—VI—

1484 Words
— Siento interrumpirte, Daven. Hay algo que no estoy entendiendo, Sarah, Nerea y Misael son los tres hermanas López. — Correcto. —contesté — Cuando llegaron a la fiesta, según lo que me has contado, Sarah no te presentó a Nerea como su novio. Solo dijo “el chico guapo del que te hablé”. ¿Crees que Nerea no tenía conocimiento de que tú eras el novio de su hermana ? — No comas ansias, ya llegaré a esa parte. Aunque vas por buen camino. — Está bien, prosigue. — Iba hablar otra vez cuando ella me interrumpió de súbito. — ¡No ! ¡Espera ! Esas mujeres te violaron. ¿Lo sabías ? — De hecho yo me sentí violado, aunque no sé si eso cuenta como una violación. —Claro que si. La penetración forzada también es violación, tú no les diste tu consentimiento para que ellas tuvieran sexo contigo, tampoco estabas en posición de negarte o hacer algo al respecto. Eso fue una violación en toda regla. “—Daven, despierta. Daven. — Escuchaba una voz suave y pausada susurrarme al oído mientras tocaba mi hombro con delicadeza. No quería despertar, quería escuchar su voz diciendo mi nombre por siempre. Pero entonces ella se detuvo, forzándome abrir los ojos por el cese de sus palabras. El rostro de Andrea estaba muy cerca del mío, hasta ese momento no me había dado cuenta de las finas pecas que ella tenía alrededor de su nariz, casi por debajo de los ojos. Aquellos anteojos no dejaban ver muy bien la fuerza de su mirada y el color de sus ojos, pero ante aquella cercanía podía verlo perfectamente. Sus ojos eran de un color gris azulado. Me miró por unos escasos segundos y después retrocedió con lentitud. — Es hora de que despiertes. Falta media hora para la cita con tu padre. — Si, ya ahora mismo me levanto. — Pasé mi mano por mi cara, frotando un poco mis ojos. Aunque el dolor de cabeza había disminuido bastante, el cuerpo lo seguía sintiendo raro. — Si necesitas algo más, estoy justo al lado. — Dijo, al tiempo que salía de la oficina. Cuando llegó la hora de ir donde mi padre, yo ya estaba casi completamente repuesto. Andrea estaba junto a mi con su portátil en la mano mientras subíamos en el ascensor. — Eres el único que me ha hecho esperar tanto tiempo y no porque seas mi hijo, tienes una buena secretaria. No la creí capaz de hacerme retrasar mi cita dos horas, pero aquí están. — Mi padre, aunque hablaba en tono jocoso, tenía el semblante serio. — Siéntense, por favor. — ¿Sucede algo ? — Veras, hace poco que eres el nuevo CEO, no es un secreto que muchos inversionistas y miembros del consejo, como otros altos cargos creen que cedí el puesto muy rápido, no les agradó mi jubilación y menos que mi hijo tomara mi puesto, a pesar de que se hizo a votación, no te elegí yo, pero la competencia fue muy reñida entre tú y Misael. Podría decirse que casi quedaron empate. — No es un secreto para nadie. — Hay rumores de una posible fusión, no sé quién los habrá infundado, pero si se esta comentando, a pesar de que la información no sea confiable, es porque alguien ya se lo está pensando. ¿Sabías algo sobre eso ? — No he escuchado nada. — ¿Que hay de ti ? — dirigió la pregunta hacia Andrea. — Yo si. He escuchado esos rumores. — ¿ Puedes contarme algo ? — Hay algunos rumores de que ciertos accionistas han recibido una invitación para votar hacia una posible fusión. Desconozco el nombre esas personas o cuando se hará oficialmente la propuesta. — Pero sabes el nombre de la empresa. — Si. THA Ltd. — Dijo con timidez. Crucé mis piernas un poco inquieto con la situación, decía mucho de mí que mi padre y hasta Andrea supieran de los rumores y yo no tenía idea de nada. ¿Estaba dejando de lado la empresa y prestando atención a otras cosas ? Eso no era algo que pudiera hacer un CEO, no un CEO responsable. — ¿Te suena de algo ? — Mi padre tenía la mirada fija en Andrea, seguro que ella estaba muy nerviosa. Acomodó sus lentes y volvió hablar. — Se dice que es la empresa que dirige la joven empresaria Nerea López y su