—Señora Larios ¿está segura que desea ir a ese lugar? —pregunta el chofer porque escuchó que su jefa deseaba ir a uno de los barrios mas peligrosos de la ciudad. —Si, deseo ir a ese lugar. Llévame, de todas formas, no creo que nadie se atreva a hacerme daño, y si lo hacen, puedo atacarlos con mis poderes. No soy ninguna debilucha, arranque por favor, no perdamos tiempo —admite Meridia desviando su atención hacia la ventanilla del auto. La elfa en ese instante se encontraba en su auto que era conducido por un chofer, porque había decidido ir a buscar a ese alfa llamado Axel para pedirle disculpas, y además ofrecerle de nuevo su trabajo con las exigencias que él deseaba, las cuales ella asumía no serían nada injustas, teniendo en cuenta que él solo junto con otro alfa se encargaban de toda