Capituló 4

1227 Words
LUZ Siento mi cuerpo rígido y adolorido, el dolor de cabeza no se va y siento un mareo constante que no me deja tener paz. aun no se lo que me pasó, pero recuerdo… Me esfuerzo un poco. recuerdo que dos personas estaban aquí cuando desperté por primera vez… Un hombre… Dos mujeres tal vez, sus rostros son desconocidos pero a mi mente vienen siluetas. Aun así recuerdo algo. Sus voces me sonaron conocidas, tal vez son ilusiones mías, para constatar mi duda pregunté a la enfermera por aquellas personas y simplemente respondieron que nadie ha venido a verme aun. Tal vez lo soñé. Es mi mente que jugándome una mala pasada. -Luz es momento de merendar- Silvia mi enfermera encargada aparece de pronto, sonriente. A veces pienso que es muy extraña, bipolar para ser exacta, en momentos es dulces y otros, ¿cómo describirlo? fría, como reservada en algún punto en específico. -Silvia mi prometido ha llamado- pregunto por el que dice ser mi pareja por qué no ha dado señales de vida. Si soy el amor de su vida así como lo profeta Silvia ¿por qué no está aquí? Mi enfermera deja la bandeja de comida a un lado. Me ayuda a incorporarme un poco, coloca unas almohadas en mi espalda. -si, tuvo unos inconvenientes pero seguro viene mañana a primera hora- ella comienza a alimentarme puesto que soy solo una cabeza movible, el resto de mi cuerpo está entumecido, mis piernas y brazos no responden. -sabes cuando podré salir de aquí- se detiene y me observa- no me lo tomes a mal pero creo que un poco de aire fresco no me caería mal- no quiero hacerla sentir mal, sus cuidados han sido muy buenos. Pese ciertos comportamientos. -habrá que consultarlo con el señor Morgan- se limita a decir. -y en base a mi recuperación, sabes algo de aquello- muestra una sonrisa cálida. -comenzaremos desde mañana a las ocho, ya se le realizaron algunos exámenes y se ha hablado con especialistas y al parecer todo esta bien- esas palabras logran calentar mi corazón. Pero.. -una pregunta más- -puedes hacer las que quieras- me sirve un poco de agua y me ayuda a beberla. -quien está cubriendo…- titubeo- ya sabes que- esa es otra de mis preguntas ¿tengo familia?. -el señor Morgan se está haciendo cargo de aquello, después de todo es su prometido- no tiene lógica alguna. -sabes si algún familiar ha venido a verme- se aclara la garganta. -Luz poco más de un año estuviste en esta cama. Dormida- toma una servilleta y limpia la comisura de mi labio- nunca nadie vino a verte, ningún familiar u amigo- baja un poco la mirada. Y son esas acciones que me desconciertan e intrigan. Tal vez solo he tenido a Alex en mi vida, tal vez soy huérfana. -gracias- me limito a contestar. Silvia comienza a recoger la charola. -¿por qué no me preguntas sobre el aspecto de tu prometido?- jamás se me cruzó aquello por la cabeza, es mi prometido y ya. No guardo un sentimiento hacia aquella persona. Es alguien que porta un título de y ya. Para mi es una persona, con ojos, nariz y boca. Un humano mas. -y como es él- trato de forzar una sonrisa. -es un hombre muy atractivo, es alto, sus ojos son azules y su cabello castaño- como lo imaginé un humano mas, pero es el hombre que amo… Tal vez por mi falta de memoria es que no siento nada cuando escucho hablar de la persona que es mi prometido. -aun no logro imaginármelo, pero gracias por las descripciones- espero que no note mi sarcasmo. -espero que descanses- me ayuda a acostarme nuevamente en cama. Apaga la luz y una vez mas comienzo a recrear el rostro de mi pro.., de Alex. Y una vez mas nada viene a mi mente. -buenas noches Alex- ALEX -señor…- tomo las manos de Estela y las coloco en la cabecera de la cama. Levanto su trasero e impacto mi mano en este, se torna de un color rojo. -dime sirvienta, hoy mi hermano te tomó asi..- levanto mi mano y vuelvo a azotar su trasero. -señor, mas rápido- meneo mis caderas mas rápido, entrando y saliendo del cuerpo de esta mujer. El sudor resbala por su espalda. -no has contestado a mi pregunta- tiro su cabello, se coloca de rodillas, llevo mis manos a su cintura e impacto mi cadera en su trasero. -señor…- llevo una mano a su boca. -chupa- Salgo de ella y la volteo, abre sus piernas mostrándome lo que ya he visto. -le gusta señor- comienza acariciarse ella misma. -complácete, quiero verlo- mete uno de sus dedos en su interior y la vista es de lo mas interesante. Lleva su mano libre a sus senos y los masajea. -quiero sus dedos señor- conduzco mi mano a su entrepierna, acaricio lentamente esa parte, meto tres dedos de golpe. Comienza a moverse ella misma. -te gusta esto- asiente, mis movimientos son mas rápidos y duros, Estela frunce un poco el ceño. -si….- mi mano se siente cada ves mas mojada por sus fluidos, cuando está a punto de venirse me detengo. -haz que me venga- me siento en la orilla de la cama, se levanta y se arrodilla. Me toma en su boca y comienza a complacerme como la zorra que es.. Hundo mi m*embro en su boca y me muevo en su interior, me traga como puede y después de unos minutos me suelta. Se limpia la boca y me muestra una sonrisa asquerosa, se levanta e intenta subirse en mi regazo, me levanto. Comienzo a vestirme bajo su atenta mirada, ella sigue desnuda y le importa poco que la vea. -mi señor eso estuvo..- -mañana saldré a primera hora, quiero que limpies una de las habitaciones de la segunda plata- abotono mi camisa. -tendremos visita- se levanta y me ayuda a colocar mi chaqueta. -no será pronto pero en unos meses vendrá mi prometida- frunce el ceño y la noticia le cae como un balde de agua fría. -¿prometida?, de que está hablando, según yo se usted..- -vendrá mi prometida, entendido Estela- salgo del cuarto de servicio. No necesito dar más explicaciones. Necesito una ducha. El cuarto de Estela está al final del pasillo, lo decidí así por razones obvias pero según se no solo mi hermano y yo la visitamos. -vienes de….- -divertirme con la sirvienta, si- Will sonríe. -creí que lo que ella y yo teníamos era especial- se lleva la mano al pecho con una tristeza fingida. -puedes seguir con lo tuyo, me importa poco esa mujer- sonríe. -entonces tengo tu permiso- me encojo de hombros. -no necesitas mi permiso para acostarte con ella, solo necesitas el de ella- lo que tengo con Estela es solo una aventura, cunado quiero me quito las ganas con ella. No la obligo, ella lo quiere yo lo quiero, se da así espontáneamente. Que la llamo z*rra, si, lo es. No es mas que una mujer barata para pasar el rato. Me dirijo a mi habitación, luego de tomarme una ducha me recuesto en mi cama. -vendrá mi prometida a casa- vendrá mi prometida a casa… se que la noticia los impactará a todos. No soy de traer mujeres a casa. Es sagrada. Pero luz Adams será la excepción.
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