es todo, no me creas tan ingenuo y se que si no hay mucho que hacer sale rápido el aseo —dice con el rostro ligeramente indignado. — Como tu digas — digo riendo mas fuerte - ¿A qué hora salimos mañana? — pregunto para cambiar el tema de conversación. — Salimos de casa a las once, pero tienes que estar lista a las diez, y si quieres cambia la clase de inglés para la mañana y organiza toda la semana, con eso en la tarde estas libre. — ¿Tienes rodaje en la tarde? — Si, pero creo que nos desocupamos temprano, es la ultima semana, casi todas mis escenas han sido rodadas, solo quedan algunas cuantas. — ¿Y cuándo termines de grabar que ocurre después? — Nos tomamos un tiempo de descanso, no tengo otro proyecto en mano así que la idea es revisar libretos, ir a castings, viajar un poco, luego nos toca la temporada de lanzamiento, ya verás todo lo que viene, no te adelantes —dice sonriendo — por ahora viene una temporada de calma. — ¿Cuándo viajamos donde tus padres? — pregunta en apenas un susurro. — Apenas termine de grabar nos vamos, será un fin de semana, pero no quiero regresar corriendo para trabajar el día siguiente. Cuando volvemos a la mansión, jugamos un rato mas con Gabriel para luego llevarlo a dormir, al día siguiente hay clases, y honestamente, no me acostumbro a la mirada inquisitiva de Mariela y pasar el día disimulando que duermo en el apartamento. No se como la mudanza va a cambiar las cosas, por ahora solo deberé confiar en él. El lunes empieza el día tomando las clases de inglés, por fortuna el profesor pudo acomodar su agenda, aunque toco pagar un poco más, mientras Nicholas habla con su terapeuta en la habitación contigua. Al terminar la clase acompaño al señor Troff a la puerta, y al regreso esta Mariela esperando, y mi primer pensamiento es que Nicholas debería despedirla. — ¿Cuándo vas a admitir que el señor es tu amante? — Mariela, por favor — digo en tono cortante — debo ir a trabajar. — ¿Cuál trabajo? — pregunta en tono irónico —¿de asistente o de perra? — Mariela — escucho la voz de Nicholas a mi espalda y veo como ella pierde colores — por favor puedes venir a mi oficina, Sofia, acompaña a Elton a la puerta. Asiento sin decir ni una palabra para dirigirme a la puerta. — Sofia, en quince minutos salimos — dice Nicholas sin cambiar el tono de voz — por favor espérame en el garaje. Vuelvo a asentir, aunque no me ve, el sube el resto de las escaleras con Mariela quien va bastante nerviosa, mientras yo hago lo que él me indica, acompaño a Elton hasta la puerta, para luego subir a recoger mis cosas, organizar mi bolso, la agenda e ir al garaje. Varios minutos después él hace su aparición, su rostro luce serio y algo molesto, me abre la puerta del auto para hacerme subir, cierra la puerta en total silencio, para rodearlo y sentarse en su silla. — ¿Estas bien? — pregunto en apenas un susurro cuando salimos de la propiedad. — Si, solo que no se que hacer con Mariela, siempre atacándote. — ¿Y que hiciste? — pregunto en un susurro apenas audible — ¿la despediste? — No, no esta vez, pero ya está advertida, una información mas y se va de la casa sin importar todos los años que lleva trabajando conmigo, además tengo que ser inteligente para despedirla, sabe demasiado de mi y no quiero que corra a la prensa — dice con voz firme — ¿Cómo te fue a ti en clase? — Bien, vamos a aprovechar el tiempo esta semana para intensificar las clases, al menos que me requieras para algo. — No, esta semana requiero hacer algunas cosas y te voy a pedir disculpas por no acompañarme. — No hay problema —digo mirando la calle —pero este no es el camino del estudio ¿para dónde vamos? — Vamos para un Spa, y quiero que te acostumbres, una vez a la semana será el plan. — ¿Un Spa? — Si, es hora que te dejes consentir un poco, te va a gustar. No puedo evitar ver mis manos ásperas y maltratadas de tanto trabajar, me da pena que alguien las vea así. Cuando llegamos teníamos una reserva y lo sigo un tanto nerviosa, mientras que para él es un lugar normal, nos acompañan a un área a cambiarnos y me pasan un vestido de baño nuevo que Nicholas me compro para la ocasión.
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