Niego con la cabeza ante lo que esos hombres afirman. No puede ser cierto, no cuando mi padre afirmaba que el reino estaba en plenas condiciones incluso para ir a una guerra, pero luego de escuchar a esa gente en la plaza, ya no sé qué pensar. Intento deslizar la pequeña palanca sin hacer el más mínimo ruido para poder irme, porque en vez de encontrar respuestas a todas mis preguntas, en realidad solo encontré más preguntas e información que me desconcierta. ¿Mi padre en realidad era el tirano a quien todos odiaban? No logro responder esa pregunta, pero mientras intento cerrar aquella abertura que me permite observar a Valois y a su general, escucho otra cosa que me sorprende y no sé si es para bien. —Creo que deberíamos hacer a un lado ese tema. ¿No crees?—propone su general—¿Qué tal s