Cuando Rossette me acompaña a mi oficina, me digno a dar mi primera orden como reina, la cual es la realización de un modelo de invitación para las nuevas familias que pertenecerán a la aristocracia para la presentación de su juramento de lealtad hacia el rey y la nueva familia real, un protocolo que se ha hecho durante cientos de años ante la coronación de un nuevo rey y aunque por el momento no ha ocurrido ninguna coronación, no dudo que eso se realice en poco tiempo, pero esto que hago no es solo para agradar a ese bas-tar-do, sino también con la idea de encontrar en esas personas un aliado, alguien en quien pueda confiar no tanto para que me ayude a escapar, sino para saber el estado en el que el reino estaba viviendo y claro, para saber si aún queda algún partidario que esté en contra
