Capituló 5

1312 Words
ALEX -está despierta- la enfermera asiente. Tuve que salir temprano de casa. No pude dormir en toda la noche. El rostro de esa mujer venía a mi mente. -hace podo la ayudé con su higiene matutina. Ahora esta..- no la dejo seguir y me dirijo a la habitación de la mujer. Cuanto mi mano toca la manilla de la puerta siento una opresión en el pecho, el hecho de ver cara a cara el rostro de la asesina de mi hermana hace que tenga ganas de vomitar. El odio que siento por esa mujer es inmenso que no se si pueda contenerme cuando la vea. Tengo ganas de tomar su cuello y estrangularlo, hacer que suplique por su vida, verla tendida en el piso besándome los zapatos para que la perdone. Mi venganza será lenta, muy lenta pero letal y dolorosa. Doy la vuelta a la manilla, avanzo a pasos cortos al interior de la habitación. La silueta de una mujer capta mi mirada. Es ella… Me detengo de golpe cuando nuestras miradas se encuentras Es… Es Bella. Siento una opresión en el pecho. ¿Este es el rostro de la mujer que atormentaba mis noches? ¿Este es el ser maligno que tanto imagine? Aun con su cabello algo alborotado y su ropa de hospital es bella, sus ojos café claros, sus labios no tan gruesos y rosados, su piel clara y mejillas ahora sonrojadas hacen que su belleza sea autentica y natural. esa es la palabra para describirla. Se ve muy joven tal vez tiene 18 años, se ve muy joven. Yo. Podré cobrar mi venganza con esta infanta. Me hago esa pregunta ahora. -tu eres Alex- su voz es baja, sus ojos color almendra me observan y la opresión pesa más “es la asesina de tu hermana” “siempre fue una caprichosa y se creía la reina de la casa” “es una zorra, una mujer vanidosa y orgullosa.” Recuerdo las palabras de su hermana. -por qué lo preguntas, no es la primera vez que nos vemos- cierro la puerta y me acerco a su lado. Coloco una mano en su mejilla y beso su frente, trato de reprimir mis pensamientos y sentimientos. Presiono mi mandíbula para reprimir todo. -yo.. la verdad no recu..- no retiro la mano de su mejilla. Es suave. -lo siento, no lo recordaba. Tu memoria- me siento a su lado y trato de mostrar una sonrisa amistosa. -realmente eres mi prometido- asiento. -si eres mi prometido, besa mis labios- aparto mi mano. “es una zorra, una mujer vanidosa y orgullosa.” No muy lejos de la realidad Linda. Me acerco a su rostro, ella cierra sus ojos. Pruebo sus labios y estos tiemblan, abro mi boca y profundizo el beso, ella es tan rígida y descoordinada con mi ritmo. Me hace pensar que es su primer beso. Me separo de ella, su rostro está rojo.. -yo….- -no es nuestro primer beso. Cariño- las palabras suenan agrias en mi boca. -eres Alex Morgan- titubea. -y tu Luz Adams- respondo. Un ente que estoy dispuesto a apagar. -puedo hacerte una pregunta- me reclino en mi asiento. -las que quieras. Cariño- -sabes algo sobre mi familia- -eres huérfana- respondo sin una pisca de dulzura. Su repentina expresión de dolor alimentan mi satisfacción. -cuanto tiempo llevamos juntos- -si contamos con tu año en coma 3 años- aunque no recuerdo su edad. -donde vivía yo- -en un pequeño apartamento en el centro de esta ciudad- -sabes si tengo amigos- ¡mierda! Que mujer mas fastidiosa. -nunca fuiste una persona muy sociable, jamás me hablaste de ellos. Fue lo que me dijiste cuando nos conocimos- frunce el ceño. -como te comprometes con una persona que no te cuenta sobre sus amigos y allegados- -por que la amo- mi respuesta la deja sin palabras y a mi también. -Luz Adams, eras una persona introvertida y de muy pocas palabras. Te conocí por