Relata Ava: Todo era maravilloso, todo era perfecto. Alex me había sorprendido con una romántica cena, ¿Podría ser él más perfecto?. Definitivamente, tenía mucha suerte de que Alex se hubiera casado conmigo, de haberlo encontrado en mi vida. Ya no tenía vuelta atrás y de hecho, ya no quería darla, terminaría enamorada de él y ¿Eso qué?. Si Alex terminaba lastimándome, como ya me había sucedido antes con otros hombres, pues por lo menos, habría disfrutado bastante junto a él, pero ya no me dejaría detener por el miedo y por aquella promesa que me hice una vez. La cena terminaba y mientras lo contemplaba emocionada, pensaba, «Bueno, tiene algo extraño, eso de los azotes… Aunque quizás no es tan extraño… Muchas personas lo usan en el sexo, como la mujer que él conoció… ¿Y si yo…?». Intent