Capituló 7

1076 Words
Luz -cómo amaneció hoy señora- ahora ya no soy señorita, si no señora. Todos en el hospital lo saben. La noticia se difundió como la pólvora. He escuchado algunos comentario por los pasillos, hablando de la historia de amor entre la paciente casi inválida y el millonario. Ya no le tomo importancia. -bien y no me digas señora, dime Luz- mi enfermera asiente. -su esposo de seguro está contento, ustedes hacen una bonita pareja- eso cree.. yo creo que me veo ridícula a su lado, soy una mujer incompleta. Alguien sin pasado y con un futuro incierto. -gracias, sabes si ha llamado- niega. -no Luz, antes de irse me dijo que te cuidáramos mucho, tiene que salir del país y tal vez eso le tome semana o tal vez meses- frunzo el ceño. Pudo habérmelo dicho. -no me dijo aquello, bueno. No creo que demorará meses- me casé y ahora estoy nuevamente sola. Vaya vida matrimonial. -cambia esa cara luz, tu tratamiento es en unos minutos. Tu terapeuta vendrá en unos minutos- Mis sesiones son cada vez mas difíciles. Todo este tiempo me he esforzado para poder llegar a ser la persona que fui, pero que aun no recuerdo. Los días pasan y no recibo señales de Alex. Pregunto siempre por él, pero mi enfermera me dice que llama en la noche, dice que es por el cambio de horario, que pregunta siempre por mí y que me manda muchos besos. La reanimación de mi cuerpo avanza pasa a paso, cuando pude mover mis dedos por primera lloré a mares. Pasan días y sigo sola. Mi enfermera graba mi progreso y se los enseña a Alex. La primera videollamada que recibí de él me alegró el día, pero mis ánimos decayeron cuando noté que su cara lucia un poco más distinta, no sonreía mucho, se le notaba algo cansado. -lo ves, viste el movimiento de mi mano- simplemente asiente. -lo veo cariño y me alegra mucho- pero la sonrisa no llega a sus ojos. -cuando vendrás- -pronto, las empresas en Italia son un desastre y esto tal vez me tome mas tiempo del que creí- se despide de mi con un beso y luego me envía fotos de los diferentes lugares de la ciudad. Es hermoso. Han pasado 5 meses desde que abrí mis ojos después de mucho tiempo. pocas veces me comunico con Alex, cuando lo veo siempre esta de traje y en una oficina junto con una pila de papeles. Ahora ya tengo la movilidad de mis manos y cuerpo, no del todo por que aun lo siento algo rígido, pero ahora puedo estar en una silla de ruedas que Alex mandó a comprar para mí. Esta es muy diferente a las otras. -vas a dar un paseo Luz- asiento -mi terapia empieza a las 4, vendré en un par de horas- ahora que estoy en silla de ruedas puedo recorrer el lugar, que es inmenso. Por los pasillos veo a muchas personas, algunas su rostro está cargado por la tristeza. Recorro el lugar y saludo a muchas de las enfermeras que ya conozco, los doctores son muy amables conmigo, siempre me llaman señora Morgan, por el apellido de mi esposo. Recorro el jardín del hospital y siento el aire puro tocar mi rostro y cuerpo, es agradable salir de aquel lugar de vez en cuando. Necesito que mi piel pálida tome color. La ciudad es hermosa y aunque no recuerde del todo el lugar es perfecta para mí. Cierro mis ojos por un momento, a mi mente viene la imagen del mar, no entiendo por qué mi mente proyecta aquello, pero de pronto una sensación extraña golpea mi pecho haciendo que dicha imagen se distorsione con la imagen de un vestido rojo. siento un golpe leve. Abro mis ojos. Algo húmedo empapa mi regazo. -lo siento- escucho la voz de un hombre - que torpe fui- saca de su traje un pañuelo e intenta limpiar mis manos. Su toque no es molesto pero aun así trato de apartarla. -estoy bien- intento levantar mis manos y estas casi no responden del todo. -no, no lo estas. Estas cubierta de jugo de mora- su rostro denota preocupación y me parece hasta algo gracioso. Sus ojos azules llaman mi atención. Solo es jugo pero cualquiera pesaría que derramó ácido. -solo es jugo, me alegra que no sea algo caliente- sonrío. -nuevamente lo siento, estaba distraído y no me fijé en ti- tartamudea un poco. -ya estoy bien, lo juro- se relaja un poco y me muestra una sonrisa que hace que se le forme hoyuelos. Es alto y sus facciones me resultan algo familiares. La ropa que usa me da un indicio de su posición social. -deseas que llame a algún familiar tuyo, para que te ayude a..- -estoy sola- respondo. Levanta la ceja. -tal vez esté almorzando- mira su reloj. Bueno si comparamos los horarios tal vez Alex ya esté cenando. -tal vez- respondo. -William- extiende su mano. -luz- trato de levantar mi mano, creo que nota mi intento fallido. Toma mi mano y la une a la suya. Su tacto es cálido. -viniste a tomar un poco de aire, tal vez el hospital pueda ser sofocante- -y lo es créeme- sonrío- estas visitando a algún familiar- -a mi madre, enfermó hace un par de días por eso estoy aquí. Y tú- -como vez soy paciente de este lugar, llevo aquí mas o menos un año y medio- se sorprende un poco. -puedo preguntar que pasó- se lleva las manos a los bolsillos. -tuve un accidente y quedé en coma, hace poco desperté- su expresión cambia. -lo siento- responde de pronto. -ahora estoy muy bien, me recupero poco a poco- -me alegro por ti- -gracias- -y que haces todo este tiempo sola- -pues como ves recorro el lugar para no aburrirme, solo hoy a sucedido algo nuevo y es que me tiraras jugo encima- cubre su rostro con sus manos. -y nuevamente te pido disculpa por eso- -haz llenado con un poco de sazón mi vida- miro mi ropa. Observa su reloj. -creo que es momento de irme, mi madre a de estar preguntando por mí y tengo que comprarle otro jugo- -pero esta vez no lo riegues- me burlo. Asiente -nos vemos mañana- se despide con su mano. A lo lejos capto la silueta de su cuerpo, es un hombre de traje, pero muy amable por lo que veo William dijo que se llama….
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