El nombre del joven con uniforme militar, era Helios. Un estudiante, con un talento mágico clase D. Y la razón por la que tenía tanta confianza, de entregar su examen. Pese a su pobre talento. Se debía a dos habilidades clase D.
-Banco de memoria
-Autodidacta
La primera. Era una habilidad espiritual. Que dotaba al usuario, con un espacio espiritual de memoria adicional; conectado a la mente del anfitrión. En este espacio. Toda la información, seleccionada por el usuario. Era comprimida, organizada, y almacenada. Para posteriormente, ser recuperada fácilmente; de manera pasiva. A través del pensamiento, de palabras clave. Que detonaría una llamada, a toda la información relacionada. Dándole al usuario, toda la información que necesitaba; sin mucho esfuerzo.
La segunda habilidad, por otro lado. Era una habilidad pasiva. Esta otorgaba al usuario, un incremento de +10 en inteligencia. Aceleraba la velocidad de aprendizaje por 3. Y reducía en 1/3 la dificultad, en la aprensión de temas e información complicada. Por lo que el proceso de aprendizaje, de cualquier tema. Se volvía bastante sencillo.
Puede que, en un principio. Estas habilidades, no parecieran mucho. Considerando, que no eran habilidades enfocadas en el combate. Sin embargo, en conjunto. Dotaban a una persona con un gran conocimiento, y un poder de aprendizaje superior al de cualquier persona. He ahí, donde recaí la confianza de Helios. Ya que gracias a estas dos habilidades. Había logrado terminar examen internacional académico, sin el mayor contratiempo. Solo una hora fue suficiente, para barrare con las mil preguntas del examen. Que iban desde preguntas de opciones múltiple, realizar cálculos, y llenar información; de preguntas o situaciones, super específicas. Por suerte para Helios. La secundaria militar, donde había estado estudiado; durante los últimos tres años. Tenía una biblioteca, con extenso catalogó a su disposición. Gracias a ello, no hubo pregunta de la que no tuviera respuesta.
Cuando Helios, salió de la academia. Se sintió renovado, y lleno de energía. Al principio no estaba del todo seguro, si su plan funcionaria. Ya que en la sala de examen. Habían colocado dispositivos especiales, que detectaban el uso de magia. Esto para evitar, que las personas utilizaran habilidades mágicas para copiar o, hacer trampa. Sin embargo. Debido a que sus habilidades, era utilizadas de manera pasiva. No consumían ningún tipo de magia. Haciéndolas, indetectables.
Suspirando, por haber logrado su objetivo. Levanto el puño con orgullo. Finalmente, las horas que había dedicado a memorizar la información de cada libro de la biblioteca; después de clases, y en fines de semana. Había dado sus frutos. Y con ello, logro superar el difícil examen internacional académico. Embarcándose a el siguiente paso de su nueva vida. Convertirse en el alquimista. Un trabajó que le brindaría una fuerte estabilidad económica, y lo más importante seguridad; lo que más deseaba, al menos en esta vida.
Divagando un momento, levantó la mirada al cielo. A metros, sobre su cabeza. Un hombre volaba, sobre la espalda de un ave gigante. Y segundos después, desde la dirección apuesta. A travesó el cielo, un auto volador; de alta tecnología. Aunque ya habían pasado diez años, desde que había llegado a en ese mundo. Helios, seguía sin acostumbrarse a las extrañezas de ese mundo. Especialmente, porque la magia convivía con la tecnología todos los días. Dando escenas tan anormales, como la que acababa de ver ahora.
La historia de Helios, era bastante lamentable. En su vida pasada, fue conocido con el nombre de Arthur. Él era un gamer, que llego a la cima en competencia de pvp. Haciendo rápidamente de un nombre, en la industria de los videojuegos. Permitiéndole abandonar la escuela, para dedicarse únicamente a competencias, y streams. Consiguiendo grandes patrocinios, y miles de seguidores. Que la catapultaron. Convirtiéndolo en una personalidad famosa, e influyente. Mientras amasaba lentamente una gran fortuna. No obstante, su vida cambio cuando conoció Callie. Una chica de la que se enamoró a primera vista. Con la cual tiempo después, comenzó una relación. Sin imaginar que, en un futuro; ella se convertiría en la causa principal de su desgracia.
Todo ocurrió, tres años después de oficializar su relación. Arhur, se encontraba en su mejor momento. Encabeza el ranquin de uno de los MMORPG, más populares. Y estaba en la final de un torneo pvp, defendiendo su título de campeón. Su rival era un novato, que se estaba haciendo cada vez más conocido. Sin embargo, desde que se había convertido en su oponente. No tenía ninguna oportunidad de ganar. No obstante, segundos antes de comenzar el combate. Su novia le deseo suerte, y le dio una botella de agua; para que se hidratara, antes de la pelea. Agua, que bebió sin la menor sospecha.
Fue así, que el combate comenzó. Desde un principio. Arthur tuvo la ventaja, otorgada por sus años de experiencia. No dejando respirar a su oponente, ni por un segundo. Hasta que de la nada, su vista empezó a ponerse borrosa, y sus dedos se tornaron rígidos ¡Asustándolo al instante! Y sin pensarlo dos veces, solicito apoyó a su novia. Solo para darse cuenta, que ella ya no se encontraba en la habitación. Sin poder hacer nada más. Tuvo que dejar el teclado y el ratón aun lado, buscando su teléfono. Mientras su Avatar, era masacrado por el oponente. Al no hallar su móvil. Corrió al teléfono de su sala. Y con las pocas fuerzas que le quedaban, llamo a una ambulancia. Antes de caer inconsciente.
