Relata Ava: Mis ojos se cerraban solos, terminaba los últimos bosquejos, sin embargo, sentía que no me estaban quedando como yo quería, quizás por el cansancio, puesto que ya era más de media noche y yo seguía trabajando. No lo podía negar, estaba muy nerviosa. Después de todo lo dicho por mi abuelo, Alex llegó hasta mi oficina y tuve que disimular. Gracias a Dios que Alex se comportó como todo un caballero y en ningún momento actuó como si estuviéramos peleados o prácticamente separados, todo lo contrario, frente a mi abuelo, actuó muy cariñoso. Parecía que Alex siempre estaba predispuesto para ayudarme y eso me hizo sentir peor y más culpable. ¿Acaso ese hombre no tenía ningún defecto?. Yo todavía pensaba, ¿En cómo es que Alex se había enamorado de mí?, siendo él un hombre tan g