Capítulo X Las amigas se reunieron frente a la plaza principal aquella hermosa noche de otoño, en la que, la luna se veía espléndidamente redonda y blanca. Daba la impresión de ser el botón que cerraba las solapas del oscuro firmamento. Ambas compartían el gusto por la comida italiana así que cenaron lasaña y un buen vino mientras platicaban a cerca de sus futuros planes. Delia ya había derivado a sus pacientes a un colega quedándose solo con el empleo del hospital central al que renunciaría cuando estuviera todo listo para marcharse a Brasil, que sería seguramente el próximo mes. Sergio la esperaba, ya habían quedado de ir derecho al altar. Corina se sentía feliz porque los sueños de su amiga se estuvieran concretando. Gustavo en cambio, no deseaba presionar a Corina, por ello no l