Al despertar. Lo primero, que vio. Fueron las luces blancas, de una habitación de hospital. Al parecer llevaba más de dos semanas, en un estado de coma. En palabra del doctor; encargado de explicarle su estado de saludo. Todo parecía apuntar, a que había sufrido una sobredosis. Ocasionada por una droga, poco común. Pero que se había hecho conocida, en el bajo mundo. Ya que permitía a jugadores, mejorar su desempeño en competencias; aumentando sus reflejos, velocidad, y capacidad de respuesta. Sin embargo, en grandes cantidades. Podría ocasionar parálisis, segura temporal, infartos, e incluso colapsos nerviosos.
Sin entender, como esa droga había entrado en su sistema. No tuvo tiempo para procesar las cosas, antes de que la verdadera bomba explotara. Mientras estuvo inconsciente. Los medios enloquecieron, por su aparente derrota. Pero no por su perdida, si no por lo extraño que fue el suceso. De un segundo a otro, su personaje dejo de moverse. Y fue eliminado por su adversario, sin oponer ninguna resistencia. Lo que desconcertó a demasiadas personas; que fueron testigos, de la trasmisión del evento. Generándose así una vorágine de preguntas, alrededor del suceso. Lo que llevo a un grupo de ávidos periodistas, a descubrir la verdad. Después de indagar un poco. Sobre una supuesta ambulancia, que estuvo en casa de Arthur; el día del incidente.
Cuando los medios supieron el motivo por el cual Arthur, tuvo que ser intervenido; el día del torneo. No dudaron ni un segundo, en destruir su imagen publicando. Tildándolo de tramposo, y un adicto. Afirmando que la razón por la cual, había ganado tantos torneos, y competencias; en el pasado. Se debió al uso, de ese tipo de sustancias ilegales. Lo que llevo a su reputación como jugador, al suelo. Pronto patrocinadores, y contratos en puerta; desaparecieron. Al igual que el número de personas, que lo admiraban. Por si esto fuera poco, en medio del desastre. Su novia apareció ante los medios, afirmando que era violento, y que había abusado de ella. Una mentira, que lo hundió aún más en lodo. Y para empeorar aún más la situación. Su rival en el torneo, salió en defensa de ella. Diciendo, que él era una persona horrible. Y que debía ser castigado; tanto por hacer trampa, como el aprovecharse de una mujer indefensa.
Pronto, una demanda apareció en su puerta. Su novia lo había demandado por daños y perjuicios. Por lo que tuvo que comparecer, antes las autoridades; en el centro de esa tormenta de medios, que no hacía más que empeorar la situación. Fueron más de seis meses, en los que se tuvo que ver inmiscuido en ese pleito legal. El cual solo consiguió destruir la poca dignidad que le quedaba, y barrio con los ahorros de su vida; el costo por salir libre. Aun así, aunque había ganado el juicio legal. No fue lo mismo con las personas. Que lo tachaban de lo peor. Incluso su familia, se negó a brindarle la mano en ese momento de necesidad.
Con casi nada de efectivo, en su poder. Vendió su departamento, y sus partencias en internet. El golpe había sido tan duro para él. Que se hundió en el alcoholismo. Mientras que su novia y su rival, comenzaron una relación. impulsada por el apoyo, que él le había dado a ella; después de que esta perdiera el caso. Lo que logro catapultarlo, en el corazón de todos. Permitiéndole tomar la posición, que alguna vez había sido de Arthur. Mientras este, empobrecido. Tuvo que vagabundear en las calles, cuando el dinero se le termino; debido a su vicio, que le ayudaba a mitigar el dolor.
Tres años después. Arthur, ya había atado los cabos. Quien lo había traccionado, no había sido otra que su novia Callie. La responsable de adulterar su bebida, con las drogas; que había causado todo el problema. El motivo, aunque no estaba claro al principio. Después de un tiempo, se hiso más que evidentes. Cuando su novia y su rival. No hicieron más que aumentar su fama, mientras él fue tirado al olvido. Los malditos, lo habían utilizado como trampolín. Estaba seguro de ello. Lamentablemente, era demasiado tarde. Si lo dijera, nadie creía en su palabra.
Parado, sobre un puente. Contemplaba en sus memorias, los momentos de gloria; seguidos, por su deceso al infierno. Al final, no podía hacer nada para cambiar su destino. Si había jurado, que si tuviera una nueva oportunidad. No cometería los mismos errores. Dejarías los juegos, y terminaría la escuela. No se enamoraría de las personas por su apariencia, y aprendería a juzgar mejor los corazones. Tampoco confiaría tan fácilmente, y mantendría cierta vigilancia; sin importar, de quien se tratase.
Dando un largo suspiro, camino al borde del puente. Contemplando, el vacío. Sobre el cielo, una luna blanca lo iluminaban; mostrando su apariencia. Ya no tenía la apariencia joven de hace unos años. El estrés y los excesos; lo habían demacrado. Su atuendo por otro lado. No eran más ropa de marca, sino simples harapos desgastados; producto, de su vida como vagabundo. Dientes amarillos, y ojos inyectados en sangre; se veían en su rostro. Su apariencia era tan anti natural, a su yo original. Que sería muy difícil reconocerlo.
Sin pensarlo más. Avanzo hacia el frente, y se lanzó al vacío; derrotado. Mientras caía, pudo sentir como su cuerpo se hacía cada vez más ligero. Y de la nada, antes de que perdiera la conciencia. Ocurrió, un estaño fenómeno. Su cuerpo, se desintegro en el aire; como si nunca hubiera existido.
Arthur, nunca imagino. Que la última decisión, que tomaría en su vida. Marcaria el principio, de la siguiente.