A pesar de la indiferencia de Valois, cuando el día del baile llega me digno a ir a mi antigua habitación, la cual de puro milagro sigue intacta, ya que se han dedicado a vaciar los pisos inferiores, por el momento, así que tomo uno de mis vestidos más lindos que tengo para mostrar la verdadera solemnidad que debe tener una reina y aunque esto podría hacer enfadar a Valois, creo que ya no me importa si se enfada. He reflexionado mucho lo que Odette me pidió, escapar suena algo muy peligroso sabiendo como es mi esposo, pero poco a poco y gracias a la soledad he podido tomar la decisión de escapar junto a Odette, pero para ello debo ser muy cuidadosa y sobre todo ágil para despistar a Valois. Esas tardes en la que he vagado por los pasillos del palacio me he dedicado a aprenderme los turnos