Capítulo IX Andreé, desplomado en una de las sillas de la cocina, no daba crédito a lo que sus ojos estaban viendo. Tantas veces había imaginado la figura de su esposa dentro de la casa, que ahora no estaba seguro de que esta no fuera otra de sus visiones. Ella, ajena al pensamiento de él, estaba completamente alerta tras desconocer cuál sería su reacción, así que, continuaba apoyada contra la pared sin saber qué hacer. El recuerdo de las pocas ocasiones en que él reaccionó con violencia era el causante del miedo que Corina sentía, aunque cada vez tenía más valor para enfrentarlo. -¡Volviste!, ¡casi me matas del susto!- dijo Andreé mirándola directamente a los ojos y con voz firme para ocultar las ganas de llorar de emoción por volver a verla. Corina observó la desmejora que present