hermana, Sarah López. Cuando giré mi rostro hacia Andrea, ya ella me estaba mirando. Parecía una mirada acusatoria, sus enormes ojos debajo de los lentes no dejaban ver mucho, pero esa mirada me hacía sentir culpable. Sabía que Sarah era empresaria, pero más allá de eso no tenía idea de su vida y ella sí contaba con mucha información de la mía. No parecía casualidad que ella y Nerea fueran las dueñas de la empresa que estaba presionando una fusión. — Es mi novia, Sarah. — Tenía que decirlo, puestas sobre la mesa todas las cartas, era cuestión de tiempo de que mi padre se enterase y decirlo ahora era la mejor opción. — ¡Daven ! — Mi nombre resonó en toda la habitación, la voz fuerte de mi padre a veces me hacía estremecer, apretó el puño y lo estampó contra su escritorio, la pobre de Andrea pegó un salto por el susto. — Es increíble. Harás que cuestionen todo sobre ti, esto no se ve bien. — Lo siento, he sido muy descuidado. — Me disculpé, agachando la mirada. Me sentía muy avergonzado. — ¿Descuidado ? ¡Has abierto una brecha para que te destruyan, a todos ! ¿Y ahora que ? — Yo no podía decir nada, más que cargar con la culpa y tal vez con la carga de que destruyeran la empresa de mi padre, era obvio que había todo un plan detrás de esto. Cabía la posibilidad de que me costara el puesto de CEO, aunque ese era el menor de mis problemas. — Andrea, ¿sabes por qué te ascendí a ser la secretaria del CEO ? A diferencia de Katrina, tú eres perspicaz sin tener que presumir de eso. Sabes comprender la situación y determinar cuál sería el mejor paso. Y las personas suelen subestimarte siempre. Estoy dispuesto a cortar mi mano derecha si tú ya no has pensado en uno, tal vez dos o tres planes que puedan resolver la situación. — Señor Meyers, me halaga mucho, pero no tiene que cortar su mano. Ya había investigado un poco sobre la empresa. A pesar de ser nueva en el mercado, cuentan con una experta en marketing, que es la señorita Nerea López. Lo han demostrado con el éxito que tienen y el poco tiempo que llevan trabajando en eso. Lo malo de todo esto, es que, según sus números, si serían una buena opción para una fusión. Nuestro objetivo sería hacer que esto no llegara a ser una propuesta oficial, ya que si nos vamos a votación, podrían terminar aceptando la fusión. — Mentiría si digo que me había sorprendido su inteligencia, conocía muy bien el potencial de Andrea y por eso la respetaba y la estimaba mucho. Tenía la plena confianza que con ella a mi lado todo podía salir bien. — Lo que me temía. Son muy buenas. Yo me encontraba excluido de la conversación, en ese preciso momento se podría decir que solo era un estorbo. No tenía nada que aportar. — He pesando en la opción más rápida. Hay que reunirnos con ellas antes de que ellas lo hagan con los inversionistas. — Bien pensado. Programa una cena para esta noche, asegúrate de conseguir la cita y de acudir junto al CEO que no está haciendo su trajo. — Mi padre me fulminó con la mirada, después continuó con la mirada fija en Andrea; siguió hablando. — Fíjate bien en sus intenciones, hay que saber que hacer con ellas. No puedo permitir una fusión con unas chiquillas que se creen más listas que nosotros. Vengan a verme mañana a primera hora, necesito saber cómo les fue. — Cuando íbamos saliendo de la oficina, mi padre me detuvo, Andrea siguió caminando sin darse cuenta que yo me había detenido. — Llévala de compras, necesitan ir presentables, sin que esas chicas la intimiden. Encárgate de eso. — Está bien. — Si eso era lo único que podía hacer por el momento, lo haría lo mejor posible. Llevaría a Andrea de compras y la haría lucir esa noche la más hermosa de todas. En cuanto a Sarah, tendríamos que tener una charla seria sobre lo que había hecho, lo que estaba planeado y el futuro de nuestra relación, aunque después de lo de anoche y de lo que le acababa de enterar, era más que obvio que no había ningún futuro.
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