Capituló 6

1267 Words
Alex -los declaro marido y mujer, puede besar a la novia- la persona que nos casa da por finiquitado la especie de ceremonia que de improviso monté. No es una boda real, no estoy casado con esta mujer realmente. Todo es una mentira. No soy tan entupido para cometer tal grave error peor aun dejar que esta se quede con lo mio. Incluso mi amor por ella es mentira. De eso no hay duda. Pero el odio que siento por ella, ese si es muy real. Aborrezco a la mujer que está junto a mí, con su vestido blanco que señala pureza, pureza que de seguro algún otro arranco. La noto un poco incomoda, la entiendo. Casarse con un hombre que casi no conoce le parecerá extraño, pero ha confiado en mí. -te encuentras bien- acaricio su mejilla con el dorso de mi mano y aunque odie admitirlo es suave y delicada. Me observa de pronto. Sus mejillas muestran algo de rubor, es algo natural en ella. Se relaja un poco. -estoy un poco cansada- las personas abandonan el lugar, la enfermera lo hace de igual forma. Solo quedamos ella y yo. Creo que quiere darnos privacidad, ¿Qué cree que puedo hacerle a una mujer que no puede ni moverse?, no soy un puto depravado. Conozco mis límites. -deseas algo en particular, cariño- he comenzado a llamarla así, no se por qué lo hago, pero es algo que se escapa de mis labios de una forma tan espontanea. -yo..- voltea un poco la el rostro, parece apenada. -puedes decirme lo que sea, somos marido y mujer. Recuérdalo- y recuérdalo muy bien en el futuro quisiera decir. -el vestido me es incómodo, quería saber si tu..- la forma en sus labios se mueven hacer que de pronto lleve mi mano al cuello de mi camisa haciendo que desabotone uno de los tantos botones. -podría ayudarte en eso- respondo por ella. -se lo iba a pedir a mi enfermera, pero me dijo que su turno terminaba ahora y no quería molestar a otra- me debato entre levantarme y llamar a una enfermera o yo mismo quitarle ese vestido. Frunzo el cejo. ¿Qué me pasa?, por qué estoy ancioso, no soy un maldito adolescente. He visto muchas mujeres desnudas, por qué esta mujer hace que por un momento me ponga algo frenético. -puedo ayudarte yo- quito mi chaqueta y desabotono los botones de las mangas de mi camisa. El vestido que tiene no es muy largo, algo pomposo para mi gusto. Le llega hasta más debajo de la rodilla. Es un vestido sin tiras. -te ayudo con los zapatos- sí, aunque esté postrada en una cama, tiene zapatos. Levanto levemente su pierna y con cuidado empiezo a quitar la correa. Su vestido se sube un poco logrando que pueda apreciar más sus piernas. Me distraigo por un momento. Voy a por el segundo y la acción es la misma. Rozo su rodilla, se que no puede sentir nada pero eso no quita que sienta su mirada fija en mi. -gracias- logra decir una vez que mi vista se fija en ella. su tratamiento para la reactivación de su cuerpo ha empezado, el doctor me dijo que va a ser un proceso no tan largo, aún necesita algunos exámenes extras para poder descartar alguna infección. Luz aun no pude mover nada de su cuerpo, he estado presente en una de sus terapias, la he visto llorar de lejos. Su nariz tiende a enrojecerse mucho cuando llora, así mismo sus mejillas se tornan de un color escarlata. -mi bata de hospital está en aquel cajón- lo señala con su mirada. -voy levantarte ahora- de una manera lenta levanto su cuerpo, mis manos recorren su espalda, mis dedos buscan el cierre y lentamente lo deslizo. la prenda poco a poco va saliendo de su cuerpo. El vestido queda en su abdomen. Recuesto nuevamente su cuerpo en la cama. Mis ojos recorren su rostro que ahora esta muy rojo, tal vez por la vergüenza. Trato de concentrarme. Mi mirada sigue bajando y es cuando me encuentro con su pecho desnudo, la forma de sus senos es tan hermosa, no son muy grandes ni muy pequeños. Mi dedo índice toca el collar en forma de corazón que porta. -por qué mi esposa no lleva sostén- digo de pronto, tratando de cambiar un poco la tensión que se esta formando ahora en esta habitación. -es incómodo, no me gusta llevarlo- eso quiere decir que todo este tiempo que he venida a visitarla siempre está sin esa preda, aquello me hace tragar grueso. -tu orejas están rojas- lo dice con una sonrisa en el rostro, ¿acaso estas provocándome mujer?. -no, no lo están- levanta una ceja. -sí, si lo están. ¿es la primera vez que vez mis senos? – aquellas palabras hacen que levante mi mano y la coloque en su abdomen. -tu que crees- me acerco un poco a ella. Siento como su piel se eriza con el mero hecho de mi contacto. -ok, si los has visto, ya me doy cuenta- una sonrisa se escapa de mis labios y esta no es una fingida. -me gusta tu sonrisa, es muy bonita- -eso crees, te gusta la sonrisa de tu esposo, cariño- su rostro se ilumina con mis palabras. -por lo general estas muy serio que aveces pienso que estar a mi lado te irrita- sí, me irrita estar a su lado, pero eso ella no lo sabe. Aun -ideas tuyas- me acerco a su rostro y mis labios tocan los suyos. -me gustan tus besos- su mirada a veces pone en tela de duda mi odio hacia ella. Siempre se ve tan dulce e ingenua que parece que el malo de la película soy yo. -enserio te gustan- mis labios toman nuevamente los suyo y esta vez la beso de una forma mas dura, trata de seguirme el ritmo pero fracasa. -si..- un gemido escapa de sus labios y aquello le da rienda suelta a mi cuerpo, mi mano toca la curva de su abdomen. Mis besos son cada vez mas cargados de deseo. Me separo un poco de sus deliciosos labios y recorro su cuello. -Alex…- susurra. Mi mano comienza a subir por su cuerpo y toca la curva de su seno. -puedo…- lo digo con una voz ronca que ni yo mismo reconozco. Mi respiración es irregular. -si te excita mi cuerpo- su respiración es igual de irregular que la mía. Me separo un poco de ella. -por qué lo preguntas- muerde sus labios. -estar con una mujer que prácticamente está sin movilidad en su cuerpo…- ¿Qué estoy haciendo?, en que estaba pensando- soy una mujer incompleta- - no, no lo eres- lo digo con rabia, no es una mujer incompleta. -pero..- -¡no lo eres!- levanto un poco la voz - para mi eres perfecta, tu estado es momentáneo- por qué estoy tratando de consolarla. Esta mujer es la asecina de mi hermana. -pero…- me levanto de mi asiento, subo nuevamente su vestido. -llamaré a una enfermera para que te cambie- mis palabras la hieren, lo noto en su mirada. -te quedaras esta noche conmigo- pregunta con un hilo de voz. -tengo negocios que atender, saldré de la ciudad por un par de semana- tengo que alejarme de esta mujer. -entiendo- aparta la mirada- que te vaya bien Alex- Salgo de la habitación, no sin antes darle un beso, no puedo irme sin probar sus labios. Tengo que alejarme de esta mujer…. Tengo que alejarme de ella… Tengo endurecer mas mi corazón… Por ella… por Av….
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