Me sentía culpable, Alex había sido un buen hombre y yo lo juzgué mal, debía decirle todo lo que pensé de él, explicarle el porqué lo estuve tratando como lo traté y disculparme. Debía decírselo, aunque temía su reacción. — ¿Qué pasa? Me estás poniendo nervioso. — Comentó Alex, aunque se veía muy seguro. — Escucha Alex, voy a empezar por disculparme, por la forma en que te había tratado, por todas las cosas malas que te dije, por todos mis desplantes… — Comencé a explicar con la mirada gacha. — Ava, no tienes por qué preocuparte de eso, ya está olvidado… — Me interrumpió, pero rápidamente lo frené. — Hay más… — Suspiré. — Yo pensé que… Pensé que tú te habías casado conmigo con el único propósito de quedarte con la empresa de mi abuelo, pensé que tomaste el puesto de CEO premeditadament