Sentada en una de las butacas color gris cruzo una pierna sobre la otra ganándose la atención de Viktor que hasta ese momento había estado muy entretenido conversando con la mujer que parecía un gato, los bucles en su cabello rubio le hacían recordar aquellos peinados de los dos mil, en su distracción por estarse burlando de la mujer no vio a la bailarina con poca ropa que llevaba una serpiente sus hombros y que buscando entretener al público se acercó a su lado ciego, cuando Gia se dio la vuelta salto de la butaca a las piernas de Viktor que estaba a la orilla del largo sofá en U que rodeaba parte de la mesa, la reacción generó algunas risas burlonas por parte de quienes vieron la escena. – ¿No te gustan las serpientes? – pregunto Viktor en un susurro pasando el brazo sobre sus hombros.