primera vez en un viaje a la playa, chocaste conmigo y tiraste mi bebida al suelo, te disculpaste mas de 10 veces. Quisiste compárame otra y yo me negué, pero pedí tu numero a cambio y fue así como comenzamos a chatear, pasaron días, meses y le pusimos un titulo a lo que teníamos- espero que creas mis palabras por que la historia que inventé es algo buena. -que te gusta de mi- -tus labios- esos rosados y suaves labios que pude probar. Lo reparo una vez más. -que me gustó de ti- y como voy a saberlo. -mis ojos- no es la mejor respuesta pero en fin.. -si, son muy bonitos- me aclaro la garganta con sus palabras. -algo mas que quieras saber. Cariño- algo de su cabello cubre su rostro, por impulso levanto mi mano y lo coloco detrás de su oreja. Se sorprende un poco por mi acción pero es comprensible en su estado pero yo… Yo que sé perfectamente lo que pasa me desconcierta mi acción. -tuvimos s*xo- me atraganto con mi saliva por la pregunta. ¿puedo mentirle en eso?, puedo inventarle muchas anécdotas de s*xo que supuestamente hemos tenido. ¿y si es virgen?, imposible, según las descripciones de su hermana no era muy pura que digamos, aunque su rostro muestre lo contrario. -no- -y por qué no- si no estuvieras convaleciente ahora mismo te mostraría que soy tu prometido, te tomaría en esta misma cama. Así ya no habría más dudas. -por que siempre te he respetado- no parece convencida con mi respuesta- no me fijé en tu cuerpo, mas bien en tu alma- eso sonó asqueroso, siento ganas de vomitar por las palabras que acabo de decir. Quito esa asquerosa sensación de mi cuerpo. Muerde su labio, aquel que tengo ganas de tomar nuevamente. -me dijo mi enfermera que pagaras mis gastos- dinero, todo se resume en esto con ella, creo que comienzo a conocerte mejor Luz. -soy tu futuro esposo y no es la primera vez que cubro alguno de tus gastos- mis palabras parecen no gustarles. -eras alguien muy caprichosa, me encantaba consentirte y jamás escatimaste en gastos- -ya no lo quiero asi- alza un poco la voz- será un préstamo, una vez que me recupere pagaré cada centavo que te deba- actuaras como una buena mujer, dos puntos para ti querida. -como te dije la antigua tú siempre me pedía..- -como lo dijiste “la antigua yo”. Mi yo del presente no va recibir dinero gratis, no recuerdo como era anteriormente, pero esta que vez aquí es alguien nueva, voy a forjar mis valores ahora. Será como conocernos de nuevo- no dejas de sorprenderme Cariño. -no voy a recibir tal dinero- me cruzo de brazos. -entonces no le veo el motivo para seguir juntos- ¿que estas tratando de decir mocosa? Eres muy astuta o tal vez muy tonta. -quieres terminar lo nuestro- levanto una ceja. -no te recuerdo- -serias capaz de dejarme sabiendo cuanto te amo, solo por que tu no lo recuerdas. Te parece justo para mi- su expresión cambia y parece algo avergonzada. -no.. yo no quería..- -aceptaré tu dinero, pero solo pido una cosa- tomo su mano. -vamos a casarnos en dos día..- frunce el ceño y parece algo desconcertada. -¿cómo podemos casarnos en mi condición?, no soy una mujer completa y además…- me acerco a su rostro y beso sus labios. -eres la mujer que he querido todo este tiempo, la mujer que antes de quedar en coma iba a ser mi esposa. Te diste cuenta que el destino es incierto- rozo mi nariz con la suya, no quiero sentir que te pierdo porque…- llevo mi mano a su nuca. -por que..- -ya te tengo en mis manos y no voy a soltarte. Jamás- nuevamente devoro sus labios y me trago un gemido que escapa de aquellos. Serás Mía Cariño.
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